Nicolás Coronel Piso está acusado de abusar a una chica de 17 años en 2018. La imputación sumó un agravante por haber estado en calidad de guarda de la víctima.
El "pijama party": el dato que agravó la situación del evangélico de Palmira
La situación del "líder espiritual" Nicolás Coronel Piso se complicó ya que sumó un agravante al esclarecerse las circunstancias en las que ocurrió el hecho. El abuso habría ocurrido durante un pijama party y la imputación sumó dos agravantes: "calidad de guarda" ya que es ministro de culto y por los daños psicológicos ocasionados.
El juicio al hijo del pastor de la iglesia Cristo La Esperanza comenzó el 30 de abril y este martes se llevó a cabo la ronda de testigos. A partir de esos testimonios, Mariana Gutiérrez, la fiscal de Violencia de Género, amplió la acusación, el juez penal Federico Rapacioli aceptó el pedido y ahora la defensa tiene diez días para presentar pruebas. Por lo tanto, la imputación ahora es por abuso sexual simple doblemente agravado por ser cometido por ministro de culto reconocido y por resultar un grave daño en la salud mental de la víctima y arriesga una pena máxima de 10 años.
Según el relato de las personas que aportaron su testimonio durante el debate, manifestaron que el vínculo entre la víctima y el acusado comenzó en 2018 cuando ella tenía 17 años y asistía a esa comunidad evangélica. En ese momento la adolescente pidió hablar con Coronel Piso, quién había sido nombrado "líder espiritual" por las autoridades de La Asamblea de Dios, para compartirle una situación personal y recibir su consejo, en el contexto del rol de guía que tenía el hombre.
Nicolás Coronel es "guía espiritual" en la iglesia Cristo La Esperanza de Palmira.
A partir de ese vínculo generado, Coronel Piso organizó un pijama party en su vivienda y allí habría manoseado a la joven que en ese momento era menor de edad.
Respecto al caso, la abogada querellante Florencia Morán dijo: "El líder de los jóvenes de la iglesia a la que ella asistía, quien revestía la imagen de líder espiritual que le había sido otorgada por la autoridad nacional de las uniones de la asambleas de Dios, realizó actos de tocamiento que se encuadran por el código penal como abuso sexual".
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"En el transcurso de la investigación este delito se agravó doblemente porque de los resultados de las pericias surgió que se produjo un gran daño a la salud mental y psicológica de la víctima, lo cual está previsto como un hecho que agrava este delito", agregó la letrada.
La iglesia evangélica se encuentra en Palmira.
Cabe destacar que la denuncia se hizo pública en enero de 2023 ya que la denunciante atravesó muchos problemas psicológicos y con ayuda de la terapia pudo formular la denuncia.
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