Además, otros tantos se azotaron sus espaldas hasta dejarla en carne viva.
Hombres se crucificaron en Filipinas para conmemorar el Viernes Santo
Como se ha hecho tradición en Filipinas, en el barrio de San Pedro Cutud en San Fernando, localidad al norte de la ciudad capital Manila, acudieron más de 50 mil personas a pasar el Viernes Santo y ver cómo crucificaron a hombres, entre otras acciones -como latigazos- como vivió Jesús.
Las acciones no están abaladas por la Iglesia Católica pero desde 1985 el barrio San Pedro recibe a miles de visitantes. Rubén Enaje, conocido como el “Jesucristo de Pampanga”, quien se crucificó por 32º año consecutivo “por mi familia, por Dios y la fe católica”.
EFE informó que cada hombre es clavado en una cruz con cuatro clavos de acero de diez centímetros, dos para los pies y uno por cada mano. "Son muy dolorosos y producen heridas que duelen durante tres días, pero las secuelas de llevar la cruz duran hasta cuatro meses", afirmó Enaje.
Además del recorrido de diez hombre con una pesada cruz para su posterior crucifixión, hay hombres vestidos de soldados romanos y otros se propinan latigazos en la espalda hasta dejarla en carne viva y sangrando.