La contadora del municipio renunció alegando tomar la decisión “por no compartir criterios normativos, éticos, y por convicciones personales”. La sombra de Marcos Nuarte.
Escandalosa renuncia de la contadora municipal de Santa Rosa
Santa Rosa es un hervidero, sin solución de continuidad. Desde los días en los que Sergio Salgado despuntaba como intendente de ese Departamento, hasta hoy, con la intendenta Norma Trigo a cargo del mismo puesto.
Allí, en la comuna santarrosina, los escándalos se suceden uno tras otro. Muchos de ellos fueron revelados por el Post, como aquel que complicó al secretario de Gobierno, Marcos Nuarte, por sobreprecios en compras de mayordomía para la intendencia.
A todo ello, se sumó en los últimos días un hecho inesperado: la renuncia de la contadora comunal, Cecilia Caparroz.
Su carta, dirigida a la intendenta Trigo, no tiene desperdicio: luego de agradecerle la oportunidad “para ocupar tan importante cargo dentro de su gestión”, advierte que su renuncia se debe a “no compartir criterios normativos, éticos y convicciones personales”.
Quienes conocen el “backstage” de la decisión de la mujer refieren a diferencias irreconciliables con Marcos Nuarte. Según estos, la frase que justifica su decisión estaría dedicada a su persona.
Consultados por el Post, los ocasionales informantes de la comuna santarrosina revelaron que Caparroz ya había mostrado sus diferencias con anterioridad.
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Por caso, la mujer habría mostrado un notable desagrado cuando estalló el mencionado escándalo de los sobreprecios por compras de yerba mate, azúcar y otros enseres.
En esos días, la contadora deslizó por primera vez la posibilidad de dejar su cargo, justamente por cuestiones éticas.
Mientras el oficialismo santarrosino intenta bajar los decibeles ante la repentina partida de Caparroz, la oposición se encuentra a punto de hacer un oportuno pedido de informes.
¿Por qué la mujer se fue repentinamente de su cargo? ¿A qué se refiere con eso de los criterios normativos, éticos y las convicciones personales? Son solo algunas de las preguntas que intentarán responder de cara al futuro inmediato.
Entretanto, va haciéndose carne aquella célebre frase del poeta y ensayista alemán Heinrich Heine: “Todo delito que no se convierte en escándalo no existe para la sociedad”.