Polémica por ingresos a escuelas de la UNCuyo

Alrededor de 30 mil chicos mendocinos están en condiciones de ingresar al secundario el año que viene. Como todos los años, lograr el banco en la escuela elegida depende del promedio, pero cuando se trata de los colegios de la Uncuyo, la exigencia es aún más alta.

Es que cada año, miles de alumnos con altos promedios intentan entrar en las escuelas de la universidad, pero sólo accede un 40%.

“Las vacantes para 2018 son alrededor de 1100 y tenemos más de 2500 aspirantes”, precisó Marisa Zamorano, directora general de Educación Secundaria de la Uncuyo.

Promedio y resiliencia

El sistema de ingreso por promedios hace años que levanta polvareda: muchos padres se quejan de que no es justo, ya que la educación de nivel primario no es igual en cada escuela y, por ende, no es lo mismo sacarse 10 en una institución privada muy exigente, que en una escuela pública donde la calidad educativa puede ser más blanda.

Pero Zamorano no está de acuerdo: “es cierto que los niveles educativos varían, pero un chico que ha alcanzado un alto promedio en una escuela en un contexto difícil, como ser en una zona urbano marginal, donde hay problemáticas de droga y de pobreza, o que tiene padres que no leen, como tienen otros chicos, ese chico es un alumno resiliente al contexto y es un alumno que queremos tener con nosotros”.

La directora agregó que “la universidad quiere que haya inclusión y diversidad”, y agregó que “no son muchos los chicos de niveles socioeconómicos bajos los que terminan accediendo”.

Cambios en el sistema de promedios

“Antes sacábamos el promedio del sexto grado y lo hacía la DGE, pero ahora hemos cambiado y tomamos el promedio de cuarto, quinto y sexto, en seis áreas distintas”, precisó la encargada de los secundarios de la Uncuyo.

Las áreas de estudio que se toman en cuenta son: lengua, matemática, educación física, ciencias sociales, ciencias naturales y las materias artísticas que, como suelen ser dos y hay dos notas, se toma la más alta.

Luego se hace una sumatoria de las 18 notas finales y se hace el promedio. Esta tarea la hace cada escuela y luego se le notifica a los padres.

A partir de allí, salvo los egresados de la primaria Carmen Vera Arenas, que entran automáticamente, comienza el ingreso en el orden de los mejores promedios (que suelen superar el 9,50).

Un punto a favor es que los aspirantes no tienen que inscribirse en todas las escuelas ya que, con optar para una pueden ingresar en cualquiera de las cinco que hay en Ciudad (a excepción del Liceo Agrícola y la escuela de Agricultura de General Alvear donde la inscripción es anterior y, si no ingresa, no puede optar por las otras.

Segunda oportunidad

Zamorano explicó que, aunque no es algo común, si se producen vacantes en el segundo año, dado que algún alumno que haya terminado el primer año haya decidido cambiar de escuela en segundo, aquellos aspirantes al primer año que no ingresaron pueden inscribirse para intentar entrar en segundo. Allí también primará el promedio entre los que se anoten.

En los casos en que algún chico quiera entrar en los años siguientes, deberá rendir las equivalencias correspondientes y entonces allí no corre el promedio de la escuela primaria. Si aprueba las equivalencias, entra.

Bancos asignados

En cuanto a la totalidad de los alumnos que ingresarán en primer año en 2018, la DGE informó que se realizó el proceso informático de asignación de bancos.

Para inscirbirse, los alumnos elegían cinco colegios diferentes y, según el promedio de sexto grado, el sistema otorga el banco elegido en primer lugar y luego las otras opciones.

Como resultado, de un total de 30,858 alumnos de séptimo grado el 92% resultó con banco asignado.

Los que quedaron sin banco deberán esperar a la segunda instancia que se realizará los días 14 y 15 de noviembre, Los padres de alumnos sin banco asignado deberán ir a la escuela primaria en esos días para hacer la opción entre las escuelas con vacantes.