Recibir más de lo que uno da y el derribo del mito del desapego: "No hay que tener miedo de sufrir, es un sufrimiento dulce", asegura la mamá temporaria Érica.
La familia temporaria que derribó el mito de la separación del niño
Hace un tiempo atrás el gobierno lanzó una campaña publicitaria para promocionar que familias mendocinas se ofrezcan a ser familias temporarias. La idea es que estas personas se llevan a sus casas a los chicos alojados en Casa Cuna o alguno de los hogares del gobierno provincial en los que actualmente hay más de 60 con opción a ser cuidados por una familia.
Actualmente en Mendoza están disponibles 28 familias que se ofrecieron a cuidar niños y el gobierno busca triplicar esta cantidad para poder dar contención a los chicos que lo necesitan. Una de ellas es la compuesta por Érica Marziali (43), Javier Lombardo (43), Sol (12) y Santiago (5) quienes también tienen otros tres hijos mayores Lautaro (23), Nahuel (22) y Juani (19).
Érica trabaja en el poder judicial por lo que estaba muy familiarizada con los chicos que quedaban abandonados por sus familias en la calle o eran detectados en los hospitales muy descuidados y hasta golpeados. El Estado, a través de las fuerzas policiales y la Justicia contenía a estos chicos pero nada comparado con el calor de una familia.
Ese fue el puntapié inicial que la llevó a ofrecerse a cuidar al primer niño junto a su marido Javier y sus hijos. Actualmente, una pequeña de 2 años y tres meses – a quien llamaremos Clara- lleva viviendo con ellos 11 meses. Según explicó al Post su mamá temporaria, Clara ya tiene resuelto su estado de adoptabilidad por el juez pero su madre biológica apeló la decisión por lo que la Cámara de apelaciones deberá volver a evaluar la situación.
“De todas maneras el abogado de AVOME pidió que la nena pase los próximos meses esperando esta resolución con sus pretensos adoptantes. Hay muchos que están dispuestos a eso, a dar amor gratis, a tener a su hija en la casa aún con la incertidumbre de que puedan devolverla a la progenitora”, comentó Érica y agregó que Clara y su madre biológica mantienen el contacto todavía “porque tienen derecho a verse”.
Cómo es Clara
El papá temporario de Clara aseguró que es “súper inteligente” y su mamá sumó: “Él dice que es súper dotada”. “Cuando ella llegó tenía un año y cuatro meses y no caminaba. Pegaba y mordía. Cuando te acercabas a hacerle una caricia se corría o se enojaba, no entendía lo que era. Cuando se vaya va a estar escolarizada, la voy a anotar en el colegio de mis hijos. Ahora habla, te hace cariños o te da besos, incluso cuando ve la foto de alguno de nosotros le da besos. Tiene demostraciones de cariño hasta con los perros que les tenía miedo. Este crecimiento a ella le va a permitir ser mamá. Nadie da lo que no tiene, lo que no recibió”.
“Cuando llegó vos la acariciabas. Íbamos en el auto y yo le hacía una caricia en la mano y ella se corría. No sabía lo que era una caricia. Ahora te da besos, incluso le da besos a fotos de nosotros. Tiene demostraciones de cariño hasta con los perros que les tenía miedo. Este crecimiento a ella le va a permitir ser mamá. Nadie da lo que no tiene, lo que no recibió”.
A pesar de que la familia no recibió demasiada información sobre los motivos de su estado de adoptabilidad, el día que la recibieron llevaba tres meses internada en un hospital: “Tenía un año y un mes y no tenía una sola vacuna. Estuvo dos veces internada con oxígeno. La doctora me dijo que tiene los bronquios estropeados por lo menos hasta que pase la primera infancia. Es como si se me enfermara a mí y cuando no respira la llevo al hospital. No tiene más familia que se preocupe por ella”.
Los mitos
Cuando se habla de familia transitoria, lo primero que se viene a la cabeza es la escena de película en la que el niño es separado de sus cuidadores de una manera trágica y llorando debe irse de la casa de sus padres transitorios con los adoptantes, pero esto no es así.
Según explicó Érica, los chicos pasan por un proceso de adaptación a la nueva familia que dura aproximadamente un mes y medio: “Una de las nenas que cuidamos se fue pidiendo los brazos de su mamá adoptiva”, comentó Javier.
“El desapego es la excusa de la gente para no ingresar al programa. Obviamente que vas a sufrir pero es un sufrimiento dulce. Ves a los papás que la van a adoptar. Les ayudas, les contás sobre ella como fue cambiando”, explicó Érica.
“Es como si un hijo se va a estudiar al exterior. Si vos sabés que está bien, no vas a ir a agarrarte de las piernas”.
“Es más lo que recibís que lo que das. Es un servicio, yo quiero dar amor gratis a alguien que no conozco. Que a lo mejor no vuelva a ver nunca más, aunque es muy raro. Supongamos que no la vemos nunca más, pero ella ahora tiene una mente sana, sabe apegarse. Lo más valorable es que uno no ve la gratificación, ve el resultado. Para mí una cosita que ella haga a mí me emociona”.
“Para un niño, el amor es que le satisfagas las necesidades. Ellos ven el amor incondicional en una mirada, si vos los ves así, con todo tu amor, y le satisfacés las necesidades, lo amás. Ella (Clara) está muy apegada con mi hijo mayor que vive en Godoy Cruz, si es capaz de hacer apego con alguien con quien no convive, claro que va a poder con su nueva familia. A ella le gusta que le presten atención, le gusta mandar y organizar, es como una maestrita. Es súper perceptiva”.
Otro de los motivos que retrae a los posibles postulantes de tomar la decisión es no tener tiempo para cuidarlo pero hay que tomarlo como si fueran los propios hijos. Pueden ir al jardín o dejarlos al cuidado de otros miembros de la familia como tíos o abuelos temporarios.
La terrorífica DiNAF
Alrededor de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia existen muchos rumores sobre el cuidado de los chicos. Al respecto, Javier comentó: “Ella la hubiera pasado muy mal en la DiNAF, los niños no crecen a pesar de que comen, ella no va a tener la altura que debía tener”.
“Yo sí he estado en la casa cuna, un lugar desastroso. Entonces como sociedad me parece que no es justo. Si el Estado lo detectó, lo sacó de la casa, ¿qué le puede costar al Estado comprarle ropa decente? Toda la ropa que usan es donada. Tienen los juguetes rotos. Les basta con que no se mueran. Todos tienen problemas en el estómago, descompuestos, con diarrea”.
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“Uno de los chicos que cuidábamos, llegó tomando psicofármacos. La directora de la escuela donde iba me llamaba y se quejaba de que el chico se quedaba dormido. Y la psiquiatra me dijo que no lo necesitaba así que se lo fueron sacando de a poco”.
El programa
El Estado reconoce en su comunicado oficial que los chicos están en estado de vulnerabilidad y que “es fundamental el cariño que brinda un núcleo familiar” y completaron: “El Programa Familia Temporaria busca brindar cuidado y protección temporal a los menores que han sido separados de su familia por presentar situaciones de vulneración de derechos. Las familias voluntarias y solidarias se ofrecen a resguardarlos mientras dure la medida excepcional de protección”.
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