Por qué los aliados de Petri alertan riesgo aluvional con un informe del INA

El presente mapa de amenazas aluvionales no incluye las principales obras de infraestructura planteadas hace tiempo, y que están en actual revisión y futura licitación, como el caso de las presas Chacras de Coria, Sosa y obras complementarias. De implementarse estas grandes soluciones estructurales, habría que actualizar el mapa de amenazas (ya que se modificaría) y analizar posibles restricciones o intervenciones de desarrollo (urbano) en las nuevas zonas posibles. La extensión del colector Blanco Encalada hacia el Norte, en una longitud cercana a 1 kilómetro, reduciría notablemente la situación norte del distrito Vertientes del Pedemonte, en Luján de Cuyo (del informe "Evaluación de amenazas aluvionales del Área Metropolitana de Mendoza").

En 2019, un estudio realizado por el Instituto Nacional del Agua (INA) con participación del Centro Regional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Cricyt) y la Secretaría de Ambiente de la Provincia, definió los riesgos aluvionales del Gran Mendoza y advirtió que ese mapa de amenazas podría cambiar con base en la construcción de represas aluvionales importantes en Luján de Cuyo. Este trabajo técnico-científico fue reflotado por el Partido Demócrata Progresista (PDP), una agrupación aliada a Luis Petri, el ministro de Defensa de la Nación y declarado aspirante a la gobernación.

Ver: El día en el que Mendoza se inundó como Bahía Blanca

Esta revisión tiene un disparador concreto que es la pregunta basada en el desastre en la ciudad de Bahía Blanca: ¿Mendoza está preparada para soportar una supertormenta que descargue un caudal de agua descomunal, por ejemplo, de 100 milímetros de lluvia que equivalen a 100 litros por metro cuadrado en un corto plazo de tiempo?

Intentando calmar el "torrente de incertidumbre", el director de Hidráulica de la Provincia, Pablo Rodríguez, señaló al Post que "en 2020 hubo un antecedente donde llovieron 77 milímetros en el dique Frías, 77 milímetros en 40 minutos, y las obras se comportaron bien".

Sin embargo, hay documentación anterior al estudio del INA invocado que son evaluaciones de hace 15 años generada por expertos donde se midió la capacidad del sistema de contención aluvional de Mendoza y donde ya señalaban que los diques Maure y Papagayos están siempre al borde del colapso por ser construcciones que datan de 1970. El dato está incluido en un informe de 2010 titulado "Actualización del proyecto de la presa Chacras de Coria", presentado en el IV Congreso de Presas. En ese estudio se reformula la obra de contención aluvional planteada en 1980, que aún se espera que se realice y es uno de los puntos faltantes señalados en las documentaciones hidrológicas más actuales, como el informe del INA de 2019.

NDR: Es oportuno puntualizar que el proyecto original del dique Chacras de Coria era de mayor tamaño y estaba pensado para soportar una "tormenta milenaria", es decir, un evento que se daría "uno en mil años", por lo cual en la práctica terminaba siendo postergada por lo cara y por la eficacia esporádica que tendría. Por eso cada administración provincial la ignoró hasta que en 2008 se reformuló el proyecto por uno más pequeño e incluido a un sistema aluvional más integral.

Lo planteado públicamente por el PDP fue corroborado por subgerente del Centro Regional Andino (CRA) del INA de Mendoza, Santiago Ruiz Freites, quien está metido en su propia tormenta y esperando un aluvión mileista que volteará al INA en Mendoza. Su postura de queja y reclamo es por el anunciado desguace del organismo por parte del gobierno nacional.

Veamos los puntos del INA y las correspondientes explicaciones desde Hidráulica de la Provincia.

Las presas proyectadas en Luján

• El estudio del INA manifiesta que el proyecto de los diques aluvionales Chacras de Coria y Dique Sosa, junto con las obras complementarias anexas, mejoraría en gran proporción las condiciones aguas abajo y cerraría la línea de defensa de todo el piedemonte, al norte del río Mendoza. Estas obras no se han construido, además de que poseen asentamientos humanos en los vasos de los diques proyectados, situación que con urgencia debe sanearse.

La presa Chacras de Coria, reformulada, aparece como necesaria para Rodríguez, que opina que "se debería materializar y está en carpeta proyectada, hay que hacerle alguna serie de validaciones más actuales". Pero advierte que es una obra cara y que se convertiría en una obra de cabecera de la cuenca.

En cambio, el mismo Rodríguez duda de la validez o necesidad de construir el embalse aluvional del río Sosa. "Todavía dentro del equipo de ingeniería lo estamos evaluando, porque la presa Sosa es mucho más chica que la presa Chacras de Coria. En el momento de la formulación del proyecto, generó algunas dudas por si hacía falta o no hacerla. En este momento lo estamos evaluando, porque, a mi entender, el hecho de la materialización del colector Blanco Encalada ya le da suficiente seguridad. Tal vez la construcción de la presa Sosa sería por exceso, y aparte tenemos el colector Sosa abajo que tiene capacidad para 200 metros cúbicos por segundo, entonces tal vez sería una obra discutible", reveló el titular de Hidráulica.

Los colectores nuevos y reclamados

• Con respecto la zona sur del piedemonte, donde se instala una importante población, aguas arriba de la Ruta Provincial 82, el estudio señala que, si bien existe el colector Blanco Encalada como protección aluvional y escudo, resta una importante zona que se beneficiaría si se extiende el colector hacia el norte unos 1000 metros dice el Estudio del INA. Este colector está actualmente en construcción.

El funcionario de Ambiente, por su parte, pone en valor la extensión del colector de Blanco Encalada. "Es una obra civil de hormigón que se cuesta más de dos mil quinientos millones de pesos. Tiene un dique 'defector' de hormigón que lo que hace es atajar el agua y trasvasarla e introducirla en el colector Blanco Encalada para que no baje a toda la zona de los distritos Vertiente del Pedemonte, Las Compuertas, Blanco Encalada, y Chacras de Coria, y afecte a decenas de miles de personas".

El deterioro de los cauces aluvionales

• El actual sistema de defensa aluvional del Oasis de Mendoza está compuesto por diques de contención construidos entre 1940 y 1970, además de sufrir el deterioro normal por los años. Se observan algunos embanques y diferentes tipos de asentamientos poblacionales en sus alrededores.

El Gobierno asegura que esa infraestructura se cuida con tareas de mantenimiento como extracción de sedimentos, residuos y desmalezamiento y que se realizan acciones con los vecinos para definir polígonos, zonas donde no se puede edificar dado el peligro de arrastre de agua de lluvia.

Gente en los ríos secos en peligro

• Los diques Maure y Frías están afectados por asentamientos poblacionales informales en las inmediaciones, en sus vasos o vertederos. El dique Papagayos posee un barrio instalado en las inmediaciones de uno de sus vertederos, sirviendo de calle el canal que llevaría cualquier excedencia vertida del dique hacia el arroyo Papagayos y luego al Zanjón de Los Ciruelos.

Responde Rodríguez que a fines del año pasado, se logro despejar el umbral del vertedero de la presa Papagayos. "Es real que estaba ocupado con viviendas. Pero también es real, que pudimos sacar ese asentamiento. Eran dos familias, a una se le dio una vivienda La Favorita y a la otra que consiguió un terreno la Municipal de Ciudad les dio una casa modular y se la instalamos en su terreno", explicó.

• El sistema de defensa del Challao, compuesto por el dique San Isidro, ha recibido numerosas crecidas que reducen su capacidad y posee un avance urbano aguas arriba que agrava la situación. De todas maneras, estos diques aún siguen cumpliendo su función, que es la de detener y/o retardar las crecidas originadas aguas arriba, protegiendo a la población ubicada aguas abajo.

Rodríguez argumenta que el arroyo San Isidro tiene una dinámica muy importante. Allí descargan las cuencas Casa de Piedra y la de San Isidro. Es la cuenca más grande del piedemonte mendocino, con casi 100 kilómetros cuadrados. "A raíz de varios pedidos que nos han hecho vecinos que están instalados ahí, barrios que son clandestinos, porque nunca tuvieron una factibilidad hidráulica, y delimitamos un polígono, que lo delimitamos y lo dejamos asentado a través de una nota en conjunta que hicimos con la municipalidad, notificamos a esos desarrolladores y les dijimos que en ese polígono no se puede instalar absolutamente nadie. Eso tiene que ver con el ordenamiento del territorio. No obstante, todos los años desembancamos el arroyo San Isidro, reforzamos las márgenes, hay una defensa ahí, la reforzamos todos los años. Es un trabajo que se hace de manera recurrente todos los años, hasta dos veces al año lo hacemos. En este verano 'trabajamos' en dos oportunidades el arroyo San Isidro. Lo tenemos presente", respondió.

Qué sabemos y qué vemos ahora

El despliegue informativo denota que se deben tomar decisiones oficiales de avanzar con la presa de Chacras de Coria y definir si se hará el dique Sosa (hay una controversia con el INA en este caso). Que en el resto del sistema se ve una gestión de mantenimiento, pero con una capacidad acotada por la disponibilidad material para responder a toda la demanda en el extenso territorio provincial en época de lluvias y tormentas.

 Sabemos que el agua siempre buscará el cauce mayor que es el río Mendoza en forma del gran zanjón Cacique Guaymallén para desaguar o perderse en cauces secos de Lavalle y San Martín.  

La alerta pública del PDP podría ser tomada como oportunista por la época electoral, pero esa sospecha (verosímil) se supera con la necesidad ciudadana de conocer de cerca el estado de los colectores que deben conducir el torrente de agua que precipita, porque si bien no hay puntos de comparación con el evento de Bahía Blanca por las características de las cuencas, si es válido hacernos la pregunta del inicio de este informe periodístico y ensayar una respuesta. 

Hay un sistema aluvional que resiste el agua que escurre furiosa desde el piedemonte, pero tiene capacidad acotada y hay que reforzar y ampliar las barreras físicas, hay que hacer los diques y buscar modos alternativos de aminorar la velocidad del caudal para aliviar a los canales con "trampas" para enlagunar las aguas y originar el freno del fluido y propender al filtrado del líquido para que sume agua a los acuíferos. 

No hay que dormirse, porque el agua es vida, pero desbocada es mortal.