En sintonía con otras naciones, el Gobierno nacional ha ratificado el interés en el desarrollo de energía nuclear. Los proyectos que hay en Mendoza y en qué estado se encuentran. Los factores a nivel mundial que han puesto al uranio en el centro de la escena.
Inteligencia artificial, el uranio que quiere Milei y la importancia de Mendoza
En diciembre de 2024 Milei anunció la creación del Plan Nuclear Argentino. En este contexto, el plan del Ejecutivo es incentivar la industria del uranio, con especial interés en yacimientos estratégicos como los que existen en Mendoza. En este contexto, dos proyectos cobran especial relevancia: Sierra Pintada, sobre la que aún está pendiente la remediación de los residuos que quedaron tras la paralización de los '90, y Huemules, en etapa de Exploración Inicial.
El plan no solo busca garantizar el abastecimiento de las centrales nucleares existentes -Atucha I, Atucha II y Embalse-, sino también proyectar a Argentina como un actor competitivo en el mercado del uranio enriquecido y la tecnología nuclear de vanguardia.
El interés creciente de muchos gobiernos por el uranio radica en el desastre de Fukushima que paralizó en 2011 muchas plantas de producción en todo el mundo, ocasionando un desabastecimiento progresivo de uranio. Sin embargo, hay un factor contemporáneo clave en la necesidad de garantizar el abastecimiento: el desarrollo de la inteligencia artificial ya que los servidores requieren altísimos niveles de energía. En contexto de un mundo que está virando hacia el desarrollo tecnológico, el uranio es un elemento clave.
En este contexto, Mendoza aparece como una de las provincias más interesantes, ya que cuenta con dos proyectos con antecedentes en la producción de uranio. Uno de ellos, Sierra Pintada, se encuentra junto a Don Otto de Salta en estado de mayor desarrollo: en instancia de factibilidad. Sin embargo aún falta inversiones, consenso social y en el caso de Mendoza, modificar la legislación vigente.
Sierra Pintada
El complejo Sierra Pintada, ubicado en San Rafael, es uno de los yacimientos de uranio más importantes del país. Operó activamente hasta 1997, cuando su explotación fue suspendida debido a la caída de la demanda y cuestiones ambientales. La planta perteneciente a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) albergaba grandes reservas de uranio y contaba con infraestructura clave para la producción de concentrados de uranio.
Sierra Pintada, en San Rafael.
Actualmente, el proyecto se encuentra en un estado de parálisis técnica, con múltiples intentos fallidos de reactivación en las últimas décadas.
Hace seis años se autorizaron los trabajos de remediación ambiental en Sierra Pintada, tras el cierre de los '90, pero al día de hoy no se iniciaron. Y cuando finalmente arranquen, el proceso incluirá el uso de una sustancia prohibida en la Ley 7722, ácido sulfúrico. Esto es así porque la mencionada normativa sólo regula etapas de exploración y explotación, pero no así de remediación.
Con respecto a la remediación pendiente, los sólidos (rocas) contaminados que quedaron en tachos deberán ser tratados a través de un proceso de producción convencional: lixiviación con agua y ácido sulfúrico, que permitirá separar el uranio y eventualmente utilizarlo en centrales nucleares. Ese es el proceso de remediación ambiental.
En Sierra Pintada hay almacenadas unas 1.067 toneladas de residuos sólidos en más de 5.223 tachos de 200 litros, y 1.200.000 m3 de agua en canteras, a los que "hay que sacarles" el uranio. Una vez que termine el tratamiento, se habrán obtenido unas 14 toneladas de uranio que la CNEA podrá utilizar para producir energía atómica.
Más allá de la remediación pendiente, según estimaciones oficiales, Sierra Pintada alberga alrededor de 20.000 toneladas de uranio, una cifra que podría garantizar el abastecimiento del sector nuclear argentino durante años. Para el gobierno nacional, la reactivación de este yacimiento es prioritaria, ya que permitiría reducir la dependencia de uranio importado y potenciar la industria nuclear local.
Huemules
El otro gran proyecto mendocino es Huemules, en Malargüe, un yacimiento con una rica historia y que, recientemente, ha sido objeto de interés por parte de empresas extranjeras. Descubierto en 1952, fue la primera mina de uranio de Argentina y estuvo operativa hasta 1975, cuando cesó su producción tras extraer aproximadamente 130.000 toneladas de mineral.
El proyecto Huemul, se encuentra en Malargüe.
Desde su cierre, el sitio ha sido objeto de controversias debido a los pasivos ambientales que dejó la actividad minera. Para mitigar los impactos, la CNEA llevó adelante tareas de remediación que culminaron en la transformación de la mina en el Parque El Mirador, un espacio ecológico abierto a la comunidad.
Sin embargo, en 2023, la empresa canadiense Consolidated Uranium adquirió los derechos del proyecto y planea inversiones para reactivar la explotación. La compañía apuesta por técnicas de extracción más amigables con el medio ambiente, como la flotación, que no utilizan sustancias químicas prohibidas en Mendoza. Este factor podría hacer viable la reapertura del yacimiento dentro del marco normativo vigente.
Los otros proyectos que hay en Mendoza