Al igual que muchas ciudades europeas, estas antiguas construcciones constituyen un casco histórico que atesora historias mendocinas frente a una nueva creciente fisonomía urbana.
Mansiones de la Emilio Civit: historias en juego con valor patrimonial
Sobre la Avenida Emilio Civit, una de las arterias más emblemáticas de Mendoza, se ubican numerosas mansiones que son más que simples edificios. Son testigos de una época de expansión que recuerda a una élite económica que dio forma a la Mendoza del siglo XX.
Construidas en las primeras décadas del 1900 mediante diseños "eclécticos", fueron el hogar de algunas de las familias más destacadas del momento. En algunas de ellas, se aprecia la influencia del reconocido arquitecto Daniel Ramos Correa y en su conjunto, las construcciones se pueden considerar una prolongación de la planificación de la "ciudad nueva" tras el terremoto de 1861.
En la actualidad, rodeadas por una nueva fisonomía urbana y el crecimiento inmobiliario, varias de estas casas poseen declaratoria de Patrimonio Cultural de la Ciudad de Mendoza y experimentan realidades diversas. Entre las mansiones más destacadas se encuentran la Casa Moyano, Casa Arenas ,Casa López Frugoni, Ex Casa Stopell y la Casa Graffigna.
Una élite a la moda
En diálogo con el Post, la arquitecta e investigadora del CONICET, Cecilia Raffa, explicó que los estilos arquitectónicos de estas mansiones "estaban de moda para la élite mendocina y nacional en general" y argumentó que la construcción de las mismas, se dio en un período posterior a la creación de la ciudad nueva, que comenzó en 1863.
De esta manera, con el paso del tiempo, la Avenida Emilio Civit se convirtió en un eje de expansión hacia el oeste, uniendo el nuevo centro con el Parque San Martín y aunque estas viviendas no formaron parte de un plan de urbanización, Raffa afirmó que "tienen valor patrimonial porque son parte de la historia urbana de la ciudad".
La Casa Arenas construida frente a los portones del Parque San Martín, es una de las más emblemáticas de la zona.
Entre las construcciones más destacadas, se observan referencias de los estilos pintoresquista, neoplateresco y neocolonial. "Estas corrientes arquitectónicas tienen una clara influencia europea, pero no son una simple traducción directa. Más bien, responden a una interpretación local de las modas de la época", señaló Raffa, quién también es parte de un equipo de trabajo llamado Historia y Conservación del Patrimonio de Mendoza, dedicado a la investigación y publicación de numerosos trabajos de divulgación.
La huella de Ramos Correas
En un breve recorrido por la Avenida Emilio Civit, entre las numerosas mansiones, se encuentran tres que fueron diseñadas por el arquitecto chileno Daniel Ramos Correas: la Casa Arenas, Casa López Frugoni y la Casa Moyano.
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Ramos Correas, "mendocino por adopción", se destacó por su importante legado arquitectónico y urbanístico en Mendoza, donde además de trabajar en el diseño de dichas mansiones, posteriormente asumió el cargo de Director de Parques y Paseos de la Provincia en la década de 1940, durante el gobierno demócrata de Adolfo Vicchi.
En el cargo, llevó a cabo destacadas remodelaciones en el Parque General San Martín, como la planificación del teatro Pulgarcito y el teatro Griego Frank Romero Day. Al mismo tiempo, entre otros proyectos, articuló la refacción de la Plaza Independencia, del Parque Cívico y el traslado del ex zoológico al Cerro de la Gloria, dejando una importante huella en el paisaje urbano de la provincia.
La Casa Arenas se destaca por numerosos detalles como la inclusión de un ascensor, un lujo para la época.
Historias y leyendas
En esta dirección, la Casa Arenas, diseñada por Ramos Correas y el Ingeniero Emilio López Frugoni construida entre 1928 y 1930 frente a los portones del Parque San Martín, representa una de las propiedades más destacadas de la zona. Su estilo neoplateresco hispanoamericano, con torre y amplios jardines, fue encargada por el comerciante Angelino Arenas, socio fundador del Banco de Mendoza y del Jockey Club Mendoza.
La casa se destaca por numerosos detalles como la inclusión de un ascensor, un lujo para la época, y por estar envuelta en algunas leyendas urbanas, como la que cuenta que Arenas "vendió su alma al diablo" para mantener su fortuna.
Construida en 1927, la Casa López Frugoni resalta por su estilo neocolonial.
Por su parte, la Casa López Frugoni, ubicada en la esquina de Emilio Civit y Paso de los Andes, fue declarada Bien Patrimonial por el Gobierno de Mendoza en 2023, destacándose por su excelente estado de conservación. Construida en 1927, esta residencia de estilo neocolonial resalta por su ornamentación y balcones.
Emilio López Frugoni, ingeniero destacado y ministro de Industria y Obras Públicas de Mendoza, fue una figura clave del siglo XX en la arquitectura mendocina y la propiedad se consolidó como un ícono de la Emilio Civit, junto a las otras mansiones ubicadas sobre la avenida.
La Casa Moyano se destaca por su estilo pintoresquista.
A su vez, la Casa Moyano, también diseñada por Ramos Correa y construida en 1930, se encuentra ubicada en la esquina de Emilio Civit y Olascoaga. Es una mansión de estilo pintoresquista vasco y se destaca por su estructura de dos plantas, balcones múltiples y jardines.
Fuentes históricas indican que en la década de 1940, el vicepresidente Ramón Antonio Castillo se habría alojado allí para asistir a una edición de la Fiesta Nacional de la Vendimia y que la propiedad habría pertenecido a Francisco Moyano, quien fue Intendente de la Ciudad. Posteriormente, la propiedad fue sede del Consulado de Chile en Mendoza.
Patrimonio y valor agregado
Frente a la valiosa historia de estas mansiones urbanas, la arquitecta Cecilia Raffa remarcó la necesidad de implementar normativas de paisaje urbano más claras que fortalezcan las declaraciones patrimoniales ya existentes.
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Si bien no hay un "riesgo inminente" de que las mansiones desaparezcan, la especialista reflexionó sobre los cambios que está experimentando la zona debido al surgimiento de proyectos inmobiliarios que podrían modificar el paisaje urbano.
"El desarrollo en altura podría ser orientado hacia otras zonas de la ciudad, delimitando áreas específicas para este tipo de construcción", señaló Raffa, proponiendo un enfoque más equilibrado que permita el desarrollo económico sin perder la esencia del patrimonio.
El Torreón (ex Casa Forti) construido en 1910 se destaca por contar con un mirador octogonal. Es un claro ejemplo de la fusión entre las antiguas mansiones y los nuevos edificios.
En este sentido, la arquitecta e investigadora, comparó la situación con lo sucedido en la calle Arístides Villanueva donde se perdió en cierta medida su identidad arquitectónica. "Las ciudades europeas protegen sus centros históricos porque entienden que esas tramas urbanas tienen un valor agregado para la calidad de vida y el turismo" destacó.
La ex Casa Stoppel fue originalmente la vivienda de Luis Stoppel, un cónsul chileno en Mendoza y reconocido empresario durante la década de 1910. Actualmente, en la propiedad funciona el Museo Carlos Alonso.
En este sentido, Raffa remarcó la importancia de una planificación urbana más organizada, sugiriendo que áreas como la Avenida Emilio Civit y la Boulogne Sur Mer, donde por ejemplo se desarrollan eventos importantes como le Carrusel y la Vía Blanca, no deberían ser consideradas para el "crecimiento vertical".
En sus casi 10 cuadras de extensión, la Avenida Emilio Civit, mantiene su prestigio y se posiciona como un puente entre el pasado y el futuro que refleja la Mendoza que fue y la que está por venir. Mientras tanto, como un casco histórico a cielo abierto, las antiguas mansiones de algunas familias mendocinas privilegiadas del siglo XX, continúan reflejando fragmentos vivos de la historia de nuestra provincia.
