Según apuntan los especialistas, el grafeno será muy importante en el desarrollo de la transición energética. ¿Qué es y para qué sirve?
Qué es el grafeno: la competencia del cobre en la transición energética
En un mundo cada vez más enfocado en la sostenibilidad y la eficiencia, el grafeno se posiciona como un material revolucionario con el potencial de transformar sectores clave como la energía, la electrónica y la construcción.
Con propiedades únicas que lo convierten en un serio competidor del cobre, el grafeno podría redefinir el desarrollo del panorama industrial de las próximas décadas.
El grafeno y sus características
El grafeno es una forma de carbono organizada en una estructura bidimensional con átomos dispuestos en forma de panal. Este diseño molecular le otorga propiedades extraordinarias que lo diferencian de cualquier material conocido. Entre sus características más destacadas se encuentran:
Ultrarresistente: 200 veces más fuerte que el acero.
Ligero y flexible: Su peso insignificante y adaptabilidad lo hacen ideal para múltiples aplicaciones.
Conductividad eléctrica superior: Supera al cobre, el actual estándar en este aspecto.
Conductividad térmica: Ideal para la refrigeración y la generación de energía.
Transparente y biocompatible: Permite aplicaciones en dispositivos biomédicos y paneles solares.
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Estas cualidades hacen que el grafeno tenga un importante potencial en el desarrollo de la transición energética, especialmente en la producción de dispositivos más eficientes y sostenibles.
¿Por qué el grafeno podría reemplazar al cobre?
Manuel Viera, presidente de la Cámara Minera de Chile, señaló en entrevista con el sitio Mining Press que el grafeno tiene ventajas significativas sobre el cobre, como su ligereza, mayor conductividad eléctrica y menores costos de producción.
Sin embargo, destacó que el cobre sigue siendo valioso por sus propiedades antimicrobianas, lo que refuerza su utilidad en aplicaciones de salud.
Viera advirtió sobre la rapidez con que evoluciona la minería y la necesidad de que Chile y Perú, grandes productores de cobre, estén atentos a los cambios en la demanda de materiales. Comparó esta situación con la historia del salitre chileno, que fue desplazado por el sintético, subrayando la importancia de diversificar y adelantarse a las tendencias.
Chile, Perú y la producción minera
Chile y Perú no solo lideran la producción mundial de cobre (40% del total global), sino que también tienen un potencial significativo en la producción de grafito, el mineral del cual se obtiene el grafeno.
Según el Ministerio de Energía y Minas de Perú, el país andino produce ocho de los 17 minerales críticos para la transición energética global, incluidos el grafito y el litio.
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En Chile, las proyecciones son igualmente prometedoras. Para 2035, el país podría alcanzar una producción de 6,5 millones de toneladas de cobre fino, y para 2040 se estima una producción anual de 800 mil toneladas de litio. Estas cifras destacan su capacidad para diversificar su oferta minera y adoptar materiales emergentes como el grafeno.
La producción de Grafeno
El grafeno no solo es un material con propiedades únicas, sino también una oportunidad estratégica para países como Chile y Perú. Su potencial para reemplazar al cobre en aplicaciones críticas, junto con la creciente demanda de materiales más eficientes, podría redefinir el panorama de la minería y la industria global.
En un contexto donde la transición energética demanda materiales inteligentes y sostenibles, hay quienes señalan que el grafeno es el "material del futuro". Los países productores de minerales estratégicos tienen en sus manos la oportunidad de liderar esta revolución.