La imagen fue pintada en la fachada de la sede del Correo Argentino. Lo anunció el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán. "Los edificios públicos son de todos los argentinos", afirmó en sus redes sociales
Video: el Gobierno ahora tapó un mural de Néstor Kirchner en Retiro
En medio de un ambiente cargado de controversia y debate, el Gobierno argentino continúa con su decisión de retirar cualquier vestigio visual que haga alusión al kirchnerismo en los espacios públicos. Esta medida, que incluye la eliminación de murales, bustos e imágenes representativas de figuras políticas vinculadas al expresidente Néstor Kirchner y su movimiento, ha desatado reacciones encontradas en la sociedad y en el ámbito político del país.
La más reciente acción llevada a cabo por las autoridades consistió en cubrir un mural del exmandatario Kirchner en la sede del Correo Argentino, situada en el barrio de Retiro, en la Ciudad de Buenos Aires. Este acto se suma a una serie de intervenciones que han incluido la remoción de pósters de Eva Perón y la retirada de un busto del mencionado expresidente de las oficinas de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS).
La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, ha justificado estas acciones en aras de "respetar la diversidad de pensamientos y garantizar la neutralidad partidaria en los espacios públicos". Según las declaraciones oficiales, se busca evitar la presencia de cualquier forma de propaganda política en los edificios públicos, con el objetivo de que estos representen a todos los ciudadanos sin distinciones ideológicas.
Estos cambios han provocado reacciones diversas en la sociedad, siendo recibidos de manera positiva por los seguidores del gobierno actual, quienes ven en esta "despolitización del espacio público" un avance hacia la democracia y la pluralidad de ideas. Por otro lado, sectores afines al kirchnerismo han interpretado estas medidas como un intento de borrar símbolos emblemáticos de su movimiento político y han expresado su descontento ante lo que consideran una "censura" a la memoria histórica.
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En un contexto más amplio, esta serie de acciones se enmarca en un proceso de reestructuración de los espacios públicos, donde el Gobierno busca desvincularlos de cualquier connotación partidaria. Mientras tanto, la discusión sobre la posible demolición del edificio que albergaba el ex Ministerio de Desarrollo Social en la avenida 9 de Julio añade un nuevo capítulo a este debate sobre la memoria, la historia y la identidad política en Argentina.