Por qué Milei es tan popular como hace un año cuando le ganó a Sergio Massa por más del 55% en el balotaje. El plan motosierra se cumple de modo tajante. Detalles de las "prestaciones" de la herramienta del presidente.
Motosierra multiefecto: corta, plancha, te sacrifica y hace ganar elecciones
"El plan motosierra es porque le vamos a pasar la motosierra al gasto público. Tiemblen políticos chorros, ladrones, se van a quedar sin robar, van a tener que laburar como personas honestas. Sigan mintiéndoles a la gente, ladrones" ( Javier Gerardo Milei en 2023 al inicio de la campaña presidencial).
Hoy cumple 342 días como presidente y atraviesa un periodo de popularidad inusitada, entendiendo que implementa un plan de gobierno basado en el recorte del gasto público y los consecuentes sufrimientos sociales. El plan, ahora for export, es conocido como motosierra, la herramienta cortante que también trae otras "aplicaciones" para el presidente.
La motosierra, serrucha el gasto público, pero también seca, plancha y licúa. Seca la liquidez de dinero, plancha el consumo, y licúa los ingresos. He ahí el sufrimiento referido o el también llamado "sacrificio" (idea religiosa de mutilar a cambio de un beneficio mayor) que hace poco agradeció el mismo Milei por recomendación que le hizo un periodista por chat privado.
Ver: El Presidente argentino le baila a Trump y Washington pide explicaciones
Por eso ha logrado hacer creer, convencer (que no es poco), y con mucha firmeza, la idea de que la política está atada a la economía y no al revés. Un postulado revertido para quienes estudian el fenómeno político. Es decir, la pared orina al perro, de acuerdo con una visión crítica a la política económica de JGM.
Es cierto que pocas veces hemos visto en los últimos 30 años la total dependencia de la actividad política al proceso económico en este país. Aunque en realidad las crisis económicas, sobre todo las inflacionarias y/o recesivas, fueron recurrentes en los 41 años de gobiernos democráticos que ya llevamos de modo ininterrumpido.
Por eso no es un detalle, sino un fundamento que por primera vez un economista ganó una elección presidencial. Es un signo de esta época donde la población, en su mayoría, expresó la necesidad de actuar causando una disrupción.
Pasado mañana, el martes 19, se cumplirá un año que la ciudadanía, quizá sin pensarlo, con el voto popular, encendió por primera vez la motosierra y es un mérito del marketing de Milei haber resumido ese pensamiento/sentimiento en la figura del serrucho motorizado.
Se cumplirá un año del balotaje que le ganó Milei al filo peronista Sergio Massa y a la vista está que con esa votación se cortó la secuencia de gobiernos que fracasaron ante la inflación, "el peor de los impuestos", para una población enferma de ese mal económico.
Esto último lo destaco como importante en mi apuntador personal, porque es lo que parece (que para los gobiernos casi siempre es más importante que la misma realidad). Lo escribo y lo subrayo porque resulta verosímil, a juzgar por los resultados estadísticos macroeconómicos de Milei, el último, una inflación de 2,7 en octubre y a la baja. Vean este informe desde Radio Francia Internacional titulado: Un año de motosierra: radiografía a la Argentina de Milei.
Características de los cortes
La característica de la motosierra de Milei a casi de un año de ponerla en marcha es que empodera a quien la utiliza sin miramientos y para colmo declama: "no hay plata", pero sí hay más motosierra que no para. Poniendo en valor cuestiones que en otro tiempo resultarían inauditas, como paralizar y renunciar a la obra pública por considerarla una usina de corrupción. Es un canto de sirenas para los libertarios que siguen la política por X la red de Elon Musk donde habita Milei más que en la presencialidad.
Es otro efecto de la motosierra, más profundo que, por ejemplo, se lleva puesta la infraestructura vial, necesaria para desarrollar la actividad económica. Si no miren el estado desastroso y cada vez más peligroso de la Ruta Nacional 7, en especial el tramo hacia la frontera con Chile que afecta a Mendoza por ser centro del Corredor Bioceánico. Sin quererlo, o sí, la mirada se reconduce hacia la Provincia y a la administración de Alfredo Cornejo, casi inevitablemente.
De estos casos de obras públicas huérfanas hay una variedad. Solo miren los departamentos de Tunuyán o Lavalle que tienen operatorias de vivienda con un avance de obra al 90 por ciento, financiadas por programas nacionales que ya fueron serruchados y ya saben que la Nación se desligó de esas construcciones que esperan fondos para ser terminadas. Por eso los intendentes peronistas están en un proceso de seducción al gobierno provincial para que aporte el faltante de fondos para terminar esas casas que ya están adjudicadas.
Esta semana las apariciones públicas dejaron ver el posicionamiento no oculto de Milei en el concierto internacional y con él, la herramienta serrucchante de cualquier gasto considerada novedosa e imprescindible para la mirada ultraliberal global que se admira del presidente libertario que supimos parir a fuerzas de sacudones socioeconómicos.
Motosierra justiciera
La herramienta de corte se hizo sentir en Palm Beach en la cena conservadora de Donald Trump, donde fulguró como símbolo de causa común de la ultraderecha occidental y a aplicarse en el futuro en la administración trumpista. Pero en realidad la motosierra tuvo un momento de éxtasis dentro de la cocina política argentina.
La motosierra bramó contra Cristina Fernández, viuda de Kirchner, para cortarle la jubilación como expresidenta y la pensión como esposa de un presidente fallecido. Fue una medida de dudosa legalidad, aunque leyendo la letra chica de la resolución ministerial de Sandra Pettovello se decidió "suspender" esas erogaciones y no "cortarlas", como se diseminó en todos los títulos de portales y se replicó en los posteos sociales. En la práctica fue un corte letal político a Cristina con amplia resonancia popular. En la lectura fina parece una decisión sujeta a fallo judicial si la exvicepresidenta y expresidenta, pretende recuperar sus ingresos vía judicial. Pero la realidad es que quedó registrado por la "justicia" mileista de "el que las hace las paga".
En este caso a CFK le ratificaron la condena de 6 años de prisión por su participación en la causa por corrupción conocida como "Vialidad" y entonces el Gobierno decidió aplicar la motosierra a domicilio por considerar a la condenada (sin sentencia firme aún) indigna de recibir los pagos jubilatorios por no honrar con su conducta el cargo por el cual se le adjudicó ese ingreso.
Por supuesto que ella reaccionó denunciando proscripción política hacia ella y adicción gubernamental de los jueces de la Cámara de Casación que ratificaron la condena de primera instancia. Y aunque el reproche fue profundo en lo conceptual, terminó resonando como un berrinche lógico de una persona que había sido descubierta en un delito contra el Estado y que cobra 22 millones de pesos en bruto por mes del mismo Estado.
Qué sigue
El siguiente paso, sin dejar de acelerar la motosierra, es precisamente buscar la "energía" que garantice la reducción al mínimo del funcionamiento del Estado. Si las elecciones legislativas fueran mañana, Milei ganaría sin ninguna resistencia y por convicción de quienes lo votan. Pero las elecciones serán en el segundo semestre del año próximo y, por la tendencia marcada de la caída de la inflación y por la apertura del crédito masivo, vaticinan que reeditará el "voto cuota" similar a aquel que se expresó en la reelección de Carlos Menem en los '90.
Esa es la estimación compartida por los proyectores políticos y económicos. El laboratorio que es hoy la Argentina con el experimento Milei y la motosierra ha dado sus primeros resultados positivos que son los "ensayos de probeta". Ahora viene la aplicación en el campo electoral.
El último efecto, la resiliencia
Aprovechamos una observación comparativa que surge de uno de los estudios de humor social que con frecuencia hace la consultora Demokratía entre un sondeo de abril ya publicado y otro de octubre que será publicado próximamente.
Los estudios son de "proximidad" porque se concentran en el Gran Mendoza y hacemos foco en la consulta sobre la situación económica de las personas encuestadas al llegar a fin de mes.
Vean la medición en abril, en especial en las respuestas: "no le alcanza (el dinero) para llegar a fin de mes" y "llega (a fin de mes) con la ayuda de otras personas".
Si observamos y sumamos las respuestas referidos a las personas consultadas, hace seis meses que no les alcanzaba para llegar a fin de mes (20,06 por ciento), más las que llegaban a ese término ayudadas por otras personas (15,92 por ciento) representaban el 35,9 por ciento de las consultas.
Ahora bien, Nicolás González Perejamo titular de Demokratía adelantó al Post que una encuesta similar tomada en octubre tuvo un cambio sustancial en ese segmento. Quienes no les alcanza para llegar a fin de mes llegan al 16.5 por ciento y quienes alcanzan a llegar ayudados por otras personas representan el 22 por ciento. O sea que la sumatoria de los dos sectores es 38,5 por ciento.
La advertencia es que aumentaron las personas que reciben ayuda de otras para llegar a fin de mes. Es decir, hubo un reacomodamiento socioeconómico de acción solidaria entre familiares y cercanos para paliar el faltante de recursos. Esto también significa adaptación a la situación impuesta por el plan motosierra y una implícita aceptación de la realidad. Una redistribución "natural" del empobrecimiento. Y una consecuente y a la vez paradójica adhesión a la decisión de Milei de cortar y seguir cortando.
Ha cambiado el humor social, el viento hace escuchar a más distancia la motosierra como una melodía triste. Por eso Milei tiene una imagen positiva del 50 por ciento, a un año de haber sido electo por el 55,76 por ciento de los votos.