Macabi y su partido más importante contra la discriminación

La discriminación es más que un acto; es una herida que deja cicatrices profundas en el corazón de quienes la sufren. Cuando una persona se convierte en blanco de este rechazo, no solo enfrenta la hostilidad externa, sino que también experimenta un dolor interno que puede ser devastador. 

Este dolor se hizo palpable en el Club Israelita Macabi, que decidió retirar a su equipo de una competencia oficial tras sufrir un acto de discriminación. Con impronta y una fuerte base en su sentido de pertenencia, Macabi se mantuvo unido, demostrando que un club de barrio puede ser un refugio en tiempos de adversidad. 

En este contexto, el Post dialogó con Fernando Segal, presidente del club ubicado en España 1930, de Ciudad. A través de sus palabras, buscamos entender cómo enfrenta los importantes desafíos que se presentan en el camino hacia el fortalecimiento y la continuidad de esta emblemática institución. Su historia es un recordatorio de que, a pesar de las cicatrices, la resiliencia y la unidad pueden prevalecer.

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"El club Macabi, con más de 60 años de historia, fue fundado principalmente para crear un espacio físico que permita a la comunidad judía llevar a cabo diversas actividades que necesitaban. Estas actividades incluyen opciones culturales, sociales y deportivas. Gracias a la visión y al esfuerzo constante de la dirigencia, hemos logrado adquirir terrenos y recibir donaciones, lo que nos ha permitido desarrollar gradualmente estos espacios tan necesarios", expresó Segal. 

Socios y actividades

Macabi cuenta con una importante variedad de actividades para el socio. "Actualmente, el club cuenta con aproximadamente 900 socios activos y ofrece una amplia variedad de actividades deportivas y culturales, destacando nuestras tradiciones históricas. Entre ellas, se encuentra el rikudim, una danza israelí que fomenta la conexión con nuestra herencia. Además, ofrecemos baloncesto, tenis, gimnasia para adultos, pilates, danzas, entrenamiento funcional, musculación y gimnasia deportiva para niños, entre otras actividades". 

Pagar la luz, el desafío 

Fernando aclaró cómo se trabaja en el club para abonar los servicios, como la luz. "Hoy en día, es extremadamente difícil contar con el 100% del padrón al día con el pago de la cuota. Además, no tenemos acceso a créditos privados, ya que, al ser un club con ingresos limitados, no podemos acceder a financiamiento bancario ni a subsidios para luz o impuestos. Esta situación hace que sea complicado para nosotros y para muchos clubes mejorar sin la ayuda de la iniciativa privada", comentó. 

"Estamos enfrentando incrementos significativos en la boleta de luz, similares a los que cada uno ha experimentado en su hogar o lugar de trabajo. Sin embargo, los clubes no cuentan con los ingresos necesarios para subsistir, ya que las cuotas no han aumentado en la misma proporción. Además, los salarios también están en constante aumento. Aunque no tengo el dato exacto en este momento, la boleta de luz ha pasado de $400.000 a aproximadamente $2 millones", agregó. 

El golpe fuerte de la discriminación

En octubre de 2023, durante un encuentro de la Superliga Mendocina de Básquet entre el Club Israelita Macabi y Atenas Sport Club, se desató un fuerte altercado debido a un acto discriminatorio por parte de algunos hinchas. Los desmanes comenzaron en las tribunas, donde se escucharon cánticos antisemitas que crearon un ambiente hostil. Tras conocerse el fallo del Tribunal de Disciplina respecto al "antisemitismo sufrido" durante el encuentro del aquel 18 de octubre, Macabi tomó la fuerte decisión de retirar a su equipo de la competencia oficial de la Superliga.

"Estas son situaciones muy difíciles en las que sentimos la necesidad de manifestarnos. No podemos seguir permitiendo la discriminación y el antisemitismo. La única decisión que nos quedó, lamentablemente, fue retirar al equipo, ya que no encontramos respaldo en la justicia deportiva frente a estos actos de discriminación. Esta decisión nos costó descender de categoría, y lo asumimos porque hay principios que son innegociables; no se trata solo de un tema deportivo, sino de un tema de vida. Hoy, casi un año después, estamos totalmente seguros de que lo que hicimos fue lo correcto", aseguró Fernando Segal. 

 Y agregó: "Hemos enfrentado algunos insultos individuales, pero no institucionales. En un caso, nos comunicamos con otro club y la dirigencia respondió de manera muy positiva. Ha habido otros casos de discriminación hacia diferentes clubes que no estaban relacionados con la religión, y afortunadamente esos se resolvieron de manera diferente. Nuestro caso ha servido para que los jueces, tanto árbitros como tribunales de penas, actúen adecuadamente, evitando que estas situaciones ocurran y asegurando que las que se presenten sean sancionadas con la gravedad que merecen."

Ser presidente de Macabi

Sobre el final de la nota, Fernando Segal nos habló sobre su papel como presidente de una importante institución. "Desde hace dos años, tengo el honor de ser presidente del club. Nuestra política y estrategia se centran en la mejora continua de la infraestructura y los servicios. Para lograrlo, presentamos constantemente proyectos que nos permiten obtener aportes externos de sponsors y socios, lo cual es fundamental para la implementación y mejora de nuestros servicios". 

 "Ser presidente del Club Macabi es una tarea que me llena de orgullo. He pasado toda mi vida en el club y sigo comprometido con él. Disfruto profundamente de mi rol como presidente. Cuento con un equipo de trabajo excepcional, integrado por personas con amplia experiencia que nos enseñan día a día. Junto con el equipo joven, estamos convencidos de la dirección que queremos tomar para ofrecer servicios y crear un marco sociodeportivo que permita a niños, jóvenes y adultos disfrutar de un ambiente de vida saludable", finalizó. 

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