Una búsqueda del Post dio con un artículo periodístico que detalla cuándo y cómo fue el acercamiento del mejor club de fútbol del mundo para llevarse al ídolo mendocino.
Se cumplen 67 años del día en que el Real Madrid vino por Víctor Legrotaglie
Se trata de uno de los grandes mitos del fútbol mendocino: el "NO" de Víctor Legrotaglie al Real Madrid. Se ha contado tantas veces que es parte de la historia del fútbol local.
Pero, hasta ahora, esto era una historia contada por el propio protagonista y sus entonces compañeros. Hoy conoceremos un poco más sobre cómo fue. Para ello, viajaremos un poco en el tiempo y trataremos de contar quién era quién en este episodio de la historia del fútbol local.
Víctor Antonio Legrotaglie, nació en 1937 en Las Heras, Mendoza. Falleció en marzo de este año a sus 86 años. Es considerado la mayor figura del fútbol mendocino y a nivel internacional es reconocido por ser uno de los máximos goleadores de tiro libre en la historia del fútbol con 66 goles (los mismos que Lionel Messi y Ronaldinho), solo superado por Pelé (70) y Juninho Pernambucano (77).
Su debut deportivo fue a los 16 años en Gimnasia y Esgrima, club de sus amores, donde se desempeñaría en gran parte de su carrera. Ahí comenzó a destacarse desde muy joven y desde ese lugar sorprendería a los españoles que quisieron llevarlo al Real Madrid.
En sus primeros años, Legrotaglie ya se había metido a la hinchada blanquinegra en el bolsillo gracias a su buen juego. Gimnasia no pasaba sus mejores años e incluso en 1956, el Lobo, acostumbrado a ser animador de los campeonatos de la Liga Mendocina, peleó el descenso hasta la última fecha con Boca de Bermejo y Mayor Drummond.
Fue un joven Víctor quien salvaría a Gimnasia del descenso. Lo hizo nada menos que ante Independiente Rivadavia en la propia cancha de la Lepra. Gimnasia ganó 1 a 0 con un gol de Legrotaglie y el 8 blanquinegro comenzaba a dejar huellas indelebles en la parcialidad mensana.
Solo un año después, el Víctor sería buscado por el Real Madrid. Faltaba casi una década para el inicio de los torneos nacionales, sin embargo una particular ocasión daría lugar a esta búsqueda.
La oferta, según consta en el Diario La Libertad, tuvo lugar el 25 de octubre de 1957 en ocasión de la víspera de un partido entre Gimnasia y Newell's Old Boys.
Este dato no es algo menor, porque se trata de un momento anterior a que "el Víctor explotara". Es decir, todavía no se había visto su mejor versión. Incluso tuvo lugar más de una década antes de los famosos Nacionales en los que Gimnasia y Legrotaglie deslumbraron al país.
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Algunos datos del momento
En el año 1957, el mundo se encontraba sumergido en plena "Guerra Fría". Las crónicas de la época detallan varios conflictos alrededor del planeta y ponen foco en "la carrera espacial".
Fue en ese octubre de 1957 cuando la Unión Soviética lanzó al espacio el Sputnik 1, primer satélite artificial en la historia de la humanidad. En el mencionado matutino, las crónicas hablan de "qué hará el humano en el espacio" y se atreven a aventurar posibles colonias en la Luna y Marte.
A inicios de la década de 1950, en el fútbol de Mendoza hubo una rutilante aparición: Pedro Waldemar Manfredini. El delantero brilló en Maipú, pasó a Racing en 1957 y de ahí emigró a la Roma en 1959 (aún hoy es el sexto máximo goleador de la historia del club).
El paso de Manfredini por Racing fue tan notorio que valió una mención en "El Secreto de sus Ojos", película argentina galardonada con el Oscar más de 50 años después. Además, puso los ojos de la Academia en el fútbol mendocino.
Otro de los detalles a remarcar de esta época, casi como si fuera un bucle histórico que nos trae hasta nuestros días, es la construcción del "moderno" estadio de Godoy Cruz. El Tomba, tal como hoy, se encontraba en obras para la construcción de una cancha que, años después, vería brillar a Víctor Legrotaglie.
Qué recuerda la familia
"A mí me vino a buscar el Real de Madrid, el Inter y el Cosmos de Pelé y Beckenbauer", es una de las frases que se escuchó decir a Víctor Legrotaglie en varias ocasiones. Sin embargo, en diálogo con el Post, su nieto, Julián Capriolo Legrotaglie, asegura que "siempre supimos cómo fue la oferta, pero nunca nos dijo cuándo".
"Vino el cónsul de España con un reloj de oro y una valija llena de guita", le contó Víctor a su nieto. La fecha, hasta ahora desconocida por la familia, fue un 25 de octubre de 1957.
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"Él se va en 1959 a Buenos Aires, ya estaba de novio con la 'Lucha', y se fue a jugar a Chacarita. Después volvió, se casó y ya no se quiso ir más", contó Julián al Post.
Al consultarle qué decía el Víctor sobre sus razones para no irse a España, el nieto revela que esta leyenda del fútbol mendocino siempre repetía: "es muy lejos" y "para qué me iba a ir, yo acá ganaba bien, tenía todo, mi familia, mis afectos, era feliz".
Pero, además, hay un detalle que no muchos conocen: Legrotaglie tenía miedo a volar. "Lo evitaba casi siempre, no le gustaban los aviones. Una vez casi se le cayó uno y ya no quiso volar nunca más", reveló Julián.
Y detalló que "desde 1973 al 2015, nunca se tomó un avión. Lo hizo junto a Oscar Casares para ir a ver el desempate entre Gimnasia y Brown de Madryn por el descenso de la Primera B Nacional".
El Real Madrid, Franco y el cónsul
En la década del 50 no había representantes y los acuerdos se hacían entre dos clubes o directamente con el jugador que se buscaba. Según estima la familia, "la oferta debe haber venido por los dos lados".
La crónica de la época detalla que el cónsul de España, "actuando en representación del Real Madrid" hizo conocer su interés a Bernardo Schraiber, por entonces presidente de Gimnasia.
Sin embargo, en la anécdota contada por Legrotaglie, el cónsul lo buscó a él para ofrecerle el dinero y el reloj de oro como "adelanto" de lo que recibiría en Madrid. "Usted es jugador del Real de Madrid", le habría dicho el cónsul sin esperar la negativa que llegaría por parte del jugador mendocino.
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El Real Madrid de aquel entonces era bicampeón de Europa, tras ganar las Copas de Campeones (actual Champions League) de 1956 y 1957, con Alfredo Di Stéfano como la gran figura.
En aquel entonces, España era gobernada por el dictador Francisco Franco. Hay tantos artículos que aseguran que Franco fue hincha del Real Madrid y un importante factor en el éxito Merengue de la década del 50, como artículos que niegan esta relación y lo vinculan al Atlético Aviación (actual Atlético de Madrid).
En su libro "La historia oculta del Real Madrid" , el periodista Carles Torras refleja una conversación mantenida con el nieto del Generalísimo , Francisco Franco Martínez-Bordiú, quien le explicó que "Saporta [mano derecha de Bernabéu, por entonces presidente del Real Madrid] visitaba con mucha frecuencia la residencia del caudillo y pasaba ahí largos ratos. Era una de las personas que veían habitualmente al jefe del Estado sin necesidad de grandes excusas para ser recibido".
En junio de 1956 Franco presidió el homenaje nacional al primer campeón de Europa e impuso la medalla de oro de Madrid a Bernabéu. Un año más tarde, en mayo de 1957, Franco fue el encargado de entregar la segunda Copa de Europa al Madrid, ya que la final se jugó en el estadio madridista y el jefe del Estado decidió que el encuentro lo presidía él. En julio de 1958, Franco concedió la Gran Cruz del mérito civil a Bernabéu. Y a finales de ese año el presidente blanco acudió al Pardo para agradecer tan alta distinción.
El Real Madrid era considerado por entonces un "Embajador" de la hispanidad fuera de España y era motivo de orgullo para el Gobierno español, por lo que no resulta descabellado que un cónsul "representara los intereses" del club (y de España) en ultramar.
El cónsul por aquel entonces en Mendoza era Gonzalo Puente Ojea, un intelectual y diplomático español que nació en Cuba, pero creció en Madrid. Era graduado de la Universidad Complutense y pasó gran parte de su infancia en la capital española. Si bien no hay datos sobre su simpatía por el club, tampoco hay algún indicio que permita descartar el interés en fortalecer al equipo merengue con otra figura argentina.
Puente Ojea fue cónsul español en Mendoza entre 1956 y 1960. Luego, en 1973 fue ministro plenipotenciario hasta la muerte de Franco. Desde entonces fue destinado a misiones diplomáticas en Francia, Estados Unidos y el Vaticano.
Solo queda algo por destacar: faltaban 8 años para el inicio de los Torneos Nacionales. Entonces, ¿cómo llega el interés del extranjero a las canchas de Mendoza?
Gimnasia y Esgrima fue uno de los primeros equipos mendocinos en contar con una cancha con luz artificial que permitía el desarrollo de partidos por la noche.
En octubre de 1957, el estadio Mensana recibió un cuadrangular nocturno entre los locales, Racing Club de Avellaneda, Newell's Old Boys y Atlético de la Juventud Alianza de San Juan.
El Lobo perdió por 3 a 1 en su debut ante la Academia, donde brillaba el mencionado mendocino Pedro Manfredini, quien convirtió un gol. El gol blanquinegro lo hizo Petraglia y los otros dos de Racing los hicieron Pizzutti y Kelemen.
Luego en Lobo jugaría ante Newell's y ante los sanjuaninos, cayendo por 3 a 2 ante los rosarinos y saliendo victorioso por 5 a 2 ante el Lechuzo sanjuanino.
La figura de Legrotaglie se destacó y esto hizo que tanto Racing Club como el Real Madrid se interesaran por el joven jugador blanquinegro, que por entonces solo tenía 20 años.
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El artículo
Dicho todo esto, llegamos finalmente al artículo que da cuenta de la oferta del Real Madrid a Gimnasia. La nota fue publicada el día 26 de octubre de 1957 en el extinto Diario La Libertad. En la misma, el periodista Carlos Ramírez detalla que "Legrotaglie interesa al Real de Madrid y Racing".
"En la víspera (NdE: de Gimnasia vs Newell's Old Boys), el presidente de Atlético Gimnasia y Esgrima, señor Bernardo Schraiber, informó a uno de nuestros cronistas que los clubes Racing de Avellaneda y el Real de Madrid, de España, se encuentran interesados en obtener la transferencia del insider Víctor Legrotaglie", detalla la nota.
Según contó el entonces presidente de Gimnasia, los dirigentes mensanas "fueron entrevistados por el cónsul de España en Mendoza, que también presenció el match Gimnasia-Racing, el que manifestó actuar en nombre del Real de Madrid, solicitando a su vez condiciones".
El diario da como casi cerrada la negociación y asegura: "Nuestro fútbol, al parecer, está a punto de perder a otro de sus grandes elementos, como lo es el joven y hábil insider mens-sana, Legrotaglie". Lo que no sabían, es que el Víctor diría que no.
Este detalle permite traer luz a una de las historias míticas del fútbol mendocino. ¿Pudo haber tirado paredes Legrotaglie con Di Stéfano en la Casa Blanca? Ahora ya sabemos cuándo y cómo fue la propuesta.
Si hay algo claro es que el Víctor sostuvo en muchas ocasiones que "no se arrepentía" de haber dicho que no al Real Madrid. Estuvo donde quiso, fue feliz y hasta el último día recibió el cariño de su gente que bautizó el estadio con su nombre.
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