Repercusiones tras otra marcha en contra del veto al financiamiento universitario y los asesores que aprenden viendo tele.
Contradicciones en el ala Oeste de la Rosada y la caminata de Los Cansados
Los mastines Milton, Murray, Robert y Lucas, bajo las órdenes de Conan "las fuerzas del cielo", conducen al Presidente en el entrevero que marca la agenda política. Mientras tanto, luego del éxito de la Casta de Gran Engaño, buscan nuevos formatos, aunque la realidad no les da respiro.
Acá y allá hervían agendas. Las de allá estaban ensayadas, las de acá se anunciaban con tiempo pero lastimaban, no tanto por peso propio sino por la cintura enyesada de quién debía dar respuesta en el "ala Oeste" de la Rosada, un capricho de Caputito que era fanático de la serie The West Wing.
Los mastines tenían por delante su primera presentación ante la ONU. Y también, con muy pocos días de diferencia, "Los cansados" volvían a la calle. Una parada difícil porque tanta agua agitada había formado una península en la que apenas se sostenía una de las últimas joyas de la abuela: la universidad pública. La espina dorsal del reclamo descansaba sobre una vergüenza estructural, algo así como pegarle a la madre. Tampoco era cuestión de hacer gárgaras de progresismo. ¿Está bien preguntar cómo se maneja el dinero? Claro que sí. Pero en la fanfarria los que repiten la palabra "auditoría" no saben si es grave, aguda o esdrújula.
¿Y por qué tanto encono de los mastines con "Los cansados"? Porque afirman que entre 2015 y 2022 el 89% del dinero otorgado a las universidades públicas no ha sido rendido. De los seis informes que tiene la Auditoría General de la Nación (AGN) solo aprobó tres, el que corresponde a Psicología de la UBA. Pero los retrasos no los ponen las Casas de Estudio sino el letargo burocrático de esos procedimientos. ¿Es verdad que las universidades se niegan a ser auditadas? No. Resulta que quién controla la administración pública es la Sindicatura General de la Nación que hace auditorías internas en las diversas dependencias nacionales. Pero no pueden meterse en las cuentas de las universidades ya que lo impide una ley aprobada en 2020 durante la gestión de Alberto Fernández. Lo que argumenta esa ley es que el Ejecutivo no puede violar la autarquía de las universidades y además ya existe el artículo 75 de la Constitución que faculta al Congreso para generar instrumentos que gestionen la educación pública. Entonces, las dilaciones son culpa de un gran embrollo de oficinistas, no de los académicos.
"Los cansados" marcharon y los mastines respondieron con veto y choris para los indignados. Avisaron que les van a cobrar un arancel a los estudiantes extranjeros, pero ¿cuántos son? En 2022 un informe oficial detalló que en el país había 122.769 estudiantes de otras nacionalidades, es decir, el 4,1% del total. Eso sí, al final del día, nadie recogió el guante de la novedad: la UBA había vuelto a figurar entre las 10 mejores universidades según el ranking QS de universidades de América Latina y el Caribe, elaborado por Quacquarelli Symonds.
Lo bueno es que la retórica estaba garantizada en manos de Caputito que suplía la falta de expertise con horas de tele y resolvió rápido el discurso del Presidente en la ONU, choreándose un textual de Josiah Bartlett, el Presidente de EE.UU. en la serie The West Wing. El texto original de la ficción norteamericana que el protagonista pronuncia en el capítulo llamado "Inauguration, part 2" dice: "Estamos a favor de la libertad de aprender... para todos". Esa parte la eliminó del discurso que armó para el Presidente argentino. Estuvo rápido, hay que reconocerlo ...
Continuará ...