Adrián Fermosel, presidente del Club Banco Nación, reveló el trabajo que se realiza para mantenerse firme a pesar de la crisis económica que los golpea. Pero además sufren por la inseguridad.
La "batalla" del club Banco Nación contra la crisis (y los robos)
En la vida, todos enfrentamos batallas, ya sean internas o externas. Estas luchas pueden manifestarse de diversas formas: desde desafíos personales, como la superación de miedos y dudas, hasta conflictos más tangibles. Enfrentar una batalla no solo implica resistencia y coraje, sino también la capacidad de aprender y crecer a través de la adversidad.
Y hablando de batallas, el Club Banco Nación de Mendoza se encuentra en medio de grandes desafíos. Además de la tarea de mantener a flote esta emblemática institución en medio de la crisis económica, el club debe lidiar con la inseguridad, un factor que afecta su funcionamiento diario.
Como muchos clubes de barrio en Mendoza, Banco Nación enfrenta diversos retos en medio de la crisis económica actual. Sin embargo, la lucha y las batallas diarias continúan en pos del crecimiento de la institución.
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Por ello, es esencial conocer las actividades que realizan los clubes y cómo logran mantenerse en pie en tiempos difíciles. En este contexto, el Post conversó con Adrián Fermosel, presidente del Club Banco Nación, ubicado en Tirasso 2778, Guaymallén, para descubrir más sobre el presente de esta institución.
"El Club Banco Nación fue fundado en 1971 y, al igual que otros clubes institucionales, estaba destinado a todos los empleados del Banco Nación de Mendoza. En diferentes partes de Argentina existen otras instituciones similares, como en Buenos Aires y Santa Fe. Aquí en Mendoza también se encuentra el club de Alvear, que fue creado por empleados del banco. El estatuto de los clubes de Banco Nación establece que su administración debe estar a cargo de empleados o ex empleados del banco", destaca Fermosel.
Y agregó: "Nosotros nos encontramos con administraciones donde el desconocimiento y la falta de idoneidad eran evidentes. La última dirección que tuvo el club, antes de mí presidencia, no logró cumplir con sus objetivos. Con el equipo que tengo hoy estamos avanzando, haciendo lo mejor que podemos. Hace años, el club enfrentó una situación de tocar fondo en la que el recurso humano escaseaba. En ese entonces, los empleados llevaron a cabo una movilización. Esta situación tuvo gran repercusión y los socios también expresaron su disconformidad por el estado del club. Fueron épocas difíciles que requerían no solo trabajo, sino también la capacidad de sobrellevar la situación con carisma y empatía."
Fermosel destacó la importancia de relacionar el contexto actual con el trabajo diario que realizan en el club. "Los contextos políticos siempre exigen esfuerzos, y sabemos que, incluso en las economías familiares, tienen un impacto significativo. A pesar de esto, hemos seguido adelante, remando. En el contexto actual, tenemos la posibilidad de trabajar de una manera más holgada, a pesar de los retos que se presentan", expresó.
Estatus de socio
El presidente del Club Banco Nación detalló cómo se conforma el estatus de socio. "La mayoría de los socios no están relacionados con el banco. Originalmente, estos clubes institucionales estaban destinados a los empleados del banco, pero hoy en día también contamos con personas externas que contribuyen al club. Los únicos socios plenos que puede tener el club son los empleados del banco, aunque nosotros consideramos que el estatus de socio pleno se atribuye también a quienes pagan la cuota. En total, contamos con casi 600 socios."
"Ofrecemos diversas actividades, como vóley, futsal, fútbol, básquet, patín artístico y hockey. Además, somos sede de la filial de Platense en Mendoza", resaltó.
Pago de servicios y subsidios
El pago de los servicios básicos es otro de los grandes retos que enfrenta el club para su mantenimiento y Fermosel habló sobre el tema. "En enero estábamos pagando $1.200.000 y hoy el pago ha subido a más de $2.200.000, solo en electricidad. En cuanto al gas, contamos con dos termotanques grandes que calientan el agua de los camarines principales. Hemos enfrentado dificultades administrativas que nos impiden reunir la documentación necesaria de forma completa para pedir subsidios. Obtener estos subsidios será de gran ayuda para obtener un respiro financiero".
"En este momento, lo único que podemos hacer son tareas de mantenimiento. Los subsidios que estamos solicitando son exclusivamente para obras, ya que no recaudamos ingresos suficientes, en parte debido a la deficiencia de infraestructura. Contamos con un salón grande en la parte trasera que ha perdido sus baños, y el mantenimiento no se realizó adecuadamente, lo que lo ha vuelto inapto para recibir gente. Esto también limita nuestra capacidad de alquilarlo para eventos, lo que representaba un ingreso importante para nosotros. Esa fuente de recursos se ha perdido", explicó.
Inseguridad
La inseguridad se ha convertido en el mayor problema que enfrenta el club debido a los constantes robos y hurtos que sufre la institución. "Otra de las dificultades que enfrentamos para avanzar es el tema de la inseguridad. Este es el problema más grande que tiene el club. Sufrimos robos de manera constante; de hecho, han sustraído incluso el cierre perimetral. Nos roban permanentemente, además de los robos agravados en la sede central, donde rompen puertas, vidrios y se llevan objetos de valor. Estamos en una zona liberada."
"Estamos luchando por hacer crecer el club, pero, por otro lado, enfrentamos este grave problema de inseguridad. En un momento, evaluamos la balanza entre los costos de reposición de lo robado y la posibilidad de contratar una empresa de seguridad. Aunque esto representaba un costo fijo adicional que no podíamos asumir, nos dimos cuenta de que estábamos gastando mucho dinero en reponer materiales necesarios para el funcionamiento mínimo. Así que decidimos priorizar la seguridad, prefiriendo invertir en protección privada en lugar de seguir pagando por los materiales y la mano de obra para reponer lo que se robaban", destacó.
"La situación es tan crítica que no podemos permitirnos comprar ni un foco; realmente sabemos que sería un gasto perdido. Por ejemplo, hemos instalado canillas y tapones en la parte de riego, porque si dejas una canilla sin cubrir, al día siguiente ya no está", amplió Fermosel.
Adrián Fermosel tiene en claro cómo debe administrar los ingresos para sostener al club. "Si tuviera el dinero para remodelar el salón del fondo, lo haría, porque ese espacio puede generar ingresos al alquilarlo para eventos como cumpleaños o casamientos. Esa inversión no solo amortizará el gasto, sino que seguiría generando ingresos en el tiempo, permitiéndonos cubrir varios gastos y seguir invirtiendo en infraestructura. Sin embargo, actualmente no podemos hacer inversiones de crecimiento. Los costos fijos nos superan y así es como enfrentamos nuestra batalla diaria."
La tarea de un presidente
Enfrentar "pequeñas batallas" es la tarea fundamental del presidente de cualquier club de barrio. Adrián Fermosel tiene muy clara la visión del club y el objetivo que persigue. "Gran parte del trabajo que se realiza es de gestión, buscando soluciones a los inconvenientes que surgen. No manejamos una empresa; somos un club, y nuestros intereses no son particulares, sino comunes. Cada vez que voy al club, me siento como en casa. Los intereses y la visión del club son lo que realmente nos guían", concluyó.
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