El intendente de Luján, del PRO, contó que para 2025 su plan es armar una lista de concejales en alianza con la UCR. Agregó que la pelea Cornejo-De Marchi no sería un impedimento. "Hay que dejar el ego político de lado y priorizar lo que la comunidad necesita", agregó.
Allasino, el pragmático: propone una alianza con la UCR para 2025
"No hay que privar ninguna estrategia electoral que nos permita seguir mejorándole la vida de los vecinos de Luján. Hay gente muy valiosa en el radicalismo, como Natalio Mema, y como él seguramente hay un montón más que tienen ganas de que Luján siga creciendo y sea un lugar próspero".
La frase pertenece a Esteban Allasino (40), el intendente de Luján que, de esa manera, ratificó su intención de armar una única lista de concejales en 2025 con radicales. Así lo planteó en una entrevista con el Post, en la que agregó que ese plan "no depende solamente de mí, pero yo tengo una mirada de que hay una nueva camada de jóvenes dirigentes y funcionarios públicos que tienen ganas de dejar atrás el egoísmo y las rencillas que no nos llevaron a ningún lado".
El dirigente del PRO, que esta semana fue uno de los oradores en la asunción de Mauricio Macri al frente del partido, insistió en que no le gusta la "rosca" ni las "rencillas", y afirmó que Alfredo Cornejo y Omar De Marchi, principal referente del PRO en Luján, no deberían ser un impedimento para su propuesta electoral del año que viene. "Las diferencias que ellos tengan las tendrán que solucionar entre ellos. Es un tema que los convoca de manera particular".
Si bien no lo asume durante la entrevista, una eventual alianza entre el PRO y la UCR en Luján podría generar algo inédito: que haya un resultado cercano al 80-20. Así lo imaginan algunos de los que avalan este potencial acuerdo, en base a los comicios más recientes, lo que dejaría prácticamente invisibilizado al kirchnerimo/peronismo de ese departamento, después de haber gobernado hasta 2015.
-A diferencia de otros intendentes, al vecino de Luján le cuesta identificarte con un partido o sector político. ¿De qué equipo sos?
-Soy del PRO. Estoy afiliado y pertenezco a ese espacio político. Pero yo trabajo en la Municipalidad para todos los vecinos: la mitad de los que no me votaron y la mitad de los que sí lo hicieron, y poco les importa en qué partido estoy. Los vecinos quieren saber qué hago. El que está en el Ejecutivo tiene una responsabilidad de gestión en la que tiene que distanciarse de los espacios políticos para no contaminar las decisiones del día a día con sesgos propios de discusiones que en la política son siempre egoístas. Entonces, para no ser egoísta y poner en primer lugar mi función como administrador de los recursos de Luján, siempre trato de marcar esa distancia. Mi trabajo es administrar los recursos de Luján para recompensar el gran esfuerzo que hacen las familias del departamento, que son las que generan recursos con el pago de sus servicios.
-¿Para marcar esa distancia rechazaste la propuesta de ser presidente del PRO en Mendoza?
-Precisamente, porque mi foco está puesto en la gestión y entiendo que si yo me hubiese puesto como candidato a ocupar un cargo de representación del partido, no estaría cumpliendo de manera plena mi tarea como administrador de los recursos de Luján.
-¿Por qué o por quién fuiste candidato y hoy en día sos intendente de Luján?
-Luján es un espacio en el que la conducción política, desde hace muchos años, la lidera Omar (De Marchi), si bien hoy él está en otro rol político y de gestión. Pero mi vínculo era mucho más cercano con Sebastián (Bragagnolo), del que yo era jefe de Gabinete hasta el año pasado. Cuando se abrió la vacante de candidatos (Bragagnolo desestimó una posible reelección), yo era una de las alternativas. La persona que más fuerte empujó para que yo fuera el candidato fue Sebastián porque él entendía que de esa manera se iba a poder continuar el laburo que veníamos haciendo. De todas maneras, es una cuestión muy de equipo, de una estructura que viene trabajando hace tiempo. Yo fui jefe de Gabinete de los dos (De Marchi y Bragagnolo) y ambos sabían de mis virtudes y mis defectos y valoraron más el compromiso de gestión que el peso político.
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-¿Qué sentiste cuando Bragagnolo anunció el año pasado que no se presentaría a la reelección como intendente de Luján?
-Obviamente que me sorprendió porque era un buen gestor, joven, un buen intendente y muy bien considerado en el resto del Gran Mendoza. Pero también entiendo que él llevaba más de 20 años en el ejercicio de la función pública, que es apasionante, que es emocionante, pero que también te desgasta al exponer todo el tiempo tu imagen y tu familia, y hay momentos en los que uno entiende que ya hizo su aporte y entonces es mucho más honesto y serio dar un paso al costado. Muchas veces hay intendentes a los que les ha sobrado una intendencia. En Luján, por ejemplo, a (Luis) Carral le sobró una intendencia; hizo tres y la última fue muy mala, y ejemplos como esos sobran en Mendoza.
-Ahora, tras la enmienda constitucional, ya no podrá haber intendentes de tres o más gestiones consecutivas. En ese nuevo escenario, ¿vos te ves como un intendente de una o dos gestiones?
-Me veo como un intendente dentro de un proyecto que excede esta gestión. Lo puedo continuar yo o lo puede continuar otra persona del equipo. El proceso tiene que ser largo para realmente terminar de transformar lo que es Luján. Hay lugares en los que ya hemos logrado una transformación profunda, pero en otros no. Es por eso que parte de mi tiempo lo dedico a la construcción de ese liderazgo humano y natural para que haya un equipo permanentemente competitivo. Tenemos que lograr que en los próximos 40 meses construyamos una gestión muy buena para que los vecinos Luján sigan eligiendo este modelo de gestión porque detrás de todo esto hay un modelo de hacer las cosas.
-¿Apuntás a que la Plataforma Logística de Luján sea la obra emblemática de tu gestión?
-No lo sé. Sí creo que va a ser un hito de la articulación público privada. Nosotros no vamos a poner un solo peso desde la comuna en ese proyecto, todo lo van a poner los privados. Es un proyecto que va a impactar de manera directa en Luján porque va a generar más fuentes de empleo, más inversiones y mucho más movimiento económico porque habrá "derrame" en la comunidad. Y detrás de esto viene otro "proyecto hermano", que es el desarrollo del Parque Industrial que será el corazón de la producción metalmecánica e industrial de Mendoza, con la refinería como motor, sumado a la logística; somos las puertas al Pacífico. Luján va a seguir siendo un motor de la economía de Mendoza.
-Recientemente nos conmovimos con la muerte de Osvaldo Rofrano, empresario que justamente tenía su compañía en el Parque Industrial. Además nos sorprendimos porque había publicado en redes sociales que estaba amenazado presuntamente por mafiosos y te mencionó en otro mensaje diciendo que vos estabas al tanto.
-Es un hecho muy triste. Yo lo conocía a Osvaldo y también a su familia, pues son gente de Luján. Él, principalmente, era un actor muy activo del Parque Industrial. Cuando me enteré lo que había pasado, me comuniqué con la familia, con la esposa y con la hija. Ellos me participaron del entierro que iba a ser el día sábado y estuve presente, acompañando a la familia. Una situación muy triste.
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-Él estaba en contra de la instalación de una empresa presuntamente de Tucumán en el Parque y en el posteo en X denunció que estaba amenazado y que vos estabas al tanto.
-Osvaldo hace una referencia en el marco de mi relación con él dentro del Parque Industrial. Yo le explicaba que no puedo hacer nada fuera de la norma y que la decisión del consorcio del Parque Industrial, del cual él formaba parte, era una decisión propia del consorcio. Era el mismo consorcio el que definía la localización de empresas. Él me pedía que yo intercediera y yo le explicaba que no podía ante algo ya aprobado por el consorcio del Parque respetando las normas del mismo Parque, que lo mío se acotaba a una relación de vínculo Ejecutivo con el Parque Industrial. Pero bueno, la verdad que es una situación muy triste y ojalá que la familia encuentre consuelo. Nosotros desde la comunidad lujanina y el equipo municipal los vamos a acompañar con todo.
-Cuando se conoció la muerte de Rofrano y se hizo público lo que había posteado antes, hubo políticos, incluso de La Unión Mendocina, que rápidamente salieron a decir en redes sociales que lo habían matado y aprovecharon para pegarle al Gobierno.
-Vuelvo a la primera pregunta cuando te dije que siempre pongo la gestión por delante de lo político. ¿Sabés por qué? Porque lo político, lamentablemente, está alimentado de toda esa cloaca. En redes sociales, desde el anonimato o no, la gente dice cualquier cosa y si uno además les da un sesgo partidario, termina cometiendo errores de gestión porque termina validando una decisión por cuestiones que no tienen que ver con el análisis crítico o técnico de la situación. Si todas mis decisiones de gestión las tomarán por lo que algún político de turno me dice u opina, creéme que la gestión sería muy mala. Nosotros necesitamos que la gestión sea de frente y transparente al vecino y por eso me molesta que la política carezca de la madurez suficiente para afrontar los desafíos de la Argentina. Mucho de lo que nos pasa es porque hay estructuras políticas que ya están vencidas. Hay liderazgos políticos que son muy malos. Te dicen que lo único importante es ganar elecciones y cómo es lo único importante, para ganar las elecciones destruiste tu familia, tus amigos o tu equipo de trabajo. Yo creo que ganar elecciones tiene que ser consecuencia de tener una buena gestión o una propuesta superadora y llevarla adelante de manera clara y evidente. Yo abrazo a la política para tener el poder de llegar a gestionar, pero que la política no condicione las decisiones de gestión del día a día.
-No te gusta la rosca.
-No, para nada. Yo disfruto más de gestionar, tomar decisiones con los aciertos y los errores de todos los días, que pasar horas en el café escuchando las grandes soluciones y las grandes declaraciones que tienen un montón de actores de la vida política, pero que después a la hora de los bife son cagones. Las soluciones de café que no se llevan a la práctica no sirven. Todos son capaces de ser gobernadores, presidentes o intendentes, pero cuando tienen que ponerse en ese ejercicio, ahí faltan agallas y coraje.
-Si no te gusta la rosca, ¿por qué tantas fotos con un intendente peronista, como Stevanato?
-Nosotros tenemos una microrregión con Maipú. Nos une un límite geográfico que es la calle Paso y la calle Vieytes. Tenemos en esa zona uno de los principales puntos de crecimiento poblacional de Mendoza. De todo lo que crecieron Luján y Maipú, mucho se dio en esa zona en la que, por ejemplo, tenés barrios donde a los vecinos les llega la factura del agua de Luján, pero la de cloacas de Maipú por una decisión del EPAS de 2010. Además, las familias circulan por las mismas calles, van a los mismos clubes, a los mismos negocios, sin importar de qué lado están. Entonces, esas personas no quieren quedar a merced de los egoísmos de dos intendentes que se echen la culpa uno al otro. El ego político debe quedar de lado y priorizar lo que la comunidad necesita. Hoy estamos haciendo obras en esa zona y ambos municipios pusimos la plata. Los vecinos nos reclaman que trabajemos de manera conjunta para que no queden las cosas sin resolver.
-En esto de dejar de lado la rosca, de priorizar la gestión por encima de lo estrictamente político. ¿Harías una alianza con los radicales de Luján para 2025?
-Todo es posible.
-¿Te gustaría armar junto a la UCR una única lista de concejales?
-No hay que privar ninguna estrategia electoral que nos permita seguir mejorándole la vida de los vecinos de Luján. Hay gente muy valiosa en el radicalismo, como Natalio Mema (es el ministro de Gobierno y fue candidato a intendente de Luján por Cambia Mendoza), que es un chico Luján que es buena persona y buen funcionario del Ejecutivo. Y como él seguramente hay un montón más que tienen ganas de que Luján siga creciendo y sea un lugar próspero. Yo no quiero privar por egoísmos y por peleas de algunas personas la oportunidad de darle los mejores funcionarios al departamento. Es difícil convocar a gente para trabajar en el sector público porque la política está muy desprestigiada y tiene que cargar un peso extra al de hacer su trabajo como cualquiera. No depende solamente de mí, pero yo tengo una mirada de que hay una nueva camada de jóvenes dirigentes y funcionarios públicos que tienen ganas de dejar atrás el egoísmo y las rencillas que no nos llevaron a ningún lado.
-Justamente: ¿la "rencilla" entre Cornejo y De Marchi no hace impracticable tu propuesta?
-Las diferencias que ellos tengan las tendrán que solucionar entre ellos. Es un tema que los convoca de manera particular. Mendoza es una provincia pujante que necesita más líderes políticos apostando al crecimiento y Luján también; es un departamento pujante que crece, se industrializa, genera empleo, y si nos privamos de ese crecimiento por alguna pequeña discusión política estamos volviendo a la lógica del egoísmo, de que primero está la política y después están los ciudadanos. Para mí, primero los ciudadanos y después la política.
-Saliendo de Luján, ¿qué debe hacer el PRO en la provincia? ¿Debe confirmar el esquema de Cambia Mendoza?
-El jueves tuve la oportunidad de participar en el acto de relanzamiento del PRO donde habló Mauricio Macri y entre los múltiples referentes de gestión, estuvimos en el panel tres intendentes. Ahí, quisimos mostrar que además de ser un sello político joven, en el PRO hay una capacidad de gestión comprobada. Un modelo de gestión pública en el que primero está el ciudadano y después la rosca. Si ves Luján, año a año la situaciones que antes parecían imposibles de resolver, se van resolviendo. Entonces, el PRO tiene que recuperar esa identidad de gestores, de una política donde vale más hacer bien las cosas que la cantidad de punteros que tenés. El PRO tiene que recuperar esa identidad, volver a esa raíz que lo fundó, apostando a gestiones profesionales. Yo por eso me sumé al PRO en su momento, porque estoy convencido de que si uno le pone profesionalismo, conciencia y buenos valores, los cambios suceden. Otras estructuras políticas están obsoletas y vencidas porque prima la rosca política para ver quién va primero, quién va segundo, y "después que nos repartimos los cargos vemos qué hacemos". La Argentina ya tuvo un montón de buenos oradores que parecía que iban a resolver todos los problemas, pero después de los discursos tenés que gestionar esas propuestas.
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