Tras un año preso, la Justicia salvadoreña decidió postergarle una audiencia clave para el próximo año. Alejo Arias continuará detenido en el penal Santa Ana.
El mendocino preso en El Salvador podría salir en libertad recién en 2025
Alejo Arias se fue desde su casa en Rivadavia, Mendoza con el objetivo de trabajar juntos a sus primos en El Salvador, un pequeño país de América Central. El 14 de julio del 2023 fue detenido tras caer junto a una banda colombiana asociada a realizar acciones dirigidas a lavar dinero de asociaciones ilícitas. Según su familia, el joven fue engañado cuando le ofrecieron un trabajo de cobrador de una financiera que era ilegal.
El abogado de la familia, el reconocido Miguel Ángel Pierri, en una entrevista anterior con el Post , dijo que en junio tendría una audiencia en la que podría recuperar la libertad. Sin embargo, la audiencia no se realizó y Arias tendría que esperar hasta 2025 para tener una nueva ya que el caso continúa en etapa de investigación.
Luego de pasar varios meses en una cárcel y 10 meses sin poder comunicarse con nadie tras la clara política de mano dura desde la llegada de Nayib Bukele a la presidencia. A mediados de abril, fue trasladado a una nueva cárcel con un régimen de menor seguridad llamado Penal Occidental Santa Ana, cerca de la capital de El Salvador. Pero a pesar de tener menor régimen, aún no tiene contacto con su familia.
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Según contó Sandra, madre de Alejo, al Post, todo continúa igual, pero al menos saben que está bien. Mientras tanto no baja los brazos y continúan luchando junto a su esposo para que su hijo salga en libertad o al menos poder contactarse con él después de tanto tiempo.
Este jueves desde la cancillería de Argentina en El Salvador, visitarían al joven en la cárcel para hacerle llegar algunos presentes: "Le van a hacer una visita en la cual le van a llevar fotos que yo le envié y cartas que le he mandado a través de escritos por WhatsApp", señaló su madre.
El caso
El mendocino Alejo Arias González viajó en marzo del 2023 a El Salvador a trabajar. Sin embargo, unos meses después, cayó junto a una banda colombiana. Sandra, la madre de Alejo, aseguró que su hijo "fue engañado" y que "no sabían que esa financiera era ilegal, si no, no hubiéramos dejado que fuera".
Alejo aceptó la propuesta de trabajo porque unos primos estaban en dicho país y le comentaron de la posibilidad de trabajar en la misma empresa. Sandra comentó que desde que llegó a El Salvador, a Alejo lo recibieron muy bien, le dieron alojamiento, comida y tenía muchas comodidades que lo hacían sentirse bien.
Sin embargo, luego de las detenciones, la madre de Alejo comentó que se enteraron porque "mis sobrinos nos llamaron por teléfono avisando que él no había vuelto a dormir. Luego de eso, el Presidente avisó que los extranjeros tenían algunos días para abandonar el país, entonces se volvieron", comentó Sandra.
"Ellos fueron engañados para hacer ese trabajo, sin saber que estaban envueltos en esta situación", aseguró la mamá de Alejo.
Esta organización operaba en negro, ofreciendo préstamos no registrados a una tasa del 20%, generando un sistema de usura, en el que si los deudores no pagaban lo que debían, eran amenazados y hasta podían llegar a sufrir usurpación de identidad para acceder a datos bancarios y así transferir el dinero debido a cuentas en el exterior, mayoritariamente a Colombia.
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