Abel Basti es un periodista que estudia e investiga hace más de 30 años la presencia de jerarcas nazis en Argentina, afirmando que Hitler vivió varios años en el país. Recientemente confirmó la presencia de un submarino nazi hundido frente a Necochea.
"Hitler estuvo en Mendoza", afirma el descubridor de un submarino nazi
El final de la Segunda Guerra Mundial y la caída del Tercer Reich, con lo que se consumó el nazismo a mediados del Siglo XX, disparó la polémica acerca de la muerte de Adolf Hitler, que según la historia oficial, se suicidó en su búnker de Berlín, el 30 de abril de 1945, previo a la invasión final aliada a la capital alemana. Sin embargo, diversos historiadores aseguran que vivió varios años más, en distintos países de Sudamérica y que, incluso, estuvo en Argentina y, entre otras provincias, pasó por Mendoza. Así lo afirmó Abel Basti, periodista oriundo de Buenos Aires, radicado en Bariloche, que investigó, durante los últimos 30 años, la historia que unía a la Argentina con los altos mandos nazis. Él le contó al Post que Hitler estuvo viviendo en Mendoza cuando se disponía a abandonar Argentina y cruzar a Chile.
La historia la escriben los que ganan y la confirmación de la muerte de Hitler hacia finales de la segunda guerra, encaminó la rendición inclaudicable de las tropas remanentes de Alemania y parecía zanjar permanentemente el tema de Partido Nacionalsocialista alemán, pero los rumores de la huida de varios miembros del alto mando nazi previo a la toma de Berlín por parte de los aliados, sembraron sospechas en torno a la veracidad del relato oficial.
Estas sospechas comenzaron a potenciarse, luego de que Estados Unidos confirmara el deceso del líder alemán por sus piezas dentales, debido a la imposibilidad de reconocer el cadáver.
"En la Cancillería de la Wilhelmstrasse se encontraron los cadáveres de numerosos miembros del Estado Mayor nazi, jefes de las tropas de asalto y nazis de renombre, pero no el de Hitler", rezaba el reporte que realizó la agencia de noticias Reuters, luego de la toma de Berlín por parte de los aliados. Esta noticia contradecía la versión norteamericana y abría el panorama acerca de qué había sucedido con Hitler.
Para la época, gobernaba la Argentina el gobierno militar de Edelmiro Julián Farrell, el tercer presidente de la denominada Revolución del '43, que derrocó al gobierno de Ramón Castillo. Los militares de la época, entre los cuales destacaba el por entonces Coronel Juan Domingo Perón, eran muy cercanos ideológicamente al régimen nacionalsocialista alemán, pero por la presión que ejerció Estados Unidos, debieron declararle la guerra a Alemania en marzo de 1945.
Luego de la caída del Reich, una de las versiones alternativas de la historia oficial señaló que la Unión Soviética, los primeros en llegar a Berlín, aseguraron a los Aliados que Hitler no se encontraba en su búnker y que había huido, presuntamente, hacia Argentina. Alemania tenía un plan de contingencia para que los jerarcas pudieran huir, en caso de perder la guerra, a algún lugar seguro en el mundo, a bordo de los submarinos alemanes, apodados "lobos grises".
Varios de esos submarinos fueron divisados a lo largo de la costa argentina, durante 1945, en la época en la que dos de ellos aparecieron frente al puerto de Mar del Plata y demoraran un tiempo en entregarse y rendirse. En 2022 se descubrieron los restos de otro submarino, hundido frente a las costas de Necochea y, hace pocos días, peritos confirmaron que se trataba de uno de esos submarinos nazis que merodearon Argentina hacia el final de la Segunda Guerra Mundial.
Abel Basti: "Hitler estuvo algún tiempo en la provincia de Mendoza"
El Post dialogó con Abel Basti, periodista oriundo de Buenos Aires, radicado en Bariloche, que investigó, durante los últimos 30 años, la historia que unía a la Argentina con los altos mandos nazis que buscaron refugio luego de la Segunda Guerra Mundial y que encabezó la misión "Eslabón Perdido", que buscaba dar con el paradero de esos submarinos que trajeron a los nazis a Argentina.
Esta inclinación a descubrir cómo fue que se gestó la llegada de los nazis a nuestro país, comenzó en Abel luego de cubrir el resonante caso del capitán de las SS, Erich Priebke, arrestado en Bariloche en el año 1995.
"Comenzó en los años '90, cuando se desató un caso en Bariloche, donde yo vivo, fue el caso de extradición del capitán de las SS Eric Priebke y bueno, yo como periodista tuve que cubrir durante varios meses ese caso y ahí comenzaron a surgir informaciones que no eran compatibles con la historia oficial, de como el caso de los submarinos que le han llegado a la Argentina en forma furtiva y como el caso de que Hitler también hubiera escapado y llegado a nuestro país", comenzó relatando Abel Basti.
El periodista investigó durante años en Bariloche, lugar donde se refugiaron muchos jerarcas nazis, incluso, el líder del partido Nacional Socialista alemán, Adolf Hitler. "En mi investigación, la mayoría son testimonios directos, que algunos están subidos a mi canal de youtube y mi último libro presenta fotos de Hitler después de la guerra, o sea, en el exilio en Sudamérica", relató Basti y añadió que Hitler "llegó a los 56 años de edad en 1945 y murió a los 80, así que durante esos años vivió principalmente en Argentina y también en Paraguay, pero viajaba, así que visitó otros países como Brasil, Chile, Bolivia y Colombia. Tuvo una vida de viaje y reuniones con sus viejos camaradas, con políticos, con militares, con empresarios... viviendo como un jubilado con un alto poder adquisitivo, por decirlo de algún modo, porque plata no le faltaba, así que parte de su vida se la dedicó a viajar", explicó.
Adolf Hitler se refugió durante varios años en San Carlos de Bariloche, en una estancia a 15 kilómetros de la ciudad, donde también se refugiaron otros jerarcas. "Hitler sale de Alemania antes de que se rinda el Tercer Reich, el 22 de abril de 1945. Lo hace rumbo a España y después, en España va a embarcar en uno de los submarinos que formaban parte de un convoy con destino a la Argentina. Así que, en el invierno del '45 llega a Argentina y desde la costa lo trasladan directamente a Bariloche, a una estancia que está a unos 15 kilómetros del centro de la ciudad, que se llama estancia San Ramón. Ese fue el primer refugio de Hitler en el exilio", afirmó Basti.
Consultado acerca de si es posible que, dentro del movimiento de locaciones donde Hitler residió o pasó un tiempo breve, hubiera estado viviendo en Mendoza, Basti respondió rotundamente que "Sí, estuvo algún tiempo en la provincia de Mendoza", aseguró y añadió que "en esto de moverse y no quedarse quieto por razones de seguridad también estuvo en Mendoza algunos años".
En 1991, un científico alemán, que luego se sabría que fue el biólogo detrás de los proyectos genéticos de las SS, fue hallado asesinado en una finca de Ugarteche, en Luján de Cuyo. Heinz Brücher fue encontrado maniatado y asesinado en lo que se pensó que podría haber sido un robo, pero luego se deslizaron otras hipótesis, como que lo encontró un comando del Mossad (fuerzas de inteligencia de élite de Israel), quienes realizaron varios operativos en Argentina para "extraditar" ilegalmente a oficiales nazis escondidos en nuestro país.
El predio donde se lo encontró a Brücher, conocido como Cóndor Huasi, poseía una escultura enorme de un cóndor, muy similar a la reconocida águila nazi. Se especula que, quizás, en ese lugar pudo haber estad escondido Hitler durante su breve estancia en Mendoza.
Heinz Brücher trabajó para la Universidad Nacional de Cuyo y para el Cricyt. En la casa de estudios, trabajó entre 1954 y 1958, en el Departamento de Investigaciones Científicas, organismo liderado por otro alemán, Walter Georgii, quien fue Comandante en Jefe de la Luftwaffe, la fuerza aérea del Tercer Reich, vital para el desarrollo tecnológico de los aviones alemanes.
Brücher fue un botánico y genetista, miembro de la Unidad Especial de Ciencias de la SS. Su trabajo giró en torno a la modificación genética de plantas para resistir climas extremos. En 1945, se le ordena destruir la investigación realizada, a lo que se niega y huye hacia Argentina.
Primero vivió en Tucumán, luego pasó por Caracas, en Venezuela, luego por Asunción, en Paraguay, previo a mudarse a Mendoza, donde fue asesinado.
El escape en submarinos y llegada a Argentina
El Estado Mayor del Partido nazi tenía un plan de contingencias para favorecer la huida de los jerarcas nazis en caso de que Alemania perdiera la guerra. El mismo consistía en abordar submarinos alemanes con oro, joyas, obras de arte y otros bienes de valor, junto con las autoridades a evacuar, entre ellos Hitler y su ministro Josef Mengele, entre otros.
Según Abel Basti, eso fue lo que ocurrió cuando era inminente la invasión de las fuerzas aliadas y soviéticas al corazón de nazismo en Berlín. Ya con la guerra totalmente volcada, la capital alemana fue el último bastión nazi, que cayó ante los soviéticos a principios de mayo de 1945.
Pero, ¿cómo se forjó la huida de los nazis y su arribo de incógnito a Sudamérica, en general y Argentina, en particular?
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Para el periodista especializado, la "desconocida" huida hacia Sudamérica fue posible gracias a un acuerdo entre la cúpula nazi con Truman, el presidente estadounidense. "Esta huida es producto de un pacto a nivel internacional bajo un paraguas de protección norteamericano, en el que los nazis llegan a un acuerdo con los Estados Unidos, con el presidente Truman, para salir de Europa, transfiriendo capital, divisas, hombres y tecnología a Estados Unidos. A su vez, Estados Unidos recicla a los nazis para que combatan al comunismo, así que había un pacto de alto nivel y los países de la región estaban, digamos, subordinados ese pacto, que comanda Washington. Por eso los nazis llegaron a todos los países de América sin problema, principalmente, a Estados Unidos, que es el país que más nazis recibió", explicó el especialista.
Si embargo, esto se negoció en las altas esferas y de manera no oficial, ya que la versión oficial, para el gran público, habla de que Hitler murió tras suicidarse en su búnker y sus oficiales lograron escapar. "Siempre, por abajo de esas formalidades, en la historia hay otros acuerdos y otros intereses", reflexionó Basti.
"Siempre hay que seguir la ruta del dinero", expresó el periodista, en referencia al apoyo económico de Estados Unidos a Alemania, para poder negociar ante la rendición alemana. "Las empresas alemanas, que estuvieron con el Tercer Reich, no se fundieron después de la caída, se recapitalizaron en Estados Unidos, con empresas asociadas y siguieron funcionando", comentó el periodista.
En la década de los años '30, en Argentina había una fuerte influencia alemana. De hecho, la comunidad alemana en nuestro país era la tercera en importancia. Luego del golpe del general Uriburu, la oligarquía argentina asienta negocios y alianzas comerciales con Alemania, lo que armó todo un tejido social para que se diera el arribo de los nazis de manera encubierta.
En 1945 arribaron los submarinos nazis a Argentina. Abel Basti lideró la expedición "Eslabón Perdido", que buscaba dar con uno de esos submarinos que llegaron a Argentina y merodearon las costas buscando un lugar para desembarcar.
Eslabón Perdido es "una investigación de varios años. Lo que pasa es que, en los últimos años, yo me centré en la zona de Buenos Aires en el sur de Buenos Aires especialmente en Necochea por grandes historias que están documentadas de desembarcos y de la presencia de los nazis en esa región", comenzó el relato el periodista.
"Así que la idea era ubicar un submarino que había llegado y esa fue una tarea primera de reconstrucción, con los relatos de los pobladores de los pescadores y finalmente operativa, respecto a la búsqueda en un sitio determinado con buzos y con sonar con tecnología ubicando el casco en el año 2022", añadió.
Luego, en las últimas semanas, una nueva expedición al sitio del naufragio, ubicado a unos pocos kilómetros de la costa de Quequén, pueblo portuario pegado a Necochea, ratificó que los restos hallados pertenecían a un submarino alemán de la clase U-Boot Clase IX, de los que usaban los alemanes en la Segunda Guerra. Así lo confirmó el especialista italiano Fabio Bisciotti, de la Liga Naval Italiana y especialista en submarinos de la época.
"La dificultad siempre fue porque este submarino está semi enterrado hasta la cubierta y destruido por explosivos, entonces hay que hacer una tarea de reconstrucción muy detallada de las piezas que se pueden observar, pero los peritos identifican claramente las piezas correspondiente en un submarino alemán", detalló Basti, al tiempo que añadió que la escena había sido adulterada, con chatarra que fue arrojada en el sitio del hallazgo, que antes no estaba y que complicó el análisis de las estructuras.
La teoría del por qué de este submarino hundido y del por qué otros dos se entregaron en Mar del Plata, para Basti responde a la operación para desembarcar a los nazis en nuestro territorio.
Basti señaló que mientras las dos unidades de Mar del Plata "se rendían, distrayendo la opinión pública, otras unidades hacían un procedimiento de desembarco de carga y de personas en otras partes del país y el protocolo que se usó era desembarcar a esas cargas y esas personas y posteriormente hundir al submarino en la misma zona donde habían marcado, llevándolo mar adentro", detalló el periodista argentino.
La confirmación que los restos encontrados en Necochea responden a una unidad alemana, demuestra que "quizás pueden existir otras embarcaciones que han realizado el mismo modus operandi en otros sectores, donde quizás haya más dificultades para la búsqueda, por esto de que el mar trabaja, digamos tragando a la embarcaciones. Es muy común, o sea, van quedándo sepultadas bajo bajo la arena. Entonces los sitios de algunos son bastante inaccesibles o difícil de llegar por tierra y esto implica operaciones más complejas en el mar, pero bueno sí debe haber más submarinos hundidos en el mar argentino", señaló abel Basti.
Entre los jerarcas nazis que vivieron en Argentina, además de Hitler, Basti destaca la presencia de Martin Bormann, que era "el hombre detrás de la escena, el hombre que manejaba las divisas, la mano derecha de Hitler. Yo diría que es el más importante después de Hitler, en donde la historia oficial dice que murió en Berlín en 1945 pero estaba estaba viviendo en Sudamérica", destacó el periodista.
Si bien pasó varios años de su exilio en Argentina, Adolf Hitler no murió en nuestro país. Abel Basti asegura que falleció en Asunción, Paraguay, en el año 1971.
Además, entre los jerarcas que residieron en Argentina, Adolf Eichmann, un alto mando de las SS, fue secuestrado por un comando del Mossad en la localidad bonaerense de San Fernando, en donde se escondía y fue trasladado ilegalmente a Jerusalem, donde fue juzgado y colgado en la horca.
Por su parte, Josef Mengele vivió varios años en Bariloche y Buenos Aires, pero cuando los rumores del Mossad lo cercaban, logró huir de Argentina. Murió en 1979 en San Pablo, Brasil, siendo enterrado bajo otro nombre, del cual se sabría su verdadera identidad en 1985.