El gobernador encabezará la Asamblea Legislativa este miércoles para inaugurar el período de sesiones ordinarias. Entre otros anuncios, confirmará que está listo el borrador del demorado Código de Aguas. ¿Qué tiene que ver la minería?
Cornejo anunciará la creación de un Código de Aguas
Durante su discurso de este miércoles 1 de mayo, en la Asamblea Legislativa de apertura de sesiones ordinarias, el gobernador Alfredo Cornejo anunciará que, finalmente, el Departamento General de Irrigación terminó de elaborar un borrador del Código de Aguas que viene reclamándose desde hace décadas, y que integra toda la regulación hídrica que hoy en día está dispersa en cientos de leyes provinciales y nacionales, y resoluciones. El mismo, eventualmente, deberá ser aprobado en la Legislatura.
En las últimas semanas, el superintendente de Irrigación, Sergio Marinelli, se reunió con distintos intendentes de departamentos con zonas productivas para anticiparles los puntos clave del Código de Aguas, que anunciará Cornejo este miércoles. "Servirá para ordenar todo lo que hay y para establecer una política de largo plazo, previendo que con el paso del tiempo disminuirá la oferta y aumentará la demanda de agua", explicó uno de los funcionarios que participó en la redacción del nuevo código.
La elaboración de un Código de Aguas para "ordenar el desorden normativo" viene reclamándose en Mendoza desde la primera mitad del Siglo XX, ya que la Ley de Aguas, del siglo anterior, convivía con otras cientos de regulaciones que surgieron posteriormente, por lo que el derecho hídrico terminó legislándose de forma separada, sin considerar el ciclo hidrológico como una unidad. Además, desde 1884, año en que se sancionó la Ley de Aguas, se crearon más de 100 leyes que terminaron impactando sobre aquella normativa.
Confirmado desde Casa de Gobierno el anuncio de Cornejo mañana, el Post consultó al respecto al superintendente de Irrigación, Sergio Marinelli, y anticipó que la semana que viene se habilitará una plataforma web, elaborada por la UNCuyo, para que cualquier persona pueda leer el borrador y realizar sugerencias o críticas al mismo, cumpliendo así el "aspecto participativo" que debe tener la sanción de un Código de este tipo. "Ya contamos con la participación de reconocidos juristas, como Aída Kemelmajer y Alejandro Pérez Hualde", contó, en referencia a que los dos exjueces de la Corte fueron consultados al respecto, y agregó que "Miguel Mathus Escorihuela ya tiene un borrador del mismo y lo está analizando también".
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Las claves del Código de Aguas, según Marinelli
"Es un ordenamiento, donde se junta toda la legislación actual, sin modificar lo establecido en la Constitución", aclaró Marinelli, y completó: "Ninguna ley puede modificar eso". Se trata de lo que establece la Carta Magna en el capítulo sobre Irrigación, en referencia a que el derecho de agua es "inherente a los predios", la participación de los usuarios, etc.
Explicó el titular de Irrigación que el Código de Aguas, "más allá de ordenar todo lo que hay hoy, también tiene en cuenta el plan hídrico, con cambios apuntados a tener una política a largo plazo". "Entre otros aspectos, se incorpora un capítulo ambiental", siguió, sin dar más novedades. Otro punto es que el Código actualiza las prioridades de uso de agua, ya que la anacrónica legislación que rige hoy prioriza el consumo humano y, en segundo lugar, los ferrocarriles.
También se modificará el criterio para otorgar nuevos permisos de uso de agua. "La Ley de Aguas habla de derechos eventuales hasta tanto se estableciera el aforo (caudal) de los ríos. Después de mucho discutir, concluimos que el concepto jurídico para definir el caudal de los ríos es el volumen que necesita cada concesión de agua. Es decir que se autorizarán nuevas concesiones en la medida en que el agua alcance para satisfacer la demanda de los usuarios vigentes".
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En este punto entra la minería: sólo se otorgarán permisos de agua en la medida que el recurso alcance para, previamente, satisfacer la demanda de los usuarios que ya tienen "derechos adquiridos". Claro está que esta posible complicación se dará en muchos años cuando se avance con la minería metalífera en el centro y norte de Mendoza, porque en Malargüe -donde se quiere activar rápidamente la minería- no habrá inconvenientes ya que Mendoza no usa prácticamente nada de los 34 m3/s que le corresponden del río Grande.