Los estafadores se hacían pasar por empleados de Mercado Libre y engañaban a sus víctimas.
Le ofrecieron un trabajo por redes y la estafaron en más de $500.000
Las estafas virtuales se han vuelto un recurso para los delincuentes, ya que sin dar la cara y detrás de perfiles falsos roban el dinero de personas que son engañadas por sus modus operandi.
Marina tiene 38 años y vive en Godoy Cruz, vio la oportunidad en Instagram cuando una publicidad llamó su atención, y es que los delincuentes pagan hasta publicidad en las redes para que las estafas lleguen a más personas y así robar más dinero.
La publicidad ofrece un trabajo en la empresa de Mercado Libre y los estafadores se las ingenian para hacerlo lo más real posible, utilizan el logotipo de la aplicación, tipografías y colores para atraer más a sus víctimas.
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Con la promesa de hacer crecer las ganancias realizando el trabajo de "clasificador de pedidos" prometen un salario mensual de hasta $300.000 o de $10.000 por día.
Marina fue una de las víctimas por este modus operandi. "Vi la publicidad en Instagram y como la necesidad es grande, me metí a probar", señaló al Post.
El método de estafa consiste en ingresar al link, allí te envían para comunicarte con ellos a través de Telegram (plataforma de mensajería)al ingresar a una página el usuario tiene que registrarse y hacer un depósito mínimo de $5.000.
Los delincuentes hasta se toman el trabajo de realizar un "contrato o acuerdo" firmado supuestamente por la empresa. Una vez que les llega el depósito comienzan las "tareas" que debe hacer la persona para obtener ganancias.
Estas consisten en clasificar pedidos que entraban a la "plataforma", pero no solo eso, los usuarios deben invertir dinero de su bolsillo para pagar el producto, con el consuelo que luego de que se complete la venta la supuesta empresa se lo reembolsaría con la ganancia incluida.
Para que sea más creíble y que los usuarios sigan invirtiendo, comienzan con pedidos chicos, una cuchara, unas cremas, una vez que lograron que depositen la plata te dejan retirar el monto con la ganancia, ya que se trata de sumas chicas, pero cuando esa suma es mayor ahí empiezan las excusas.
Marina realizó varias tareas y obtuvo una gran ganancia, pero a la hora de retirarlas los estafadores le dijeron que no podían enviarle el depósito porque tenía deudas en el AFIP(Administración Federal de Ingresos Públicos) y que primero debía pagar los impuestos. Algo que sorprendió a la mujer porque ella ni siquiera estaba registrada. Después de eso los estafadores desaparecieron.
La víctima de esta estafa aseguró que perdió $510.000 y no tiene respuestas, además averiguó que el número donde depositaba el dinero estaba a nombre de una mujer con domicilio en Buenos Aires.
Medidas de prevención ante estafas virtuales
Como parte de las recomendaciones, los especialistas aconsejan, ante una estafa, siempre llamar al 911 o realizar la denuncia de forma on-line ingresando aquí.
Otros de los consejos es evitar compartir datos bancarios, claves, pin, códigos de verificación, usuario y contraseñas.
En este sentido, al acceder a cuentas bancarias, home banking y aplicaciones hacerlo desde redes seguras. Las entidades bancarias, empresas y organismos gubernamentales jamás piden datos personales completos para terminar trámites.
Tampoco hay que ingresar a páginas ni aplicaciones a través de links o enlaces dudosos recibidos por WhatsApp, correo electrónico o publicados en redes sociales. Las páginas seguras empiezan siempre con https://.
Por otro lado, los delincuentes pueden falsificar fotos de perfil de personas, marcas, organismos y empresas, por lo que es importante verificar los datos de autenticidad de las páginas en las cuales se navega.
Eliminar los correos electrónicos sospechosos y no responder a mensajes ni llamadas de números desconocidos. En el caso de atender, verificar que sea auténtica y, aun así, nunca brindar datos personales.
Además, al pedir dinero por WhatsApp, chequear el número y, si el contacto no es conocido, reportarlo y bloquearlo.
En esta misma línea, no realizar compras en redes sociales o sitios de internet que no garanticen la identidad de las personas que ofrecen los productos y servicios.
Por último, en la medida de lo posible, usar claves diferentes para las distintas aplicaciones o sitios de internet, y cerrar todas las sesiones y sistemas al terminar la transacción.
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