La tendencia se afirma entre la población mendocina. Las rupturas legales de los matrimonios dieron un salto estadístico desde la pandemia y se sostiene a dos años de finalizado el periodo de emergencia sanitaria. Qué pasa con el divorcio exprés que impulsa el presidente.
Notable aumento de divorcios en Mendoza: se triplicaron desde 2020
Entre 2020 y 2021, los dos años pandémicos, hubo un incremento de divorcios en Mendoza y esa tendencia se ha mantenido al punto que desde que finalizó la epidemia global de covid, aumentó un 56,6% la tendencia "divorcista" en nuestra provincia.
Eso evidencian los registros oficiales. En 2020, cuando comenzó la emergencia de salud, se divorciaron 1.411 parejas y en 2021 en plena época de contagios, barbijos, distanciamiento social y vacunas, fueron 2.636 matrimonios que decidieron separarse legalmente. Fue un salto en la estadística notable, casi se duplicó el número de separaciones conyugales.
Ya fuera de la pandemia, en 2023 se presentaron ante la justicia 4.130 parejas dispuestas a divorciarse y concretaron la separación. Es decir que el número se incrementó a más de la mitad respecto de 2021 y casi triplicó la cantidad de 2020. Es evidente que el encierro impuesto como medida sanitaria potenció los conflictos domésticos y familiares.
Ver: Cómo es el divorcio exprés que impulsa Milei
También existe un dato vinculado con este aspecto sociológico y con la actualidad impuesta por la impronta del presidente Javier Milei. Se trata del DNU 70/23 que emitió el jefe de Estado hace 53 días, apenas asumió, y donde incluye el divorcio exprés, es decir, la separación legal de común acuerdo entre las partes y sin la intervención de la justicia.
Sobre este punto no hay aún evidencia de presentaciones ocupando esta modalidad que, de realizarse, los solicitantes se deben presentar en las oficinas del Registro Civil y plantear la voluntad de deshacer el vínculo matrimonial, sin más trámite.
Efecto post-epidémico
Mirando el mar de fondo sociológico, el aumento estadístico de las rupturas legales de los matrimonios está vinculada con los prolongados periodos de encierro y los casos de violencia de género y violencia intrafamiliar, de acuerdo a los informes que se generaron en ese periodo entre 2020 y 2022.
Se da como proyección de este diagnóstico social, ya fuera del tiempo de emergencia sanitaria, que la tendencia se afirmó llegando a triplicar en 2023 la cantidad de divorcios respecto de de 2020. Se presume que el deterioro, el desgaste de las relaciones interpersonales acentuaron esta propensión. Como consecuencia se percibe un aumento de las familias monoparentales, o sea padre o madre a cargo de sus hijos y/o hijas.