Se desploman los niveles de actividad económica y la recaudación impositiva. Una "tormenta perfecta" contra los servicios públicos de la Provincia. No todo se va a poder atajar.
Ajuste desigual: las provincias al arco
Ya se conocen los números de recaudación impositiva de enero, y son fuertemente a la baja. La estanflación está rumbo a su fase más pesada y la economía mendocina lo está sintiendo. Así, Ingresos Brutos viene con una caída (real) del 9% interanual, mientras que el total de recaudación (coparticipación y propia) se desploma al 12% interanual. Y encima la situación puede llegar a empeorar en febrero/marzo, ya que el piso de caída en actividad económica probablemente aún no se haya tocado, siendo esta la base principal para tributar.
Y si bien el ajuste fiscal era inevitable, dada la herencia K, quizás nos estemos equivocando en el reparto de cargas, ya que mientras a Nación se le cae la recaudación de algunos tributos, como el IVA Impositivo y Ganancias, otros le suben enormemente, como el IVA aduanero, derechos de exportación e importación, impuesto PAÍS, entre los principales. En cambio, a Provincias y Municipios se le comprimen todos sus ingresos: coparticipación, impuestos a la actividad e impuestos patrimoniales, subsidio al transporte, ahora fondos para el incentivo docente, es decir, sus recursos merman en forma completa, sin amortiguación. Además, el Gobierno Nacional tiene roll over y puede colocar deuda pública en mucha mayor proporción que las Provincias. Y las cuasi-monedas no son la solución, ya lo sabemos.
La consecuencia de este ajuste desigual hacia las Provincias es que los servicios públicos se van a resentir. No debemos olvidar que los servicios esenciales, los que llegan más directamente a la gente, lo hacen Provincias y Municipios, no Nación. No hay nivel de Gobierno más alejado de la gente que el Nacional, sin embargo, vaya paradoja, es el Presidente quien maneja la caja mayor.
De esta forma, el Gobierno Nacional está generando una suerte de "tormenta perfecta" contra los servicios provinciales de salud, educación, policía y transporte, más los servicios municipales, todos con un costo de producción determinado, donde si la merma en los fondos es demasiado grande, en alguna medida van a bajar su calidad. O sea, con su ajuste desigual (más Provincias y Municipios, menos Nación), esto le pega derechito a la gente, no a la casta.
De todas formas, nuestra esperanza sigue siendo que este sufrimiento sea temporario. Varias consultoras y entendidos en macroeconomía arrojan ciertas probabilidades de que el plan estabilizador funcione, con una mejora de la competitividad cambiaria (fundamental para una economía como la de Mendoza), y una baja de la inflación a partir del segundo semestre.
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Por eso Mendoza sigue en el camino de búsqueda de un Estado más inteligente, más eficiente como está comenzando a transitar la Nación, la estabilización de la economía la necesitamos todos, y a ese rumbo lo debe liderar el Presidente. Sin embargo, aconsejamos al Gobierno Nacional no buscar enemigos en las Provincias, sino acompañamiento y diálogo (estamos todos en el mismo barco), ya que el ajuste se tiene que repartir de manera más igualitaria entre las distintas jurisdicciones de Gobierno, para que el costo del ajuste no lo paguen los servicios públicos que llegan más directamente a la gente, y son necesarios hoy más que nunca.