El juez Sarmineto dispuso que se retiraran los celulares de los presos, pero el ex intendente pidió que se lo dejaran.
Lobos pidió que no le saquen el celular porque lo usa para estudiar
A principios de enero, el juez Sebastián Sarmiento tomó la decisión de poner fin gradualmente al privilegio otorgado a los presos de utilizar teléfonos celulares en las cárceles de Mendoza, beneficio que había sido instaurado en 2020 durante el inicio de la cuarentena por la pandemia de COVID-19. La medida, que generó malestar entre los reclusos, incluyó la solicitud de una excepción por parte del ex intendente de Guaymallén, Luis Lobos.
El juez Sarmiento argumentó que era necesario poner fin al beneficio concedido a los presos mendocinos durante el período de restricciones de visitas. En su resolución, estableció que la retirada de los teléfonos celulares registrados a nombre de los reos se llevaría a cabo de manera gradual, con el cumplimiento previo de ciertas condiciones para no vulnerar sus derechos y garantías.
Luis Lobos, actualmente detenido en el pabellón 6 del complejo San Felipe por delitos de corrupción, fue uno de los primeros en abordar esta situación y, según publicó Diario Uno, envió una nota pidiendo que le dejen su teléfono. Alegó que utiliza su teléfono celular para sus estudios universitarios, ya que está cursando el segundo año de Licenciatura en Sociología. Según su argumento, su dispositivo le permite participar en clases virtuales, rendir exámenes y acceder a información académica relevante.
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Además, Lobos destacó que este teléfono es la única forma que tiene para comunicarse con uno de sus hijos que reside en Canadá. Ante estos argumentos, el juez encargado de resolver la cuestión, Gabriel Bragagnolo, solicitó al Servicio Penitenciario que informara sobre la propiedad del celular registrado a nombre de Luis Lobos y si las autoridades penitenciarias lo han confiscado.
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