Con su discurso pacifista ha logrado que cientos de miles de rusos hagan largas filas para firmar su apoyo para que pueda presentarse en las elecciones de marzo.
El antiguerra Boris Nadezhdin es el nuevo líder de la oposición a Putin
En un país donde las voces de oposición son sistemáticamente silenciadas y las elecciones nacionales parecen más una farsa que un proceso democrático genuino, surgió un rayo de esperanza bajo el nombre de Boris B. Nadezhdin. Su apellido, derivado de la palabra "esperanza" en ruso, se ha convertido inesperadamente en el líder opositor a la guerra de Putin contra Ucrania.
Boris B. Nadezhdin emerge como el único candidato con una plataforma antiguerra que tiene posibilidades reales de competir contra el presidente Vladimir Putin en las elecciones rusas programadas para marzo. A pesar de las dificultades, los rusos dentro y fuera del país están movilizándose para apoyar su candidatura, firmando el petitorio de Nadezhdin con la esperanza de alcanzar firmas suficientes antes de la fecha límite del 31 de enero.
En diferentes partes de Rusia, desde la gélida ciudad siberiana de Yakutsk hasta la histórica San Petersburgo, los ciudadanos se han enfrentado a temperaturas extremas para expresar su rechazo a la guerra. Las filas interminables en Ekaterimburgo y la solidaridad en ciudades extranjeras como Berlín, Estambul y Tiflis, son testimonio de la inusual comunión pública entre los rusos antiguerra y aquellos cuyas voces han sido silenciadas por el patrioterismo y la brutalidad estatal.
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En un país donde la protesta está prácticamente prohibida y criticar a las fuerzas militares se considera un delito, las largas filas de apoyo a la candidatura de Nadezhdin representan un acto de valentía y desafío colectivo. La ley de censura que penaliza las críticas a la guerra, ha llevado a muchos a respaldar a Nadezhdin como la única opción legal para expresar su oposición a la invasión de Ucrania.
Aunque muchos de los votantes no conocen a fondo a Nadezhdin, un médico de 60 años y exmiembro del Parlamento ruso, lo apoyan como una forma legal de protesta. Reconociendo que carece del carisma de otros líderes opositores, Nadezhdin se presenta como la única alternativa para demostrar la oposición al conflicto, abogando por la liberación de presos políticos, la repatriación de tropas y la paz con Ucrania.
La mirada escéptica del Kremlin está presente, cuestionando si Nadezhdin es simplemente una herramienta funcional para el gobierno. Su pasado como asesor de Sergei Kiriyenko en la década de 1990 y su presencia en la televisión estatal han despertado suspicacias, pero Nadezhdin se defiende argumentando que si fuera una marioneta del Kremlin, no estaría corriendo en busca de firmas y fondos de campaña.
A pesar de la incertidumbre y las dificultades, el apoyo a Nadezhdin se mantiene firme entre sus seguidores. La inesperada ola de apoyo plantea una pregunta incómoda para el Kremlin: ¿permitirán que un candidato antiguerra participe en las elecciones presidenciales?
En un país donde el control del Kremlin sobre el proceso electoral es férreo, la participación de Nadezhdin podría representar un giro imprevisto en el guion. Aunque muchos aceptan que podría convertirse en un candidato testimonial, la sensación de que las cosas no están saliendo según lo planeado para el Kremlin persiste entre aquellos que han firmado el petitorio en un acto de protesta y esperanza.
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