Ante la confirmación del Gobierno nacional de una retención del 8% a las exportaciones vitivinícolas, desde el sector enfatizaron que corren con desventajas frente a sus competidores en el mercado mundial.
Bodegas de Argentina: "Nuestros competidores no tienen retenciones"
La discusión en torno al posible retorno de retenciones al vino mantiene en vilo a la provincia y a una de las industrias más importantes de la región cuyana. El Gobierno nacional busca apurar el tratamiento de la Ley Ómnibus con temas que consideran cruciales para la economía nacional.
Los bodegueros, por su parte, piden frenar la intención del Gobierno de subir las retenciones. Esto, aseguran, perjudicar aún más la competitividad de las exportaciones argentinas frente a países sin gravámenes a las exportaciones.
Por otro lado, tras un año con una caída del 27% en las ventas al exterior, apuntan que no están en condiciones de "entregar al estado un mes completo de ingresos por exportaciones".
Según estiman desde Bodegas de Argentina, este monto que se les cobraría -cercano a 60 millones de dólares en total- es un tercio del monto que las Bodegas gastan en concepto laboral o un cuarto de las compras de materias primas e insumos.
Ante este panorama, los diputados libertarios mendocinos se encuentran en una encrucijada. Mientras hicieron campaña prometiendo bajar impuestos, su voto podría ser decisivo a la hora de definir si hay retenciones del 8% al vino. ¿Pesará más su obediencia partidaria o la representación con la industria insignia de Mendoza?
En ese marco, Milton Kuret, Director Ejecutivo de Bodegas de Argentina, dialogó con el Post y analizó el contexto en el que se darían estas medidas y qué podrían causar. Cabe recordar que, tan pronto se conoció la Ley Ómnibus, el sector bodeguero emitió un comunicado expresando su postura en contra de esta medida propuesta por el gobierno nacional. Ahora, con el inminente paso al Congreso, la palabra de los bodegueros toma nuevamente relevancia.
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"Esto resta competitividad porque los precios en la góndola empiezan a ir para atrás. Es una pérdida de competitividad, los demás países que compiten con nosotros no tienen retenciones", subrayó Kuret.
Otros de los problemas que señalan desde el sector bodeguero es el cambio con relación al esquema de cobro de las exportaciones tras la devaluación. "Ha tenido un golpe muy fuerte en el dólar importación donde no solamente se devaluó, sino que además le aplicaron el Impuesto País", especificó el entrevistado.
"Esa variación del tipo de cambio se ha trasladado muy fuerte a los costos, por ejemplo: los corchos y los insumos que están 100% dolarizados, han aumentado un 118%", explicó Kuret. Mientras que apuntó los otros costos también se han incrementado entre el 50% y el 60%.
Otra de las contradicciones que se encuentran en el sector tiene que ver con que el vino, como tal, es una marca país. Los vinos argentinos son un producto con valor agregado y son bien valorados en otras partes del mundo. Sin embargo, reciben el mismo trato que una commodity.
En ese contexto, Milton Kuret reflexionó sobre la lógica que entiende que puede haber a la hora de cobrar derechos de exportación. "Cuando un país devalúa, dice bueno, a cambio, como he hecho una devaluación, eso impulsa mucho la exportación y puede generar una desigualdad muy grande frente a los precios locales, entonces es lógico pensar que un Estado cobre una retención", señala.
Y advierte que en esos casos "hay una ganancia extraordinaria". Pero, en este caso, "no estamos teniendo una ganancia extraordinaria como consecuencia de esta devaluación". En cambio, puntualiza que "es una economía regional y con alto valor agregado, que no corresponde aplicar derechos de exportación".
Con motivo de "la emergencia" el gobierno ha ido en contra de varias de sus premisas electorales en tiempos de campaña. Desde su asunción, Milei subió el Impuesto País, quitó la devolución del IVA, quiere volver a instaurar el Impuesto a las Ganancias para los asalariados y promueve retenciones que antes calificaba de "robo".
Sin embargo, hay quienes apuntan que estas medidas a contracorriente de su propia ideología son "momentáneas y durante la emergencia". En ese sentido, Kuret aseguró que "es muy difícil saberlo. De hecho, tuvimos un caso, tuvimos 4,5, nos bajaron a 0, después a 4,5, otra vez a 0. No eliminan el derecho, lo que eliminan es el valor de la retención".
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En tanto que indicó que esto quita previsibilidad, una de las cuestiones que más se le reclamaba al gobierno anterior, "es muy difícil saber lo que pueda suceder hacia adelante", explicó.
Finalmente, el director ejecutivo de Bodegas de Argentina analizó cómo puede repercutir esto en el mercado interno, que de un tiempo a esta parte ha sufrido una caída. "Hemos tenido una caída en las exportaciones del 27%, pero con una baja cosecha", apuntó.
En tanto que explicó que "el problema es que si esto se acentúa y vamos a tener más vino en el mercado local, puede tener impacto en el valor de la materia prima cuando llegue la cosecha".
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