Un episodio trágico se vivió la semana pasada en una región montañosa de Perú, en una de las tantas "carreteras de la muerte" que tiene el país sudamericano. En la región conocida como el abra de Anticona, existe un sinuoso camino de tierra que sirve de paso obligado de numerosas poblaciones rurales, como Morococha, Cerro de Pasco, Tarma y otras localidades de la Selva Central, para acceder a Lima.
La ruta es precaria y constantemente ocurren accidentes trágicos, generalmente por colectivos o vehículos que desbarrancan. Pero en este caso, debido a las persistentes precipitaciones estivales, se produjeron varios derrumbes, obstaculizando el paso.
En ese contexto apareció en una de las zonas afectadas una "bruja" que intentó evitar que las rocas y los bloques de arena mojada continuaran desprendiéndose. La mujer, ataviada con vestimentas típicas de la región, se paró frente a la montaña, levantó las manos y comenzó a gritar conjuros en un idioma nativo.
Perú tiene muchos caminos de montaña en situación precaria y en donde constantemente ocurren accidentes.
Frente a la temeraria situación, varias personas que estaban varadas al costado del derrumbe comenzaron a filmar. Otras, incluso, alertaron a la mujer sobre el peligro al que se estaba sometiendo y le rogaron que saliera de ahí. Pero la "bruja" no modificó su actitud y continuó con su ritual.
Pocos segundos después pasó lo peor: se produjo otro derrumbe de mayor magnitud que el primero y la mujer fue arrastrada hacia el barranco por toneladas de barro y miles de piedras. Si bien el cuerpo no pudo ser recuperado, las autoridades descartan que haya sobrevivido.
Emanuel Fernández, oriundo de San Luis, reside en Australia y relató este lunes en Radio Post el pánico vivido durante el ataque en Bondi Beach, con corridas, gritos y familias separadas en medio del pánico
El candidato del Partido Republicano obtuvo casi el 60% de los votos en el balotaje. De esta forma, se produce un giro político a la derecha en el país vecino.
Videos difundidos en redes sociales muestran escenas de pánico y de arrojo durante el ataque a una fiesta judía en Bondi Beach. El atentado dejó al menos 16 muertos y decenas de heridos.