Quien será ministro de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial habló de la relación con la oposición, obras, paritarias y el ordenamiento territorial de Mendoza.
Mema al Post: "Tenemos una regla, no gastamos más de lo que ingresa"
Hace unos meses, el gobernador electo Alfredo Cornejo, poco afecto a los elogios y a las afirmaciones edulcoradas, calificó a Natalio Mema como el mejor dirigente que dio Cambia Mendoza.
Natalio Mema, 37 años, jurará hoy como uno de los superministros del segundo gobierno de Cornejo: será ministro de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial.
De su mano, Mema llegó muy joven a la función pública y durante su primer mandato Cornejo lo lanzó rápidamente a los perros para que se curtiera en las artes de la política y en la administración del Estado.
Primero, lo enviaron a transformar la empresa de troles y a continuar el proyecto del Metrotranvía; luego, le tocó la guerra entre ubers y taxistas; después, debió encargarse de la transformación de todo el sistema de colectivos; y finalmente, le sumaron atender los servicios públicos de luz y agua, una combinación siempre riesgosa para cualquier gestión.
Ahora, casi todo esto, salvo la energía, seguirá dependiendo de Natalio Mema, quien además deberá ocuparse de la relación del Gobierno con la oposición política, de la obra pública, en parte de las paritarias y del ordenamiento territorial de Mendoza.
Con Mendoza Post habló del nuevo desafío que enfrenta.
"No hay plata, gestión, gestión y gestión", fue el mensaje de Alfredo Cornejo. Puso la vara alta.
Lo que nos ha pedido es que mejoremos mucho lo que venimos haciendo. Convengamos que nosotros asumimos en el 2015, sucediendo a un gobierno que no pagaba los sueldos, que debía dos meses de salarios, heredamos un rojo con un descubierto en el Banco Nación de 1.500 millones de pesos, que serían a hoy casi unos 150 millones de dólares, teníamos toda la deuda pinche y no sabíamos bien dónde estábamos parados.
Respecto a aquella situación, hoy estamos más ordenados. Lo que cambió mucho es el contexto macroeconómico, la realidad social y económica, y si bien nosotros estamos más ordenados, Mendoza está dentro de este país y tenemos los mismos problemas que tiene el resto del país, pero estamos ordenados para adentro y necesitamos mejorar la respuesta que estamos dando hacia afuera, mejorarla aún más de lo que lo venimos haciendo.
Ver: Suarez: "A Cornejo le irá mejor con Milei que a mí con Fernández"
¿Y cómo lo van a hacer?
A mí me tocaron varios desafíos en lo personal. Cuando asumí en la empresa de transporte de la Provincia ésta perdía 300.000 dólares por mes, no pagaba las cargas sociales, tenía 486 empleados, 73 delegados gremiales y 3 gremios.
Bueno, transformamos todo eso en una empresa de punta, que tiene micros eléctricos, que es la única en Argentina de su tipo y la segunda de Latinoamérica.
Hoy, las empresas de la provincia de Mendoza no tienen un solo peso de déficit. Ni Aysam, ni la Empresa Provincial de Transporte, ni Emesa, ninguna de las empresas que tiene el Estado genera déficit. Cuando nosotros llegamos al gobierno todas eran absolutamente deficitarias.
Nosotros queremos ir llevando este modelo de gestión sin déficit, priorizando, mejorando y profesionalizando el recurso humano, eficientizándolo para el resto del gobierno en general.
Hay una realidad ahí, y es que buena parte del recurso humano que hoy tiene el gobierno de la Provincia se encuentra en áreas muy sensibles, la gran mayoría está en Educación, en Salud, en Seguridad y el resto no hace mucho al peso de la masa salarial.
Y también es cierto que hoy, con ese orden, con casi 12.000 empleados menos que en 2015, con una profesionalización constante del recurso humano, hemos bajado muchísimo el gasto operativo del Estado.
¿Cuánto?
Esta es la tercera transición que me toca, y en aquella del 2015 sabíamos que cuando prendíamos la luz del Estado, cuando lo poníamos a funcionar cada día, se nos iba el 97% de la plata, de los ingresos del presupuesto y nos quedaba un 3% para hacer todo lo demás. Se nos iba todo en pagar los sueldos y los servicios.
Hoy eso ha cambiado y mucho. Salvo el 2020, por la pandemia, hemos tenido niveles de inversión que superan el 10% del presupuesto. En aquel momento ni siquiera amortizábamos lo que teníamos, nos estábamos comiendo el patrimonio que supieron conseguir nuestros antepasados. Bueno, eso se revirtió.
Y tenemos que seguir en esa tendencia, pero a lo que vamos a apuntar es a hacer mucho hincapié en el recurso humano, en los concursos, hacer mucho hincapié en la capacitación.
En que el ascenso dentro del Estado sea con promociones que estén ligadas a la capacidad de las personas, en ordenar muchos recursos, pero sobre todo para que el Estado le sea más fácil a la gente más allá del objetivo final, que es poder pagar los sueldos y poder continuar con el Estado funcionando.
Sabemos que son tiempos de mayores complicaciones, en donde la porción más débil económica y socialmente necesita más del Estado y esto encuentra hoy a Mendoza haciendo una diferencia importante con el resto del país.
En noviembre tuvimos el récord histórico de 20 millones de transacciones en el transporte público de pasajeros, que es el más barato del país, contemplando el costo por kilómetro que tiene.
Tenemos que seguir en ese sentido, eficientizando, controlando, porque nosotros no estamos hablando de un Estado necesariamente ausente o necesariamente presente, ya que uno u otro es malo si no está bien controlado y si no da respuestas. Nosotros tenemos una regla de oro, no gastamos más de lo que ingresa.
Con esa regla de oro tenemos que seguir mejorando las prestaciones, dar mejores servicios, y ahí es donde vamos a hacer hincapié, desde el gobierno en general y con todas las áreas, apuntar una modernización fuerte del Estado.
Con el objetivo de que eso sea una mejora para el recurso humano en general, para todas las personas que trabajan con nosotros, pero sobre todo que sea una mejora para aquellos que interactúen todo el tiempo con el Estado, para que el Estado deje de ser un estorbo.
También vas a tener la tradicional tarea de un ministro de Gobierno de llevar adelante la relación diaria con la oposición política.
Sí, me va a tocar vincularme con los intendentes y con el resto de jugadores políticos. Sabemos también que la figura del gobernador electo, Alfredo Cornejo, es muy fuerte en ese sentido, y yo me he ido formando con él, pero también tenemos un gabinete muy sólido y a lo que apuntamos sobre todo es a elevar la discusión pública.
Hemos tenido un año que ha sido muy malo para la discusión pública, se ha banalizado mucho y me parece que el desafío es elevar esa discusión, y en eso vamos a estar trabajando con todas las fuerzas políticas.
¿Se puede mejorar ese diálogo con la oposición?
A mí, por ejemplo, me tocó hacer la ley de movilidad, en donde incluimos las plataformas electrónicas con las que llegaron Uber, Cabify y fue una ley que salió con mayoría en ambas cámaras y se logró porque lo conversamos, lo trabajamos y lo mejoramos en la Legislatura.
Así que va a ser muy importante recuperar este perfil de discusiones y confiamos en tener un nivel de debate con ideas, con datos y con información.
¿Cómo viene el tema paritario? Hubo mucha queja porque se decía que el Gobierno había planteado la paritaria sobre un básico de diciembre del año pasado.
El Gobierno dio una discusión seria. Este año tuvimos una ventaja, y es que tuvimos herramientas que no habíamos tenido en años anteriores, como un presupuesto aprobado, y la posibilidad de refinanciar la deuda a través del roll over.
Esas son herramientas que siempre son muy importantes porque nos permiten mejorar el perfil del financiamiento de la Provincia, pero, además, nos permite destinar recursos para estas cosas.
Fijate que estamos terminando un gobierno que ya tiene acuerdo salarial con casi todos los gremios, salvo el judicial que no quiere aceptar ninguna conversación. ¿No es el mejor acuerdo salarial? Probablemente no sea el mejor, pero estamos en el contexto en el que estamos y tenemos mucho para discutir.
Nosotros no podemos movernos de la línea de lo que podemos pagar porque si bien una paritaria es muy importante para el Estado y para los trabajadores, es una parte del Estado.
Nosotros, además, tenemos que seguir prestando servicios de educación, de salud, de transporte, tenemos que mantener los edificios, tenemos muchísimas obligaciones.
De hecho, tenemos una cláusula en la cual, si en enero se supera la inflación que está pronosticada en base al porcentaje que hemos dado para ese momento, nos volvemos a sentar a hablar, pero por lo menos los empleados arrancan el primer día del año con un aumento, más allá de cuánto sea la inflación.
Vamos a seguir trabajando ahí, va a ser un trabajo muy importante de Hacienda también, que es el que finalmente paga y nosotros queremos dar una discusión seria respecto a las paritarias, queremos una profesionalización y mejorar mucho el recurso humano capacitado, generar concursos, que la gente ascienda por méritos, por estudios, esas cosas también las queremos discutir por fuera de lo salarial.
Ver: "Gestión, gestión y gestión": la premisa y desafío del equipo de Cornejo
¿Qué planes hay para Infraestructura?
Ustedes saben que hemos venido haciendo una buena cantidad de obras y el presupuesto que hay para el año que viene es para continuar las obras que tenemos.
Vamos a hacer mucho hincapié en eso porque tenemos obras importantes que se están haciendo, que están andando y que hay que terminarlas. Después veremos cuáles son las obras que podemos iniciar.
Hoy tenemos un sistema de inversión pública que es clave en cuanto a la priorización porque se prioriza teniendo en cuenta no solamente el costo, sino el beneficio de esa obra, así que vamos a ocupar mucho este criterio de priorización con ítems puntuales y objetivos para tomar esas decisiones.
¿Están condicionados en la obra pública por el tema nacional o hay un plan b?
El condicionante que nosotros tenemos es la macroeconomía. Todos los meses tenemos inflación de dos dígitos y si se redujera y estabilizara sería una gran ventaja porque habría muchas variables que se acomodarían y distorsiones que dejarían de estar.
Pero también será una realidad ver con qué nos encontramos cuando baje el agua, en qué posición va a estar cada uno de nosotros.
Por eso vamos a hacer un control muy exhaustivo del cumplimiento de los contratos de obra, para poder seguir trabajando en ese sentido, y vamos a tratar de hacer la mayor cantidad de obras con la menor cantidad de plata posible.
Nos queda Desarrollo territorial que también va a depender del ministerio que vas a tener a cargo.
Desarrollo territorial es el ordenamiento del territorio que está vinculado a la infraestructura, pero sobre todo, está vinculado al crecimiento poblacional y la verdad es que hemos tenido un crecimiento bastante desordenado.
¿Por qué?
¡Porque hemos estado 15 años para sacar la Ley de Ordenamiento Territorial! La pudimos promulgar recién en el 2016-17, y de ahí empezaron los municipios a hacer su propio plan de ordenamiento territorial. Por eso ahora vamos a tener un trabajo muy fuerte con los municipios en este sentido.