El filósofo expuso en el Seminario "La Argentina que viene: apostando por un nuevo país" que convocó a un multitudinario público y también al economista Juan Carlos De Pablo.
Kovadloff: "La política se maneja en el terreno de la eficacia no de la ética"
Desde hace años, la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM) con el apoyo de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, reedita su tradicional festejo aniversario en un reconocido hotel de la Ciudad. Este año, en su 105º aniversario y en cada oportunidad, convocó a lo más distinguido del empresariado mendocino, representantes de cámaras territoriales y sectoriales, funcionarios, profesionales que en esta oportunidad desbordó la convocatoria.
El Seminario "La Argentina que viene: apostando por un nuevo país" convocó a un multitudinario público, ansioso de conocer a dónde va nuestro país de boca del economista Juan Carlos De Pablo y el filósofo Santiago Kovadloff.
La apertura estuvo a cargo del "dueño de casa", Daniel Ariosto, presidente de UCIM, quien dio la bienvenida a todos, haciendo hincapié en el espíritu de la organización centenaria: "Desde UCIM queremos dejarle a la comunidad todo nuestro trabajo y sentimientos. En cada visita a las cámaras de la provincia llevamos el propósito de ser útiles, dejar algo. Ha sido un año muy difícil y el 2024 es para nosotros un signo de interrogación. Pero tenemos una convicción: Tenemos que ser mejores".
La apertura del Seminario estuvo a cargo del vicepresidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, Guillermo Dietrich (padre) quien expresó: "Felicito a todos ustedes, a los emprendedores, porque siguen poniendo pasión en lo que hacen y a su empresa. Sabemos que el país hace muchos años que no logra una transformación. Yo creo que en este momento se puede lograr, con la ayuda y el sacrificio de todos los hacedores y de todos quienes pagamos impuestos".
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A continuación, el encargado de comenzar a despuntar la principal pregunta ¿Hacia a dónde vamos?, fue De Pablo quien esgrimió como principal consigna: "bajar la ansiedad" y apostar a la paciencia y verificación de los hechos, contra el relato.
Finalizó el encuentro el filósofo Santiago Kovadloff que, entre reflexiones muy profundas e impecablemente expresadas transmitió: "La política se maneja en el terreno de la eficacia no de la ética. La eficacia a cualquier precio puede llevarnos a escenarios realmente trágicos".
Y en cuanto al proceso electoral recientemente atravesado y la consagración de un nuevo presidente, dijo: "Dados los tiempos que atravesamos, la esperanza está ligada a la idealización de los líderes. Los líderes dibujan un proyecto para desconcierto y expectativa de una sociedad y la ansiedad se origina en una costumbre argentina que es la idealización de los liderazgos, Síganme, dijo uno una vez y lo seguimos. Es fundamental que terminemos con los personalismos, dejemos de confundir la fe religiosa en los dirigentes y aprendamos a disociar la expectativa cívica de la idealización redencional".
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Evaluando lo actuado por la ciudadanía planteó: "Si hemos tomado la decisión que mayoritariamente hemos tomado y hemos depositado en él una expectativa no nacida del discernimiento sino del hartazgo vamos a tener que esperar los hechos. Este hombre (Milei) va a tener que ganar nuestra confianza y esto se hará en una interacción permanente entre sociedad y gobierno".
La realidad actual es entonces "algo generado por nosotros, no es algo que se nos ha impuesto, debemos entender que fue algo que hicimos y así inducimos a la Nación a un camino que hace unos meses parecía inviable. No sabemos quién es Milei pero sabemos que está decidido a algo. Saliendo de lo previsible de lo habitual, tendremos que aprender a ser ciudadanos diferentes. Para esto necesitamos instituciones claras y fuertes. La república tiene que ser reconstituida".
Para finalizar, revaloró la democracia: "Es el mejor sistema posible, pero el más difícil, porque debe perfeccionarse a sí mismo todo el tiempo, pero nos da la posibilidad de hacerlo".