Lo sucedido en los últimos días les ha quitado esa posibilidad a quienes creen en una opción republicana. El populismo imperante hegemónico deja poco espacio alegre.
Recuperar la alegría votando lo que se te cante
"Vamos a votar por Kirchner pero con reserva moral"
Elisa Carrió en 2003 en un documento titulado "Votar contra Menem"
"Porque el que se ahoga no repara en lo que se agarra"
José de San Martín, carta a Tomás Guido, 1829
Hay algo que no conocemos con certeza: el futuro. Por eso es llamativo el modo en que frente a situaciones como la actual del balotaje surgen los constructores de futuros posibles. Ellos indican con un tono de reclamo perentorio o de mera extorsión moral lo que cada uno debe hacer para modificar el porvenir. Así escuchamos a personas hablar del peligro "Malena Galmarini 2035" como razón para votar a Milei o "de la desaparición del país que conocemos" para inducir el voto por Massa. Tan módica disputa oculta la verdadera división: populismo versus republicanismo, siempre larvada a nuestro alrededor.
En la elección general había dos opciones populistas, Massa y Milei, y una republicana, representada por Bullrich. Ganó el populismo por goleada. Sus dos representantes siguen en carrera y las habilidades fulleras de uno de los candidatos manejaron el panorama para crear este escenario. La división de Massa en 2015 dentro del populismo ocasionó el triunfo de Macri, que era una opción republicana. Ahora se cuidaron de no cometer ese error. Siempre aclarando que ambas categorías, populismo y republicanismo, son trazos gruesos y no definiciones académicas. Es más o menos para entender lo que se agrupa en "el pan peronismo" (que incluye varios peronismos) versus el republicanismo (que incluso contiene algún peronismo). Ambas opciones se dan impuras. En la Argentina ha existido y existe una marcada tendencia por la opción populista, que de hecho ha gobernado casi siempre en los últimos años. Pareciera que representa más la pulsión social de la mayoría. Del lado republicano están quienes creen en la división de poderes (con sus imperfecciones), en una democracia republicana y, en última instancia, en auto limitaciones del sistema institucional para ejercer el poder y por el lado populista se alinean quienes consideran que la democracia es sólo el voto, cuya mayoría habilita todo sin importar las minorías y que la división de poderes es una veleidad incomprensible que sólo pone limitaciones a la aspiraciones autócratas. En veinte años Néstor y CFK nunca dialogaron de cara a la sociedad con nadie de la oposición real. Quien se considera la patria no tiene por qué hablar con lo que considera la antipatria.
Ver: Quincho: ¡resucitó el peronismo!, alerta bodegueros y ¿elecciones más cortas?
El filósofo español Fernando Savater explica que la gran meta humana es la alegría. Lo sucedido en los últimos días les ha quitado esa posibilidad a quienes creen en una opción republicana. El populismo imperante hegemónico deja poco espacio alegre. Savater escribe en "Alegría": "Cuál es la mayor gratificación que puede darnos algo en la vida? ¿Cuál es la recompensa más alta que podemos obtener de un esfuerzo, una caricia, una palabra, una música, un conocimiento, una máquina, o de montañas de dinero, del prestigio, de la gloria, del poder, del amor, de la ética o de lo que se te ocurra? Te advierto que la respuesta es tan sencilla que corre el riesgo de decepcionarte: lo máximo que podemos obtener sea de lo que sea es alegría. Todo cuanto lleva a la alegría tiene justificación (al menos desde un punto de vista, aunque no sea absoluto) y todo lo que nos aleja sin remedio de la alegría es un camino equivocado. ¿Qué es la alegría? Un ‘sí' espontáneo a la vida que nos brota de dentro, a veces cuando menos lo esperamos. Un ‘sí' a lo que somos, o mejor, a lo que sentimos ser. Quien tiene alegría ya ha recibido el premio máximo y no echa de menos nada; quien no tiene alegría -por sabio, guapo, sano, rico, poderoso, santo, etc., que sea- carece de lo más importante."
¿Se puede estar alegre si la opción actual es entre un representante de la cleptocracia que ha llevado, para dar un ejemplo, a la educación a su mayor decadencia invocando una presunta defensa de la escuela pública o ha aumentado la pobreza al 40% echando las culpas hacia afuera y un desequilibrado que plantea que la educación no sea obligatoria como solución o una imposible dolarización para mejorar la economía? Se dice que hay que elegir el mal menor. En un país como la Argentina el mal menor era quien mostraba visos republicanos. Y fue tercera en las preferencias. La opción que quedó en pie parecería nadar entre dos males mayores. Se contesta que siempre hay uno menor y ahí adquiere vigencia la cita del inicio de Lilita para referirla a los profetas del futuro. Si hoy, a la luz de lo que se vino, hubiera que elegir el mal menor ¿Carrió pediría el voto para Menem o para Kirchner? Gran interrogante.
Frente a lo sucedido se han producido dos actitudes en los perdedores. Una la atropellada de Bullrich y Macri cruzando rápido a la vereda de Milei, en un intento de colonizarlo. Si no lo puedes vencer, únetele. Seguramente los alienta la hipótesis de que las fantasías e improvisaciones del libertario son tan evidentes que los equipos formados en JxC podrán rellenar ese vacío. Si gana Massa este experimento habrán quedado en el desierto, al costo de dinamitar puentes con sectores que le son afines. Si gana Milei, será interesante ver cómo se conjugan motosierras y dinamitas con programas y equipos. La otra actitud ha sido el de buena parte de la dirigencia radical, del PRO y de otros partidos de JxC que han privilegiado el único activo que quedó disponible: diez gobernadores, quinientos intendentes y muchos legisladores. Y en esa opción hay dos actitudes. Los radicales pro Massa que aprovechan para distanciarse de Macri y los gobernadores que consideran que el activo a defender requiere de más prudencia que salir corriendo hacia la melena de Milei, pero también el deseo de unidad del campo republicano. Difícil, pero parecería ser así. Sólo el paso del tiempo pondrá en valor a cada una de estas actitudes. ¿Se puede enfrentar al populismo sin esa fortaleza de gobernaciones que se ha conformado y que hubiera tornado un gobierno de Bullrich como una experiencia inédita?
La lección política de Massa, que partió del tercer puesto y está a punto de ser presidente a pesar de integrar el peor gobierno de la democracia y sobre todo el que más daño le ha hecho al país y su gente, es para estudiarla una y otra vez. Por ahora es cero en gestión y mejoría de la condición de vida de los argentinos y diez en asalto al poder utilizando armas bastardas. Se actualiza aquella frase de Enrique Zuleta Álvarez para explicar el gran drama nacional: "en la Argentina, la política se ha transformado en una tecnología en beneficio de personas que quieren tomar el poder y no saben para qué". Algunos sí saben, su destino es Marbella y su familia el sindicato de modelos. Están claramente del lado del populismo peronista y no importa para ganar o perder elecciones. Sobre todo si se cuenta con quien haga el servicio de quitarle votos al republicanismo, como sucedió con Milei.
La desorientación de quienes quieren enfrentar eso se simboliza en la frase presuntamente sanmartiniana citada por Bullrich para justificar su pirueta de saltar para el lado de Milei como una presunta salvaguarda del kirchnerismo: "Cuando la Patria está en peligro todo está permitido, excepto no defenderla". No sólo la frase no es de San Martín, como ya explicó el Instituto Nacional Sanmartiniano, sino que se le atribuye a un referente kirchnerista. En internet se puede ver cómo la utilizaba en 2020 el intendente de Lomas de Zamora, Martín "Bandido" Insaurralde. Se reaviva esa vieja idea de que nada hay más peligroso que una metáfora. Puede dejar a quien la use mal al borde del ridículo. La anécdota es menor y más en un país que se sume día a día en la ignorancia al ritmo de la educación populista. Pero es muy decidora y penosa. ¿Qué queda para Milei que se hace el culto citando al Dante y resulta que la frase es de Dan Brown, el autor de "El código Da Vinci"?
En ese panorama queda en pie la liga de gobernadores de diez provincias, cuya fortaleza está condicionada a que se mantengan unidos, las quinientas intendencias de referentes de JxC y los muchos legisladores que permitirán una tarea de control en el Senado y en Diputados. Ese conjunto hubiera sido una herramienta clave para un gobierno republicano. Hoy es una herramienta supeditada a su unidad. En este contexto las opciones son Massa o Milei y, de acuerdo al gusto personal, voto en blanco cuando ninguna de las dos opciones le resulten tolerables al votante, nulo para quienes lo deseen o abstención para los desencantados del sistema. Cito a un amigo en un chat: "Sería una gran muestra de madurez y hasta de astucia política que los que prefieren apoyar a Milei, abiertamente, con entusiasmo o con resignación, no se enojen demasiado con los que prefieren el voto en blanco, o aun apoyan a Massa un poco vergonzantemente Y viceversa. Marcar diferencias, de acuerdo. Insultarse y tirarse con las sillas, mejor no. Porque es muy probable que en pocos meses estén nuevamente juntos mirando al 2027. ¿Para qué dinamitar un puente que probablemente tendrán que cruzar muy pronto?"
Quizás, más que las citas apócrifas de San Martín haya que recordar su siempre inspirador ejemplo. Una vez partido al exilio, espantado por las disidencias internas de las cuales resultó víctima, fue tentado muchas veces para volver a intervenir en la lucha entre compatriotas. Incluso llegó hasta el Río de la Plata en 1829 para tantear el ambiente. La prueba de sus dudas es que ni siquiera usó su nombre. Venía oculto como José Matorras. Se encontró con el reciente fusilamiento de Dorrego a manos de Lavalle. Habían estado ambos a su mando en el Ejército Libertador. Solo vio desunión y lo único que quería era concordia y unión. Por eso le escribió a su amigo Tomás Guido: "Las agitaciones de diecinueve años de ensayos en busca de una libertad que no ha existido y más que todo, las difíciles circunstancias en que se halla en el día nuestro país, hace clamar a lo general de los hombres que ven sus fortunas al borde del precipicio y su futura suerte cubierta de una funesta incertidumbre, no por un cambio en los principios que nos rigen y que en mi opinión es en donde está el mal, sino por un gobierno vigoroso, en una palabra, militar (sabía que lo querían a él a cargo); porque el que se ahoga no repara en lo que se agarra... no faltará quien diga que la patria tiene un derecho de exigir de sus hijos todo género de sacrificios, esto tiene sus límites; a ella se le debe sacrificar la vida e intereses, pero no el honor".
Para retomar la alegría republicana ahí están los gobernadores, las intendencias y los legisladores de JxC. El clima lleva al enfrentamiento y el quiebre. Y allí no importa quien gobierne a partir de diciembre. Sea uno u otro si ese activo se mantiene unido podrá hacer una enorme contribución. Habrá mantenido la llamita republicana encendida, como mantuvo San Martín en Mendoza la llama de la Libertad cuando todo parecía perdido.