"Mendoza sigue marcando el rumbo que necesita el país". Escribe el senador de Cambia Mendoza, Martín Kerchner.
Un nuevo Presupuesto con equilibrio fiscal
Mientras la Nación se debate en el caos fiscal del populismo kirchnerista (cerca de 4 puntos del PBI de déficit fiscal primario, cuando debería ser 0%), nuestra Provincia se apresta a aprobar un nuevo presupuesto equilibrado. El orden fiscal ya es una marca registrada de las gestiones Cornejo/Suarez, mientras que el desorden fiscal ya es marca registrada peronista. De esta forma, Mendoza se plantea un 2024 con un superávit corriente primario de 3 puntos sobre ingresos totales, en concordancia con los presupuestos de años anteriores.
Pero lo más interesante de todo, es que nuestra Provincia planea en 2024 seguir reduciendo impuestos (Ingresos Brutos, Sellos, Automotor e Inmobiliario), sea en alícuota o en montos a valores reales, lo que implica continuar con el superávit fiscal, pero a la vez aliviando la presión fiscal al contribuyente privado, un verdadero ganar- ganar. Todo un hallazgo en épocas donde varias provincias se desordenan fiscalmente por la baja real de recaudación, tanto por la recesión como por la demagógica baja del impuesto a las ganancias del Ministro Massa (en Mendoza nos cuesta 1,5 nóminas salariales mensuales).
Para Mendoza sería fácil echarle la culpa al desastre nacional y aumentar los impuestos, pero no... al revés, Cambia Mendoza sigue con su senda de alivio fiscal, mostrando que el populismo nacional no nos puede doblegar.
Párrafo aparte merece el populismo provincial que se coló en la reciente campaña a gobernador, donde uno de los candidatos hablaba de reducir impuestos de forma demagógica, mágica e irresponsable, y a la vez aumentar los gastos en niveles importantes. Nosotros con este proyecto de presupuesto 2024 estamos mostrando que el camino es constante pero sustentable; la baja de impuestos es gradual, la única manera posible de que los buenos hábitos se mantengan en el tiempo. La magia es una habilidad maravillosa, pero es para el circo, no para la política.
Tomemos como ejemplo la baja en Ingresos Brutos (el impuesto más distorsivo de la economía), después del desastre peronista de Paco Pérez, que llevó la carga fiscal de este tributo a los más altos del país, Cornejo/Suarez la siguen bajando. A la ya considerable cantidad de actividades económicas con reducción de alícuotas en los últimos 7 años, para 2024 se suman comercio mayorista, transporte, despachantes de aduana, locaciones y más sectores de la industria, entre otros. De esta forma, la provincia encara su octavo año de reducción de alícuotas, poniendo orden de forma sustentable y beneficiando a 20 mil contribuyentes empresariales adicionales.
Otro aporte interesante de este presupuesto 2024 es la propuesta de actualización en la coparticipación a municipios, recordemos que el 65% de estos recursos se reparte por población y los datos del Censo 2022 muestran diferencias sustanciales en las tasas de crecimiento poblacional entre los municipios, con habitantes que demandan más y mejores servicios en aquellos de mayor incremento de gente. Este recálculo afectará a algunos municipios de nuestro color político, y beneficiará a otros de signo político contrario, sin embargo, somos responsables y cumplimos con la ley, ya que en nuestro gobierno no hay lugar para la triquiñuela política.
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De todas formas, en una muestra de prudencia, proponemos también modificar el coeficiente de equilibrio del desarrollo regional (otro de los componentes de la coparticipación entre municipios, si bien menor al poblacional), buscando amortiguar un poco los impactos de este crecimiento poblacional heterogéneo en las participaciones por habitante.
Finalmente, y muy a pesar del peronismo, la deuda en dólares sigue bajando; recordemos que en 2015 la Gestión Pérez finalizó con una deuda pública total (consolidada + flotante) de 1.487 millones de dólares, mientras que en la actualidad la misma es de 951 millones de dólares, es decir, una reducción del 36%. Todo un mérito, porque con Cornejo/Suarez bajamos impuestos, aumentamos gasto de capital, mantuvimos los servicios básicos funcionando correctamente, y así y todo bajamos endeudamiento. No es casualidad, es causalidad, la de un gobierno serio.
En síntesis, un nuevo presupuesto equilibrado, con orden, con lógica de gestión, con continuidad de rumbo y a la vez marcando el camino que necesita la Nación. Pero, además, este presupuesto 2024 le muestra al populismo mendocino (que se coló en la última campaña a gobernador) que el ciudadano mendocino vota racionalidad y seriedad, no demagogia y magia. No olvidemos que Mendoza se hizo grande en el desierto, con políticos serios, y no con aquellos que prometen lo imposible por un voto más, a los que la ciudadanía siempre les termina dando la espalda.