El Consejo Empresario Mendocino (CEM) realizó un diagnóstico crítico sobre el comercio exterior de Mendoza.
Preocupante caída de las exportaciones de Mendoza en los últimos diez años
Mendoza se encuentra en el octavo lugar del ranking de provincias exportadoras en Argentina, liderado por Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, según datos proporcionados por el Consejo Empresario Mendocino (CEM). Durante 2022, la provincia vendió al mundo un promedio de USD 789 por habitante, ubicándose en el puesto 15 de dicho ranking. Aunque estas cifras son significativas, representan una disminución de 21% en comparación con las exportaciones de hace 10 años y menos de la mitad del promedio nacional, que fue de USD 1.913 por habitante. Si Mendoza estuviera en ese promedio, habría vendido al mundo USD 3.900 millones en 2022, generando un impulso importante para la actividad económica.
Las exportaciones mendocinas representaron el 1,8% de las ventas argentinas al exterior en 2022, por debajo del promedio de la última década, que fue del 2,2%. La estructura de las exportaciones se mantuvo relativamente estable entre 2012 y 2022, con los Productos Primarios y el rubro Combustibles y Energía representando el 11% y el 5% respectivamente, mientras que las Manufacturas se mantuvieron por encima del 80%.
Sin embargo, las exportaciones de Mendoza se concentran en pocos productos y en pocos países de destino, aunque ha habido un leve aumento en la diversificación en el último año. El principal producto de exportación en 2022 fue el vino fraccionado, con ventas por USD 688 millones (43% del total), seguido por el polipropileno y el ajo. El 64% de las exportaciones mendocinas proviene de solo 5 productos, y el 50% se concentra en 3 productos de la industria vitivinícola. En la última década, el volumen exportado ha disminuido un 12,8%, pasando de 1.242 a 1.084 miles de toneladas, mientras que el precio promedio por kilo exportado ha aumentado un 1,6%.
Ante este panorama, el desafío para Mendoza es incrementar sus exportaciones y estimular la inversión privada como motores de crecimiento económico. Según el CEM, es fundamental crear condiciones que impulsen la productividad y la competitividad de la economía. Es importante abordar las distorsiones que afectan a las empresas que comercian a nivel internacional, como las restricciones, los impuestos, la burocracia creciente y las reglas cambiantes. Además, la falta de acuerdos de libre comercio, la falta de competitividad cambiaria, los múltiples tipos de cambio y las dificultades para acceder a divisas e insumos importados críticos para la producción, son obstáculos que deben superarse.
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Mendoza debe diversificar sus exportaciones y explorar nuevas oportunidades. Si bien la vitivinicultura ya no es el motor exportador destacado de antaño, tampoco lo son los hidrocarburos ni el sector metalmecánico. El desafío radica en desarrollar el turismo receptivo, la logística, los servicios basados en conocimiento y una minería responsable en áreas donde sea posible, ya que estas actividades generan empleo y valor agregado.
En conclusión, Mendoza debe buscar promover el crecimiento de sus exportaciones como una estrategia para dinamizar su economía. Para lograrlo, es fundamental impulsar condiciones favorables, superar obstáculos y diversificar los sectores exportadores. De esta manera, la provincia podrá aprovechar su potencial en áreas como el turismo, la logística, los servicios basados en conocimiento y la minería responsable, generando empleo y añadiendo valor a sus productos.
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