Cómo es el plan de Javier Milei para terminar con el déficit de viviendas

Ricardo Inti Alpert, director de Tecnopolítica, una consultora enfocada en urbanismo y vivienda, después de hablar con todos los políticos que pudo tratando de convencerlos de tomar en cuenta su proyecto para hacer viviendas sociales y urbanizar barrios, logró que Javier Milei no sólo lo tomara en serio, sino que le ofreciera ser Secretario de Vivienda de su eventual gobierno. 

Alpert, que formó parte de la proyección de los créditos PROCREAR (los que eran para ampliación o construcción de casas, no los barrios), destaca la necesidad de aprovechar al máximo el potencial de la infraestructura existente en Argentina. Según sus palabras: "La Grieta es un espacio ideal para instalar redes de agua potable, cloacas, gas, electricidad y fibra óptica". Este enfoque se alinea con su visión de crear "viviendas propias dignas y amplias" para cada familia, además de proporcionar todos los servicios esenciales en cada barrio.

Para él, el gran problema que hay que encarar es que hay un pensamiento arraigado de que "un país con sensibilidad social debe tener un Estado insolvente y un país con un Estado solvente es insensible socialmente". Encontrar cómo encastrar las necesidades de vivienda sin quebrar al Estado es "como poner un cuadrado en un círculo". 

Tomando la escena de la película Apolo 13 , donde los técnicos de la NASA tuvieron que adecuar los filtros de dióxido de carbono para que los astronautas no murieran envenenados con sus propias exhalaciones, Alpert describe cómo tiene que hacer el gobierno para encastrar el cuadrado en el círculo "con lo que hay", cómo él aclara.  

El corazón de la propuesta de Alpert radica en la idea de financiar proyectos de vivienda a través de fideicomisos de urbanización social y vivienda de costo. Estos fideicomisos se centrarían en la capacidad del Estado para generar sujetos y objetos de crédito. "Es una firma en un papel, no es presupuestario para el Estado", subraya. 

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La crítica central de Alpert es que Argentina tiene una peculiaridad en su motor inflacionario, donde el ahorro se convierte en el principal impulsor de la inflación. En lugar de generar crédito para inversiones productivas, se crea dinero para evitar la fuga de capitales hacia el dólar. Para Alpert, "la solución radica en cambiar esta mentalidad y promover la producción como medio para combatir la inflación".

El plan de viviendas de Alpert también aborda la falta de crédito para la inversión. En lugar de gastar en subsidios y programas de asistencia social, Alpert propone que "los fondos que hoy se encuentran en el Banco Central, considerados fondos de reserva de valor, se utilicen para construir crédito en una economía normal". 

El consultor enfatizó también en la importancia de "alejarse del enfoque tradicional de gasto público y cambiar a un modelo basado en financiar proyectos". Su plan busca aprovechar la capacidad del Estado para generar sujetos y objetos de crédito, brindando oportunidades tanto a los ahorristas como a los productores.

"El único país del mundo donde el motor de la inflación es el ahorro es la Argentina, y no hay crédito para inversión", sostiene. "Lo que nosotros estamos proponiendo es un programa nacional de fomento a los fideicomisos de urbanización social y vivienda de costo". 

"Los 70 mil millones de pesos que el Banco Central crea por día para que nosotros no tengamos para invertir equivale cada dos días y medio a lo que cuesta subsidiar Aerolíneas un año entero y, en un año, a 897.048  viviendas de 60 metros cuadrados a 600 dólares el metro", grafica. "Pero en la agenda política está que nadie tenga crédito para crear riqueza estructural porque según los políticos somos nosotros, el pueblo, los causantes de la inflación y no la creación de dinero". 

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