Argentina debutó en las Eliminatorias con una ajustada victoria sobre Ecuador, en un partido en el que no brilló y todo se definió con una genialidad del mejor del mundo.
Lionel Messi, la luz de una Argentina que no supo brillar
La suerte está echada. Argentina empezó a transitar el camino hacia la próxima Copa del Mundo, a disputarse por primera vez en tres países en conjunto ya que será organizada por Estados Unidos, Canadá y México, y lo hizo con una ajustada victoria frente a Ecuador, por 1 a 0, gracias a una genialidad del crack rosarino Lionel Messi.
Pese a que Lionel Scaloni y varios de los jugadores vienen declarando desde hace un tiempo que el Mundial ya quedó atrás y hay que mirar hacia adelante, había una gran expectativa en los fanáticos futboleros por volver a ver por los puntos al seleccionado nacional, que por primera vez después de mucho tiempo no brilló y necesitó de su as en la manga para quedarse con los tres puntos.
Ecuador, que inició un nuevo ciclo bajo el mando de Félix Sánchez Bas, se mostró muy ordenado en la fase defensiva y le complicó la existencia a la Albiceleste, que en el primer tiempo no encontró los caminos y apenas pudo generar una sola ocasión de gol, con el tiro en el palo de Lautaro Martínez.
Ver: Gracias a un golazo de Messi, Argentina venció a Ecuador
Argentina dominó, al menos desde la posesión de la pelota, pero le faltó chispa ante un rival que se cerró bien atrás y que apostó a jugar de contraataque, aunque no lo logró.
A diferencia de lo sucedido en los últimos tiempos, sobre todo durante la Copa del Mundo, a la Albiceleste le faltó sorpresa. Enzo Fernández no gravitó como supo hacerlo en Qatar, Nicolás González fue una sombra de lo que mostró en las Eliminatorias pasadas y a Leo Messi lo cercaron para evitar que pudiera lastimar.
De esa manera se fue el primer tiempo en el Monumental, con un equipo que en la segunda parte intentó contagiarse de la efusividad de un público que sigue exultante por la conquista en Qatar 2022, pero que así y todo no consiguió hacerlo.
Con el ingreso de Ángel Di María por Nico González, Lionel Scaloni buscó darle al equipo la sorpresa que no tuvo en los primeros 45 minutos, pero el Fideo no consiguió romper los esquemas.
Tampoco pudo hacerlo Julián Álvarez, quien disputó apenas un puñado de minutos sobre el final que no le alcanzaron para ser decisivo.
Y tuvo que aparecer él. El capitán. El número 10. A falta de poco más de diez minutos para la finalización del partido, Leo Messi se hizo cargo de un tiro libre en la medialuna y con una definición exquisita sentenció el partido.
Estado de gracia total para el astro rosarino, que por primera vez vistió la camiseta Albiceleste siendo jugador del Inter Miami, la franquicia norteamericana que lo cobijó tras su olvidable paso por el PSG para que recuperara la felicidad y, sobre todo, las ganas de jugar al fútbol.
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Un Messi que sin romperla durante todo el partido, le basta para dar un solo pincelazo que terminó siendo suficiente para que el público argentino se fuera contento a su casa.
Argentina no rindió como se esperaba, y estuvo muy lejos de hacerlo. Pero ahí estuvo Messi, para ser la luz de un equipo que no brilló pese a un esfuerzo que fue notable y que será clave para afrontar las adversidades que se puedan presentar.