El acuerdo de juicio abreviado al agresor de Janina Ortiz, aceptado por la propia funcionaria y candidata, bloquea el acceso a la verdad. Morían de indignación, pero permitieron que nunca se sepa quién pagó u organizó este "ataque".
La agresión a Janina Ortiz, el juicio y el culpable: Un show del chiste bochornoso
El martes 20 de junio de este año cerca de las seis y media de la tarde, Francisco "Bahiano" Guardia Reale, un convicto en ese momento prófugo por un intento de asesinato desde el 17 de julio del año pasado, se hizo llevar a las cercanías de la calle Matienzo, en Guaymallén, por un vecino al que conocía desde hacía años llamado Ramiro Farina, empleado de una avícola. El viaje era para ir a cobrarle un dinero a alguien. "Bahiano" le insistió mucho a Farina por la hora exacta a la que debía buscarlo en esa tarde de feriado. Parece que la puntualidad debía ser británica. Cuando iban llegando, le explicó a su "chofer" improvisado por qué calles ir y dónde esperarlo. Se bajó, dobló en una esquina, caminó unos metros, le dio un golpe a la secretaria de gobierno de Las Heras Janina Ortiz en su pómulo izquierdo y escapó. Desde la esquina, gritó "¡levantá la denuncia!" y se perdió de vista. Cuando fue "atacada", Ortiz iba con las militantes-funcionarias Priscila "Pila" Maturano -es concejal, en realidad- y Mayra Farías. De inmediato llamaron a María Elena Quintero, abogada de Ortiz, al intendente y pareja de la agredida, Daniel Orozco, y partieron rumbo al Hospital Español. Más tarde, enterado de lo que había pasado, Ramiro Farina (el chofer) llamó al Bahiano para recriminarle: -¿Qué hiciste? -Es política...- le contestó su interlocutor.
Al día siguiente, miércoles 21 de junio, el candidato a gobernador por el frente populista La Unión Mendocina Omar De Marchi y su compañero de fórmula Daniel Orozco dieron una conferencia de prensa en la que abundó la indignación. De Marchi habló de la "gravedad" del ataque, responsabilizó al gobierno y en particular al senador nacional Alfredo Cornejo, su contendiente en las elecciones. De Marchi estaba furioso y escandalizado. Habló de "cómplices" del poder político, y de "medios y periodistas militantes" que "revuelven las tripas, por las historias que arman". Miró a la cámara cuando dijo que la vida de Janina Ortiz corrió peligro y exigió "¡Basta, Señor Cornejo!". A su lado, Daniel Orozco no paraba de llorar, en shock. Cuando pudo hablar, dijo que su suegra tomaba ansiolíticos, y se quebró de nuevo. En la misma conferencia de prensa, la abogada todo terreno del orozquismo María Elena Quintero dijo que el hecho era "muy grave" y lo conectó con una causa de "amenazas" anterior. La rueda de prensa tuvo partes claramente direccionadas. Sicarios de pseudo medios pagos por la Municipalidad de Las Heras (hay documentación disponible) hicieron su tarea señalando a Mendoza Post y a quien firma esta nota, como responsables de la agresión. Algunos llegaron incluso a titular esa acusación. Seis días antes, este diario había publicado la investigación periodística que derivó en el "Caso de las cooperativas" y en particular de la cooperativa fantasma "Manos a la Obra", que sacudió a la política mendocina y en especial a Las Heras. Ese caso ya tiene tres imputados por estafa y fraude al Estado.
Ayer, menos de dos meses después y en un juicio abreviado, Francisco "Bahiano" Guardia Reale fue condenado a seis meses de prisión de cumplimiento efectivo por lesiones leves a Janina Ortiz. Antes, el 7 de julio, se había abstenido de declarar. El Ministerio Público Fiscal (la acusación del Estado) representado por el fiscal jefe Darío Tagua y la abogada María Elena Quintero en nombre de la querellante Janina Ortiz aceptaron la condena, firmaron, y "buenas noches los pastores". Convalidó la escena la jueza Julieta Espínola. Saldado. No sabremos -de momento- quién organizó, pagó, planificó el "ataque" a Janina Ortiz. Un bochorno. Una trama berreta que no se le podría hacer creer ni al más cándido. Ese juicio abreviado fue para que no se sepa la verdad completa de lo que ocurrió, sea cual fuere.
Durante la investigación se descubrieron detalles. La versión del ataque que dieron tanto Janina Ortiz como las militantes-funcionarias Maturano y Farías, difería bastante de la aportada por testigos ocasionales. La historia de la paliza que describieron tanto Ortiz como sus amigas, no fue coherente con el resultado de los peritajes médicos sobre las lesiones de la víctima ni con lo que dijo una vecina que vio todo. Las diferencias resultaban groseras. Sólo se pudo comprobar una lesión menor en la zona del ojo izquierdo de Ortiz. Luego apareció el video, confuso, desde lejos, pero en el que se advierte que el "ataque" dura menos de tres segundos. Las testigos funcionarias y la propia Ortiz dijeron que el atacante había dicho "levantá la denuncia contra Lo Presti", en referencia a Francisco Lo Presti, candidato a intendente de Las Heras por Cambia Mendoza. Pero la vecina que vio todo desde al lado, no lo escuchó. El chofer favorito de Janina Ortiz, Guido Molina, declaró que había sospechado que el "ataque" estaba armado. Mostró chats con un amigo policía con quien conversó sobre esa posibilidad, y contó en sede fiscal que Janina Ortiz le había dicho que querría hacerse golpear donde hubiese cámaras, para perjudicar a alguien, a un político. Pero también declaró que no supo si aquella conversación en privado -que no desdijo- había sido "en broma".
Decenas de militantes de La Unión Mendocina, dirigentes, candidatos, desparramaron la indignación y las acusaciones en medios y redes por la conspiración para atacar a Janina Ortiz, golpearla, y "silenciar a las mujeres de la política" como dijo su abogada en aquella rueda de prensa. Es decir, denunciaron una confabulación galáctica, tenían a un ex barrabrava convicto como autor del "ataque" y sospechaban del poder político, del gobierno, del candidato opositor, y de sus "cómplices" que señalaron a su antojo como responsables de semejante atentado. Pero saldaron el caso con seis meses de prisión por lesiones leves en juicio abreviado, sin debate, y sin saber -probablemente nunca- quiénes fueron los autores intelectuales del "ataque" a la funcionaria y candidata a diputada provincial. Sinceramente, deben pensar que la gente es muy pelotuda. Es imposible tragarse ese cuento. ¿Ortiz no querría saber quién planeó el ataque? ¿De Marchi y Orozco, tampoco? ¿No les hubiese gustado saber en verdad si Francisco Lo Presti, o quien fuera en su nombre, había "contratado" a un barrabrava para pegarle y amenazar a Janina Ortiz? La "solución" de este caso no da más de turbia. Es una burla pretender que alguien crea que Francisco Guardia Reale llegó a la hora exacta a un lugar al que se hizo llevar en auto con precisión asombrosa mientras Ortiz y sus dos amigas caminaban por la calle, para agredirla en tres segundos, gritarle que levante una denuncia, huir; y luego abstenerse de declarar y aceptar una condena por juicio abreviado a causa del "ataque" una vez que fue descubierto. Claro, seis meses al lado de otros delitos que se le imputan al "Bahiano", son como un recreo.
En democracia se supone que los fiscales deben investigar. Es incomprensible, inexcusable, que no hayan llegado al fondo de este caso. No se entiende cómo el fiscal Darío Tagua no fue a fondo, dada la gravedad institucional de este ataque. Gra-ve-dad denunciada por la víctima, su abogada, y por los candidatos a gobernador y vicegobernador de un frente opositor. Dicen que la instrucción estaba en punto muerto, que no daban con las vinculaciones de Guardia Reale con supuestos organizadores del "ataque", que le secuestraron tres teléfonos y no encontraron nada, que temían que la investigación se complicase... que el fiscal firmó este acuerdo y no habría consultado siquiera al fiscal penal adjunto... Lo que fuere. Pero esto es un bochorno. A fin de año la estadística del MPF va a mostrar una condena rápida. Pero tengan por seguro que no han llegado a la verdad. Sólo tienen al perejil que alguien contrató para esta comedia.
Peor que el de la fiscalía resulta el papel de la querella, es decir, de la propia Janina Ortiz. Aceptar esta condena en juicio abreviado sin debate, sin que se llegue al fondo, al móvil, a los organizadores, y acordar con la fiscalía, no hace más que sembrar sospechas de lo más variadas sobre el origen del atentado. Y que utilizaron esta maniobra como ariete político.
Ortiz habló de este "juicio" en un acto en Las Heras ayer al mediodía: "...considero que falta la parte más importante, que es saber quién lo mandó. Por lo menos se hizo Justicia, dijo la verdad y fue condenado", explicó. "Me juntaré con mi abogada para definir cómo continuamos de ahora en adelante y me ponga al día de lo ocurrido en el juicio abreviado" dijo. La que aceptó esta solución fue justamente la abogada de Janina Ortiz, María Elena Quintero.
Todo esto resulta una verdadera fantochada, un show del chiste de principio a fin.
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