¿Cuántos datos venderías por menos de un dólar?

A la senadora provincial le preocupa que jóvenes menores de edad, han consentido la extracción de sus datos biométricos, sin haber recibido una información clara, integral y adecuada.

¿Cuántos datos venderías por menos de un dólar?

Por:Mercedes Rus - Senadora provincial

La reciente actividad de la empresa WorldCoin en Mendoza ha llamado la atención entre las y los ciudadanos y lo cierto es que también merece cierta preocupación. La entidad ofrece criptomonedas a cambio de datos biométricos faciales y de iris, sin pedir la validación de identidad mediante el DNI, permitiendo así el acceso a muchos jóvenes menores de edad.

WorldCoin es una empresa creada por el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, Max Novendstern y Alex Blania, con sede en EEUU y Alemania, y que ya ha llevado este proyecto a otros países. Incluso al vecino país Chile donde, a diferencia de Argentina, el sistema cripto esta regulado.

En la Plaza San Martín de Mendoza.

Ver: ¿Cómo es el orbe que escanea el iris en 34 ciudades del mundo?

Las tecnologías exponenciales y el uso de la inteligencia artificial (IA) no es algo nuevo. Las personas venimos participando en un universo donde todo el tiempo estamos entregando datos y metadatos. Incluso nuestra cotidianidad está atravesada por aplicaciones y herramientas tecnológicas que las usan permanentemente.

Constantemente suscribimos contratos de adhesión donde se nos advierte de la utilización de los datos personales y metadatos. Sin prestar mucha atención al contenido, a veces sin lectura alguna, marcamos la aceptación de las bases -donde nos aclaran que acceden a casi toda nuestra información-, y bajamos una app, instrumentalizamos tecnológicamente electrodomésticos, entre otras diversiones y asistencias digitales.

Lo que está sucediendo con el caso de WorldCoin es un ejemplo más, con la diferencia que se trata de un dato biológico, que no hay información adecuada, y que no se sabe bien cuáles serán los fines que les dará la empresa a estos datos. Aunque esto podría ser una coincidencia con otras aplicaciones también, la posible creación de identidades a partir de allí es un vaticinio no despreciable.

Ver: Sancionaron a la empresa que daba dólares por datos biométricos y huyeron

Pero como se dijera en un famoso caso: "El precio de la innovación no necesita ser la erosión de los derechos fundamentales a la identidad".

La tecnología y el avance del uso de la IA no es ni buena ni mala en sí misma, no merece una calificación o un juzgamiento binario. Es más, creo que tiene importancia para la humanidad, en el ámbito de la salud, científico, de la producción y el desarrollo.

Lo que genera preocupación, en este caso en particular, es que las personas, sobre todo jóvenes menores de edad, han consentido la extracción de sus datos biométricos, sin haber recibido una información clara, integral y adecuada acerca de la operación a la que se someten, pero sobre todo al destino final de dichos datos y la posterior utilización de los mismos.

Ver: Qué dice la Justicia sobre la empresa que "regala" dólares en Mendoza

Además, contra la promesa de supuestos "dólares", la contraprestación es mínima y en un sistema que pocos saben usar. La billetera virtual con que opera la empresa acredita 26 worldcoin en la cartera cripto del beneficiario, lo cual actualmente cotiza aproximadamente a 59 pesos.

Sin perjuicio de que esto deja al descubierto otro tema preocupante: la necesidad de acceder a recursos y capital, especialmente para los jóvenes, puede llevar a que se realicen concesiones que, en otras circunstancias macroeconómicas, serían impensables.

Es esencial definir límites éticos y controles claros para evitar el uso inadecuado de estos avances.

Ver: Revuelo en Plaza San Martín por una firma que "regala" dólares

Las maquinas "tienen apetitos voraces", y hay que ir tomando conciencia que la recolección y el etiquetamiento de datos, así como el problema de la deshumanización, desanonimización y monetización de los datos (el nuevo petróleo), es una intervención social y política de fines económicos.

La falta de un consentimiento informado y libre plantea sin duda preocupaciones sobre la legalidad y la ética de la extracción de datos biométricos.

La Unión Europea es la comunidad internacional que más ha avanzado en la creación de protocolos y reglas en este tema. En su última reglamentación establece obligaciones para proveedores y usuarios en función del nivel de riesgo de la IA, y considera de "Alto riesgo", lo relativo a la captación de datos biométricos.

Tal como afirmara la profesora norteamericana Kate Crawford, autora de "Altas de Inteligencia Artificial Poder, Política y Costos Planetarios": "El mito de la recolección de datos como una práctica benevolente de la computación ha oscurecido sus operaciones de poder y protegido a aquellos de que se benefician de más, lo que les permite a la vez evadir cualquier responsabilidad por sus consecuencias" (ver Pág. 186).

Si bien la tecnología y la IA tienen un potencial significativo, su implementación debe estar acompañada de responsabilidad, ética y garantías de privacidad.