El ministro de la Suprema Corte habla de la experiencia piloto con IA en el fuero laboral.
Adaro al Post: "En agosto la inteligencia artificial funcionará en la Justicia"
En los próximos 30 días, Mendoza será el lugar donde se pondrá en práctica la primera experiencia, al menos en Sudamérica, del uso de la inteligencia artificial entre la Justicia y la ciudadanía, con una prueba piloto que se pondrá en marcha en los tribunales que resuelven los conflictos laborales.
Impulsado por la Suprema Corte de Justicia de la Provincia, la iniciativa busca valerse de esta formidable herramienta para evaluar si a futuro la puede extender a otros ámbitos del Poder Judicial donde resolvería dos carmas inherentes a los sistemas judiciales: velocidad y eficiencia.
El ministro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, Mario Adaro, es uno de los principales involucrados y promotores del proyecto. Con él hablamos en el Post de qué se trata.
También se refirió y dio detalles de cómo será JusLab, la comunidad internacional online de investigación judicial que funcionará con los preceptos de la WEB3.
¿Van a empezar a usar inteligencia artificial en el sistema judicial mendocino?
Si, es la confluencia de varios desarrollos tecnológicos. En la pandemia nosotros utilizamos un desarrollo latinoamericano de firma electrónica robusta, que se hacía a través de foto del DNI y de datos biométricos, porque como no se podía ir a los juzgados, se usaba para firmar los poderes laborales.
Ahora, a esa misma tecnología le hemos sumado la Inteligencia Artificial (IA) para los convenios de homologación laboral.
¿En qué consiste?
Consiste en que las partes que lleguen a un acuerdo en cualquier etapa del proceso judicial laboral van a tener disponibles un link, en el que podrán cargar digitalmente determinados tipos de datos. Esta acción, a través de un algoritmo, va a generar un documento, ese documento va a contener un formato de acuerdo laboral, ese acuerdo se va a enviar automáticamente a los correos electrónicos del trabajador o la trabajadora, de la empresa, de los abogados y abogadas de la empresa y de la ART, en caso de que también sea parte del proceso.
El acuerdo va a ir circulando para que las partes activen la firma electrónica robusta y mientras tanto, los datos quedarán encriptados y hasheados en manos del Poder Judicial, información que será inmutable porque no se va a poder modificar lo que ya se generó.
Luego el Poder Judicial, a través de la Secretaría de Homologaciones, irá viendo el contenido con conjueces y una vez que termine el circuito de firmas, el acuerdo vuelve, se comprueban las firmas y se homologa.
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¿Va a ser para todos? ¿Cuándo comienza esto?
Esto va a ser una prueba piloto que se pondrá en marcha en las siete Cámaras del Trabajo y que estará comenzando a implementarse a fines de agosto.
¿Hoy, cómo se hace el trámite de homologación?
Hoy se pide un turno, se va a tribunales, se hace el trámite de forma presencial, se redacta el convenio, se firma el convenio y ahí empieza el proceso de control para su homologación.
Con el nuevo sistema, en cambio, tenemos varias tecnologías involucradas, porque tenemos la firma electrónica biométrica para las partes, se automatizan los documentos y aunque se podría automatizar la homologación también, hemos decidido primero, hacer la prueba piloto inicial porque tiene que haber un control humano para la homologación.
¿Qué ventajas trae el nuevo sistema?
Que con esta firma electrónica biométrica no hace falta acreditar la identidad presencial de las personas; con el documento hasheado y encriptado que genera el algoritmo, hay total seguridad de que el acuerdo que se llevó es el que las partes firman y el que se homologa y que de esta manera no se modifiquen montos, contenidos, responsables, cuotas, etc.
Además, acelera el tiempo humano que involucra el proceso, ya sea en soporte papel o el remoto digital que se usó en la pandemia, porque este proceso de IA que vamos a aplicar está automatizado. Lo único que tiene que hacer una de las partes es cargar los datos y luego leer y aprobar la firma.
La otra novedad es el diseño que tiene la IA en el que además del texto jurídico normal, se agrega al convenio que van a firmar las partes, un diseño más accesible y amigable, en donde está muy claro quienes representan a las partes, en que banco se va a pagar, en cuantas cuotas, si es un accidente de trabajo o una incapacidad, que incapacidad le ha quedado, el perito que intervino, es decir, va a ser visualmente más amigable y accesible para los trabajadores y trabajadoras que un texto jurídico, a veces incomprensible para ellos.
¿No se podría automatizar la homologación que hacen los mismos jueces?
Técnicamente podríamos hacerlo, pero creo que institucional y jurídicamente no es una opción porque no habrá licencia social, para que un algoritmo cumpla con la función que tiene que cumplir un juez y una jueza.
Pero sí hay ideas para automatizar determinados procesos repetitivos que son prácticamente trámites, como por ejemplo el Registro de Deudores Alimentarios, como a si también que la jueza o el juez que esté a cargo de un proceso por una demanda de alimentos, pueda tener automatizado el oficio en el banco, para poder retener esa cuota alimentaria. Estas son ideas que se han aportado, pero a propósito de la prueba piloto de la IA para la homologación laboral.
¿Cuánto tiempo demoraría?
Lo que demore la firma de las partes, es decir dos o tres días, mientras que actualmente hay pedir el turno de la audiencia, firmar el acuerdo y después esperar unos 10 días, como muy rápido, para tener la homologación.
¿Sin homologación no se puede ejecutar el acuerdo?
Sin homologación no se pueden validar las condiciones de legalidad del convenio que se ha firmado. Si no se homologa no hay obligatoriedad para el cumplimiento.
Buscaron algún modelo de aplicación de IA que se esté haciendo en otra provincia.
Las primeras experiencias que hay en Argentina de aplicación de IA en Justicia es con Prometea, que lo usa el Ministerio Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, desarrollado por el Dr Juan Corvalán, que es fiscal en lo contencioso administrativo.
Este equipo inicial de Buenos Aires, en colaboración con el equipo de Mendoza, empezó a pensar casos de uso y de aplicación aquí, vieron que lo de la homologación de los acuerdos laborales era un caso de uso posible que mejoraba los tiempos, la eficiencia y la transparencia del proceso.
El algoritmo era muy simple, pero había que desarrollarlo, pero lo más importante a destacar es que no hay experiencia de aplicación de IA con la ciudadanía en Justicia.
El que vamos a aplicar en Mendoza, es el primer desarrollo para una organización judicial en el que la Inteligencia Artificial interactúa con un usuario externo, que es el abogado, abogada, trabajador o trabajadora.
Lo que se ha hecho hasta ahora ha sido para equipos internos de una organización judicial o estatal.
¿El primero en el país?
No quiero exagerar, pero diría que sí, y también en Sudamérica porque hoy tenemos aplicación de IA en Colombia con Pretoria, que hace un uso externo para clasificar los recursos y amparos de medicina; en Perú también estaban desarrollando una IA para casos de violencia de género, pero para el uso interno de los tribunales.
Hay desarrollos que se usan en el mundo abogadil, pero para los profesionales, para automatizar o generar documentos, o tipos de demanda o telegramas.
Pero esto que estamos haciendo acá, de poner en marcha una IA que va a intermediar con el ciudadano y los profesionales del fuero, no hay ninguna experiencia por ahora que yo sepa.
Si por ejemplo veníamos estudiando su aplicación en juzgados tributarios para controlar la boleta de deuda, como así también estamos entrenando en la Sala II de la Suprema Corte de la Provincia una red generativa para ver si la IA puede hacer una búsqueda inteligente de las sentencias, tipo chat GPT, pero es todo de uso interno. Externo, en interacción directa Justicia - ciudadanía, no hay.
¿A futuro, cree que la aplicación de la IA en la Justicia será limitada o se podría extender masivamente?
No, no, será limitada. De hecho, en Europa, que es la más avanzada en regulación ética de IA, la Justicia está para casos de uso limitado, para automatizaciones de casos seriados, pero fuera de estos la Inteligencia Artificial está considerada como de alto riesgo, como así también para áreas de la salud, biometría y otras.
Por eso hemos hecho esta experiencia y creo que la vamos a seguir para otro tipo de cosas como puede ser los juicios tributarios o algún proceso más simple, que sea rutinario y que haya una licencia social porque le va a ser beneficioso a la ciudadanía.
Pero no me imagino, por ejemplo, aunque se podría hacer, que haya una IA haciendo textos predictivos de sentencia o que estén directamente automatizados porque esa es más bien una tarea de jurisdicción humana.
Fue ministro de Gobierno antes de convertirse en ministro de la Suprema Corte ¿El uso de la IA mejoraría los procesos en la administración pública del Estado?
Sí, hay muchísimos procesos en el Estado en los que la inteligencia artificial podría mejorarlos, hacerlos más transparente también, desde pedir una determinada certificación, trámites burocráticos que sean de solicitud de información que el Estado ya tiene, muchísimas cosas podrían ser automatizadas.
¿Y qué hace falta para hacerlo?
Bueno, se requiere mucha tarea previa porque no hay transformación digital sin gobernanza de datos y hoy la gran dificultad que tienen las organizaciones, las públicas y las privadas, es el modo en que producen, regulan y manejan sus datos.
Entonces, como no está gobernado, como no los tienen esos datos con una visión de gobernanza, es mucho más difícil hacer transformación digital y mucho más, inteligencia artificial.
El Estado produce y tiene muchísimos datos, pero no hay una inteligencia en la gestión de esos datos, y si de hecho la hubiera, el Estado tomaría mejores decisiones. Es una tarea previa que exige un plan de gobernanza de datos, de transparencia, de infraestructura, de protección, de anonimización, de depuración.
Usted es parte de la fundación de un foro de investigación judicial online cuyo formato está basado en el concepto de la tecnología blockchain y de las criptomonedas ¿De qué se trata?
A fines de agosto va a estar listo el lanzamiento de JusLab, el Laboratorio de Innovación Judicial, una experiencia que no nace como un laboratorio de estudio tradicional, con directores, codirectores y áreas de investigación, sino que nace con la aspiración de ser una comunidad del ecosistema jurídico y judicial que apunte a innovar y a transformar la Justicia, no solo con tecnología sino con una mentalidad de cambio.
Eso va a estar montado sobre un Discord, que es una plataforma social que usan mucho los gamers (jugadores de videojuegos), va a tener determinados accesos, va a ser participativo, horizontal e internacional porque hoy ya es una comunidad que se extiende a Latinoamérica, con gente de Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile.
En este proyecto de JusLab lo más interesante es la gobernanza, porque es horizontal. Se va a poder votar desde el logo del laboratorio hasta las acciones que pueda llevar adelante, va a tener un proceso de democracia horizontal y va a tener varias acciones.
¿Cuáles?
Por ejemplo, un concurso de innovación a nivel latinoamericano para elegir ideas innovadoras para el Poder Judicial. Las ideas que resulten ganadoras, se van a incubar y luego de que se incuben y se mejoren, vamos a tratar de que se implementen en los distintos poderes judiciales de los lugares donde gane la idea.
¿Sería casi como una DAO (Organización Autónoma Descentralizada) que se usa en el mundo de las redes blockchain pero que no va a estar montada sobre una blockchain?
Íbamos a armar una DAO, pero como tiene un costo la transacción de cada cosa que se haga si la montamos en una blockchain, hemos preferido armarla como una off chain, por afuera.
Por eso la vamos a ensayar sobre Discord, que nos da cosas muy parecidas a eso. Va ha haber un onboarding a una wallet donde habrá un token para votar. Va a ser muy parecida, porque tiene toda la lógica de una DAO. Es algo que pretende ser ramificado, divertido y esperemos que transformador.
¿Por qué resolver por Discord lo que la mayoría de la gente, sobre todo en estos niveles profesionales, debate por Zoom, por Meet o por grupos de Whatsapp?
Porque discord es todo eso junto en una sola plataforma. Puedo tener integrado plataformas de reuniones remotas abiertas en forma permanente en salas, puedo tener foros de debate, puedo integrar billeteras para votar con el token que le demos y lo otro que tiene es que consume muy poca banda ancha entonces uno puede tener una reunión como en meet y zoom, al mismo nivel y calidad, con muchísima más gente en línea y con muy bajo consumo de datos.
¿Pero van a haber solo abogados y magistrados?
No, no, va a ser abierta, absolútamente abierta, no va a haber ninguna restricción de ingreso. Lo que sí van a haber son niveles, que van a depender del modo que uno interactúa, colabora y participa. Totalmente abierto, para tecnólogos, periodistas, todos los que se quieran sumar y que les interese mejorar el servicio de Justicia podrá estar ahí.
Para eso hemos tomado algunas categorías del mundo gamer: la categoría inicial es Noob o Novato, luego Junior, después Senior y el más alto es Hacker, que es la categoría que va a garantizar que la comunidad vaya por los valores que se fijaron inicialmente y que no se desvirtúen.
¿Esos valores ya están fijados?
Hay valores iniciales de horizontalidad, de democracia, pero después se van a ir votando otros a medida que se vaya formando.
¿Va a ser un gran foro virtual de debate e investigación?
Sí, pero sobre todo de colaboración. Lo que pretendemos, y es lo más difícil, es que se hagan cosas y no solo se debata. Por ejemplo, quizá va a haber gente de un país determinado que va a pedir ayuda para hacer un proceso y los integrantes de JusLab se van a poder sumar para colaborar. Vamos a hacer un ensayo de horizontalidad y colaboración con mucha gente que viene de un ámbito como el judicial, que es súper jerárquico y super verticalizado, y vamos a ver como sale.
Va a ser bien estilo web 3.
Es que va a tener esa lógica porque estamos buscando que la participación sea anonimizada porque puede venir gente conocida a hacer una propuesta, por ejemplo, gente prestigiosa del mundo tech, o del derecho, y si se sabe quién la está haciendo, eso puede generar adhesión o sesgo a esa persona y podría distorsionar el voto.
¿La gente que va a estar en el discord de JusLab no va a estar con nombre y apellido?
No, en principio no, pero estamos viendo. La otra opción es que, si estén identificados para el debate, para todo, pero a la hora de hacer la propuesta y votar, esta sea anonimizada, para que no genere sesgo.
Entonces yo voy a ser Mario Adaro en todos lados, pero si hago una propuesta va a ser anónima y el voto también va a ser anónimo. Es para quitar obstáculos de prejuicios, como, por ejemplo, de gente muy prestigiosa a la que nadie se anima a decirle que no.
Suena muy novedoso.
Bueno, vamos a ensayar esto, a ver si hay otra sociedad posible.