Tanto la dopamina como la serotonina son claves para comprender la felicidad y el bienestar emocional. Regulando estos neurotransmisores podemos mantener un estado emocional equilibrado y duradero en el tiempo.
Explorando la felicidad a través de la ciencia
Entender y definir la felicidad es complicado, ya que varía de persona a persona. Pero podemos enriquecer nuestra perspectiva al reflexionar sobre diferentes disciplinas y buscar nuestra propia fórmula. Desde Psicología y mente, la psicóloga y coach Lina Fernanda Tamayo, nos indica que la felicidad es una emoción, la cuál surge de situaciones internas como externas y se manifiesta de diversas formas en nuestro cuerpo, como el disfrute, el placer y la gratitud.
Nuestro cuerpo envía señales sobre nuestro estado emocional, influenciado por los estímulos que recibimos. El sistema nervioso, está vinculado al sistema digestivo, y desempeña un papel crucial en este proceso. Por tanto, es importante ser conscientes de los alimentos que consumimos y los estímulos que experimentamos, ya que afectan nuestra relación interna y nuestra conciencia.
El placer y la satisfacción están relacionados con experiencias placenteras y estímulos externos. A veces, las personas a causa de la falta de perspectiva buscan gratificaciones materiales, lo que da una satisfacción momentánea debido a la liberación de dopamina en el sistema nervioso central.
La dopamina regula funciones como la conducta motora y la afectividad. Se libera desde el hipotálamo y se estimula mediante actividades como el ejercicio y situaciones de aprobación, también en el enamoramiento. Sin embargo, su nivel puede fluctuar rápidamente.
Para mantener un equilibrio emocional, es importante también estimular otro neurotransmisor: la serotonina. Este se produce en el estómago y está vinculada con la digestión. Es más estable que la dopamina y se puede mantener en el cuerpo mediante hábitos saludables.
Ver: Frases para motivar a tus seres queridos
Funciones de la serotonina:
1- Regula el apetito y genera sensación de saciedad.
2- Controla la temperatura corporal.
3- Regula las emociones, los impulsos y la actividad motora.
4- Participa en mecanismos que controlan la ansiedad, el miedo, la angustia y la agresividad junto con otros neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina.
5- Regula la secreción de otras hormonas, como la melatonina que influye en los ritmos circadianos y el sueño.
6- Facilita la formación de estructura ósea y está implicada en el funcionamiento del sistema vascular.
7- Estimula la división celular.
Enfermedades mentales asociadas al bajo nivel de serotonina:
Autismo, esquizofrenia, hiperactividad, depresión, ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo, agresividad, insomnio y estrés.
Ver: Slow Life: el arte de vivir despacio y encontrar la verdadera felicidad
Cómo producir serotonina:
- Con la alimentación: comer huevos, pastas, arroz, lácteos, cereales, pollo, pavo, plátanos y leguminosas.
- Con actividades: ejercicio físico regular, técnicas de relajación como yoga o meditación, cambios de actividad, viajes, nuevos proyectos y ocio saludable.
Al ser conscientes de nuestras emociones y de cómo interactúan con nuestro cuerpo, podemos buscar el equilibrio y la felicidad sostenida en nuestras vidas. Es importante recordar que somos responsables de nuestro bienestar y que cuidar nuestro cuerpo y salud mental es fundamental. Practicar la escucha y conexión con nosotros mismos a través del silencio y la meditación es un valioso regalo.