La mendocina, precandidata a diputada nacional del peronismo, explicó al POST por qué el país mejorará.
Amalia Granata al POST: "Fueron años difíciles pero hay un futuro prometedor"
Para María Amalia Granata, la discusión no es si la Argentina va a estar mejor. No tiene duda y lo explica. Para ella, el debate en estas próximas elecciones es, que vamos a hacer con los futuros beneficios: "si llegarán a unos pocos o se destinarán a todos y a todas".
Postulada por primera vez a un cargo de tanta relevancia, detalla y explica los cuatro motivos por los que la Argentina va a estar mucho mejor en los próximos cuatro años. Dice que hay que capitalizar y desarrollar al sector productivo y que si va al Congreso peleará por Mendoza y las economías regionales.
María Amalia Granata no tiene nada que ver con Amalia Granata, la ex modelo, mediática y celebrity santafesina, actualmente diputada en su provincia natal donde ostenta ese cargo legislativo desde 2019 y además ferviente antiabortista.
La Granata mendocina, 43 años, licenciada en Economía y egresada en la Universidad de Congreso, es miembro de La Cámpora y precandidata en segundo término en la lista a diputados nacionales por Mendoza de Unión por la Patria (ex Frente de Todos), lista que encabeza el intendente de Tunuyán, Martín Aveiro.
¿Cómo llevás el tema de tu nombre homónimo al de la modelo y celebrity y de Juntos Por el Cambio?
¡Ja ja, lo llevó bien! No lo tomo ni como algo a favor ni en contra, la verdad que la situación me ha hecho reír bastante porque han aparecido memes y algunas cosas muy graciosas. El otro día, en una recorrida, hablando con una señora me dice "¿pero vos no seguís siendo actriz?", fue una situación muy simpática, así que la verdad es que, en calidad de anécdotas, hay varias.
¿Has militado siempre en el peronismo y en política o es de ahora?
Nací en una casa peronista, mis padres son peronistas, así que siempre estuvo la discusión política en la mesa de casa. Obviamente que, en el 2003, con la llegada de Néstor Kirchner y todo lo que él empezó a llevar adelante, mi interés personal por la política empezó a crecer mucho más.
¿Cuándo empezaste a militar?
En 2010, tenía 30 años. En ese momento decidí salir a defender el proyecto político que para mi estaba transformando la Argentina.
¿Esta es tu primera experiencia como precandidata?
Si bien he estado en otras listas, es mi primera experiencia de precandidata con una militancia activa caminando una campaña. Antes siempre había estado en los equipos técnicos, mi rol era interno, vinculado a la producción de informes.
¿Qué tal es esa experiencia de salir y recorrer?
La verdad que recorrer y poder hablar con la gente la situación que vive es muy bueno, estoy muy contenta. Ayer me tocó ir a una fábrica, el otro día a unos merenderos, y es un aprendizaje infinito el que te brinda la campaña.
¿Estas recorridas que son de mucho territorio y de muchos rincones a los que uno nunca ha ido, qué impresión te ha dejan?
A ver, sabemos la situación en la que está el país, pero yo lo que le transmito a la gente es que hay esperanza para la Argentina, hay un futuro prometedor y no lo digo por ser una soñadora, lo digo porque hay hechos concretos.
¿Cuáles?
Creo que está terminando la peor sequía de los últimos 50 años para la Argentina, está la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner, está la posibilidad de explotar la segundad Vaca Muerta que hay en nuestro país, que es la reserva petrolera off shore en el Mar Argentino, frente a Mar del Plata y por último, ya empezó la producción de litio.
Con esos recursos, la Argentina tiene la posibilidad de afrontar la histórica falta de dólares que ha limitado su desarrollo y su progreso.
¿O sea, que llegue el gobierno que llegue el próximo 10 de diciembre, sí o sí le tiene que ir mejor?
Mirá, la discusión es que vamos a hacer con estos recursos. Si vamos a ir por una primarización de la economía, es decir, si solo vamos a exportar materias primas, o si con esos recursos y con esos dólares vamos a generar valor agregado en todo el entramado productivo a lo largo y lo ancho del país.
Esa es la gran discusión a la que nos enfrentamos y es lo que transmito, que venimos de años difíciles, con una deuda desmedida, una pandemia, una guerra (Rusia-Ucrania) y una sequía brutal y ahora, creo que si tenemos un futuro esperanzador por todo esto y entiendo que el gran debate es hacia dónde vamos.
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¿Y hacia dónde hay que ir?
Bueno, tenemos que decidir si volvemos a la política de Mauricio Macri, que terminó con 270 mil empleos menos, con un aumento del 50% del nivel de pobreza y una destrucción del 13% de nuestra industria; o si avanzamos realmente en un modelo de país con empleos genuinos, salarios dignos y mejor calidad de vida para todos y todas.
Es una vieja discusión la de si producimos materias primas o valor agregado. ¿Por qué crees que nunca se ha terminado de definir?
Porque cuando nos han gobernado a través de la deuda no hemos sido soberanos. Podemos irnos para atrás, a 1947, cuando en su primer gobierno, el general Juan Domingo Perón le terminó de pagar la deuda a la Baring Brother, deuda que había empezado en 1824.
Después, con las reestructuraciones empezaron los endeudamientos graves a partir de 1976 y fue un proceso que explotó en 2001, lo que nos llevó a que para poder encarar el desarrollo hubiese que reestructurar la deuda en 2005 y 2010.
Y ahora, de nuevo, en 2018, volvemos a que nos gobiernen a través de la deuda y no a impulsar el desarrollo, por lo que desde mi perspectiva la discusión no ha sido solamente un tema económico sino si hemos sido soberanos o nos ha condicionado a partir de la deuda.
Lo dijo Sergio Massa, hay que pagarle al Fondo Monetario Internacional y liberarnos de ellos porque es el gran cepo para el desarrollo de la Argentina.
¿La soberanía pasa por no estar comprometidos con deuda externa? Hoy es el FMI, pero en los 90', en el gobierno de Carlos Menem los prestamistas eran privados.
El problema es que estamos condicionados. Hay libros muy buenos al respecto, uno de Joseph Stiglitz, que se llama "La vida después de la deuda", y entiendo que la deuda ha sido el gran limitante del desarrollo para nuestro país.
Lo preguntaba porque siempre se dice que para desarrollarse es condición endeudarse y que lo que hay que hacer es pagar esa deuda en tiempo y forma.
Es que el tema son los niveles de deuda. ¿A qué me refiero? Qué deuda y con quién, y con qué legislación, y con qué repago, eso es lo que digo. Creo que hace al desarrollo tener una deuda controlada, que uno puede pagar y para eso están este tipo de recursos que hay que usarlos y están disponibles.
El tema es que esos recursos (créditos) lleguen genuinamente para un desarrollo o que sean para condicionar, que fue lo que pasó con el último préstamo del Fondo Monetario Internacional, que esos fondos en vez de ir al desarrollo fueron a la fuga y no sabemos dónde están.
Ese es el gran tema de la deuda. Mientras sea controlada, con objetivos específicos y para el desarrollo, creo es muy buena como recurso para crecer y es importante.
Insisto, ¿crees que al gobierno que venga le va a ir mejor porque va a tener mejores condiciones que el de Alberto Fernández?
Creo que hay grandes condiciones para que nos vaya mucho mejor, el tema va a ser si nos va a ir mejor a todos los argentinos y las argentinas, o les va a ir bien a unos pocos.
Si esos recursos van para el desarrollo de todo el entramado productivo del país, con las pymes, con el turismo, con el comercio, con la ciencia y la industria nos va a ir mejor a todos y a todas.
Pero si solamente vas a ser para generarle seguridad jurídica a las grandes empresas para que puedan hacer las inversiones y que luego eso no se traslade al desarrollo de toda la población, que es lo que generalmente pasa, va a ser para unos pocos.
Se habla mucho de industrializar y salir del modelo de productos primarios, pero es difícil llevarlo a cabo y más salir vender, a exportar y conseguir mercados.
Creo que todos los países desarrollados primero se empezaron a industrializar y después se abrieron al mundo y a la competencia internacional. Reino Unido fue el país más proteccionista que hubo, ahí no entraba ni un hilo y después se hace grande y cambia.
Todas las potencias mundiales, primero han protegido sus industrias para después poder desarrollarse porque si no estás limitado a ser un productor de materias primas, no podés hacer crecer tu PBI (Producto Bruto Interno), no podés generar mayor desarrollo social para toda la población.
Pero Reino Unido era hasta hace 80 años un imperio que controlaba casi 50 países dependientes de la corona británica y nosotros no tenemos ese tamaño y poder.
Claro, es que, el Reino Unido fue proteccionista en el 1700, que es cuando se desarrolla, no hace algunos años. Antes de ser imperio era proteccionista, después se abrió. Estados Unidos, por ejemplo, no dejaba entrar un clavo para poder industrializarse.
Entonces, es fácil pensar en el desarrollo global desde un país central y nosotros no somos un país central, nosotros necesitamos generar competitividad en nuestra industria para poder desarrollarnos.
Y creo que ese es el camino, desde la producción para el consumo interno y a partir de allí con ciencia, con tecnología poder competir en los mercados externos. Lo que estoy diciendo no es un concepto mío, es lo que ha pasado a lo largo de la historia que la podemos comprobar, no es mi opinión.
Las grandes potencias, primero fueron proteccionistas y después se desarrollaron. Después entra, con Margareth Thatcher (primera ministra del Reino Unido) y Ronald Reagan (presidente de los Estados Unidos), el liberalismo económico a este nivel.
Fueron proteccionistas hace 150 o 200 años, en aquel mundo. ¿Hoy, con las condiciones existentes se puede ejecutar un plan similar?
No estoy diciendo que haya que cerrar la economía, sino que hay que protegerla, hay que proteger nuestra industria, impulsarla, ponerle recursos para que sea competitiva y levantarla para que pueda tener competitividad, pero no nos podemos resignar a ser productores de materias primas y no generar desarrollo para nuestro país.
¿Si te toca ir al Congreso que proyecto o propuestas tenés pensado llevar a cabo?
Tengo muchas ideas, pero también sé que voy a ser diputada por la provincia de Mendoza, y quiero llevar al Congreso política e ideas que puedan impulsar a nuestra provincia, ideas centradas en el impulso de las economías regionales, del federalismo, de ese entramado productivo que ya hablamos.
Para mi es estratégico la optimización del recurso hídrico por el cambio climático que viene y como mendocinos y mendocinas sabemos de qué se trata, pero creo que no todas las provincias lo viven así. Por lo que me parecen fundamentales todas las políticas para optimizar y tecnificar el recurso.
También me interesan mucho las políticas de discapacidad, todas aquellas que ayuden a mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad y también de su familia, porque este tema cruza a todo el entorno porque necesitan cuidados, atención, creo que también hay mucho para avanzar en eso, generar inclusión y levantar barreras.
¿Cómo se puede mejorar la matriz productiva de Mendoza?
Creo que Mendoza, a diferencia de otras provincias, no depende de un solo recurso estratégico. Por ejemplo, en La Pampa tienen la soja, Neuquén tiene Vaca Muerta y Mendoza tiene una matriz muy diversificada y la potencia está en esa diversificación.
No es que una actividad nos va a salvar, sino que es la fuerza de todas esas actividades y políticamente es mucho más complejo porque tenés que ir impulsando conjuntamente a todas.
¿No estamos mal de matriz productiva, sino que hay que potenciarla?
Exactamente, en todos los sectores, porque la provincia está estancada. No puede ser que Mendoza tenga ahorro, pero no impulse a las pymes, a los productores y que tengamos los salarios más bajos del país.
Y son todas importantes. La vitivinicultura es el sexto conglomerado agroexportador de la Argentina y genera gran cantidad de empleo y muchas actividades en el territorio. ¿Está agotada?, yo creo que no, creo que hay una descapitalización de los productores que si los capitalizamos podemos aumentar la productividad, obviamente con una diversificación y tienen mucho potencial para crecer con inversiones que es lo que necesitan.
Mendoza también tiene una gran capacidad para generar alimentos sanos, porque por sus condiciones climáticas, no necesita tanto fertilizantes ni agroquímicos para las plagas y el mundo está demandando eso, alimentos sanos. Todo lo que viene desde la hidroponia hasta las producciones con invernaderos y también con la ganadería. Hoy la provincia es el segundo cinturón verde de producción de la Argentina.
En minería, con la 7722 incluida, tenemos tres proyectos que son dentro de la ley, Hierro Indio, Cerro Amarillo y Potasio Río Colorado y que los mendocinos no hemos avanzados ni en mover casi una piedra. Creo que no podemos negar que ahí hay posibilidades de crecimiento.
Después, el petróleo ha sido nuestra base productiva. Ahora no lo somos, pero hemos sido una provincia petrolera. Creo que venimos retrasados en este tema, que estos años hemos demorado un poco, los mendocinos nos hemos peleado más de la cuenta con YPF para poder explorar Vaca Muerta. Ojalá tengamos ahí buenos resultados y todo lo que es el petróleo pesado de Llancanelo también tiene potencial de desarrollo.
Mendoza, además, es un polo logístico estratégico. Lo demuestran los más de tres mil camiones parados que tenemos aquí por el corte del paso internacional a Chile, también el turismo tiene un potencial muy grande y la industria de la economía del conocimiento, que cruza a todas las actividades.
Entonces, la matriz es amplia, tenemos que trabajar en esa amplitud y no pensar que hay algo en particular que nos va a salvar.
Necesitamos volver a generar este circuito de recursos para el desarrollo, que lo hemos tenido limitado, y también hemos tenido varios millones de dólares parados por una obra, que creemos que deberían ponerse al servicio del desarrollo de la provincia.