Las aves serán sacrificadas y enterradas. El vicepresidente del Senasa explicó cómo trabajan en la granja afectada, en Río Negro.
El Senasa sacrificará 180 mil pollos en la granja donde se detectó gripe aviar
La detección del primer caso de gripe aviar en una granja comercial, ubicada en la localidad de Mainqué, Río Negro, provocó que Argentina suspendiera las exportaciones de pollo y huevo. Ahora, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó que deberán sacrificar todos los pollos del establecimiento donde se descubrió el caso.
Si bien el consumo de huevos y carne no transmiten la enfermedad, el organismo deberá tomar la medida debido a normas que rigen la exportación.
Rodolfo Acerbi, vicepresidente del Senasa, lo explicó así: "La normativa internacional dice que si el certificado acordado -en este caso, hace más de 10 años -con los distintos países empieza diciendo que Argentina es un país libre de influenza aviar, el hecho de ya no serlo invalida el certificado, y al invalidar el certificado automáticamente invalida la posibilidad de exportar".
Como Argentina perdió el estatus de influenza aviar, debe notificarlo inmediatamente a la Organización Mundial de Sanidad Animal. Como el caso se detectó en una granja comercial -no en una de traspatio ni en aves silvestres-, el Senasa dejó de certificar carne o huevos. Pese a eso, "la gente puede seguir consumiendo carne y huevos", subrayó Acerbi.
Otra consecuencia de la detección del caso de influenza aviar es que el Senasa deberá sacrificar a todas las aves que había en ese establecimiento. "Todo el área técnica nuestra se ha desplazado a Río Negro, de modo tal de poder aislar rápidamente la franja de pollos parrilleros a través, lamentablemente, del sacrificio del 100% de sus aves, enterramiento y desinfección de camas y galpones, de manera tal que el virus no salga de esa granja y no se expanda por el valle", explicó Acerbi.
Ver más: Argentina suspendió las exportaciones de pollo y huevo
Son 180 mil pollos que se sacrificarán, lo que equivale a toda una nave de la empresa Pollolín, dueña de la granja donde apareció el caso. El método será la inyección de dióxido de carbono en el galpón. De esa manera, las aves empiezan a tener sueño, se desmayan y finalmente mueren.
"No podemos ni siquiera mandar a faena las aves aparentemente sanas porque, si bien no le haría mal a la gente, si el camión va a transitar por rutas de Río Negro hacia cualquier frigorífico la probabilidad de diseminar el virus a través de la materia fecal es altísima", amplió a La Nación el funcionario.
El hecho llamó la atención de los trabajadores del establecimiento cuando 1500 pollos amanecieron muertos. Para este miércoles a la mañana, ya con el Senasa advertido, eran 5000 las aves muertas.
Leer: Un incendio en el campo fue la razón del apagón masivo
Acerbi remarcó que la enfermedad todavía no está controlada, sino que se trabaja en tres escenarios: parques nacionales, granjas de traspatio y establecimientos comerciales. "Estamos tratando de circunscribirlo a parques nacionales y a traspatio y evitar que ingrese a las granjas", detalló.
De las 177 notificaciones analizadas por el Laboratorio del Senasa, a la fecha, suman 25 los casos confirmados en aves silvestres (3), de traspatio (21) y sector comercial (1) distribuidos de la siguiente manera: 13 en Córdoba, 4 en Buenos Aires, 2 en Río Negro, 2 en Santa Fe, 1 en Jujuy, 1 en Neuquén, 1 en San Luis y 1 en Salta. El de Río Negro fue el caso más sensible porque fue en una granja comercial.