El mendocino que instaló una bodega, pero de café

El café de especialidad, ese que cumple con las pautas de calidad de nivel internacional, se ha instalado con fuerza en Mendoza, donde es común ya pedir uno colombiano o brasileño, según el gusto y las preferencias. Y esto gracias a que por un lado las cafeterías confían cada vez más en los baristas, los profesionales que crean y se hacen cargo incluso de la presentación de una taza de café.

A la par de estos cambios, han proliferado quienes trabajan en la industria del rubro, desde Mendoza, para mejorar la calidad del grano y en el proceso y la trazabilidad del producto.

Así, en la provincia existen varias empresas dedicadas a la producción y el cuidado del café. Entre los emprendedores que han crecido en el último tiempo, hoy se destaca República del Café, que inició sus actividades en 2017. Su fundador es Gonzalo Piñeiro, quien trabajó durante muchos años en la industria del vino, algo que lo llevó a conocer otros países y fue allí donde se interesó por las diferentes variantes del consumo de café.

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"El clic fue en una visita de trabajo a un tostadero en Chicago. La idiosincrasia de la gente que trabajaba ahí, descontracturados y audaces, le hizo darse cuenta que el mundo del café estaba poco explorado en la Argentina y se enfocó de lleno a democratizar su consumo", explican desde la empresa.

Único en Mendoza

La marca tiene algunas cualidades particulares, ya que es el único importador de café crudo para su comercialización a otros tostaderos en el interior del país; todos están concentrados en Buenos Aires. También se tuesta y vende el café a particulares y comercios de nuestra provincia.

Piñeiro explicó que el sistema de tostado es por "hot bed fluid", o sistema de flujo caliente que mantiene el café en movimiento a través de aire. Esto permite que la cascarilla que recubre el grano de café se desprenda antes del tostado, evitando que se transfieran sabores indeseados al café.

"El café de especialidad ha crecido mucho en el último tiempo aunque es común escuchar a quien lo pide lo más fuerte posible, bien caliente, bien oscuro o molido lo más fino que dé la máquina", analiza Gonzalo.

Opinó además que estos conceptos se contradicen con el café de especialidad, "ya que el café debe ser disfrutado según cada persona. Es importante evitar que se genere un miedo en el consumidor por no saber degustar su café correctamente, algo que viví en el mundo vitivinícola. Cada uno sabe cómo le gusta su café, fuerte o suave, amargo o con acidez, son gustos y en eso no se debería tratar de imponer nada".

En República del Café se tuesta café de Brasil y Colombia. Últimamente se incorporó un nuevo miembro a la familia: el cacao en polvo y manteca de cacao de Brasil, pensado principalmente para la industria alimenticia y ya se vende en gran parte del país.

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