Se declaró culpable de los delitos de enrequecimiento ilícito y fraude al Estado. Está en la cárcel desde abril por la causa de la "Mucama ñoqui".
Lobos va ocho años a la cárcel por corrupción
Luego de un cuarto intermedio de una semana, el Tribunal Penal Colegiado N°2 de Mendoza condenó este miércoles a Luis Lobos en la megacausa por enriquecimiento ilícito y también por fraude al Estado en el Caso Wanka. El exintendente de Guaymallén reconoció en un juicio abreviado los delitos en los que estaba acusado y tendrá una pena unificada de 8 años, dado que ya había sido condenado en la causa de la "Mucama ñoqui" y se encuentra en San Felipe desde fines de abril de este año.
La investigación de Mendoza Post en diciembre de 2014 fue clave en dar a conocer todas las maniobras de corrupción de Lobos y su familia. "Así se enriquece un intendente" fue la nota que destapó la olla de la fortuna que logró el ex intendente a costa de su enriquecimiento ilícito y fraudes. Además del POST, en la investigación participó un grupo de abogados dirigidos por Carlos Varela, dirigentes del FIT como Federico Telera, Héctor Fresina y Víctor Dávila.
Gracias a los datos, testimonios y registros salieron a la luz el caso de la "Mucama ñoqui", las causas por enriquecimiento ilícito y por fraude.
Luis Lobos, este miércoles.
Se hizo "dos juicios en uno" al unificarse las causas de enriquecimiento ilícito, ya que ni Lobos ni su exesposa Claudia Sgró pudieron justificar los bienes materiales, y por fraude al Estado en el "Caso Wanka": una causa de corrupción por obras de asfalto que no se realizaron. La causa por enriquecimiento es la más grave de todas, tomada como la "causa madre" del Caso Lobos.
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Tanto Lobos como Sgró están en prisión de abril, condenados por el caso de Laura Fara, la "Mucama ñoqui": era empleada municipal sin saberlo. En ese momento, la pareja había fraguado su incorporación a la municipalidad de Guaymallén y se quedaba con su dinero a través de María Elena Fernández, madre de Sgró y exsuegra de Lobos. Además, un hijo de Fara (jardinero de Fernández) también fue nombrado en planta permanente. Las estafas duraron tres años, incluso desde antes de que Lobos llegara a ser intendente.
Lobos, condenado por cuatro años y medio de prisión por la "Mucama ñoqui" (Sgró, por la misma causa, recibió tres años y medio de prisión), se encuentra alojado en la celda 3 del módulo 6B de la cárcel de San Felipe desde el pasado 30 de abril, un sector especial donde los internos son presos de la política, exfuncionarios, exmiembros de la Policía, de la Justicia o del mismo Servicio Penitenciario.
El juicio abreviado
El exindentente recibió 6 años de prisión por ambas causas pero se computarán en 8 años total unificados con la causa de la "Mucama ñoqui". Además, tiene inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, una multa cercana a 75 millones de pesos y quedó firme el decomiso y remate de su mansión y de un departamento, por casi 148 millones de pesos.
La multa que le impusieron la "saldó" con dos vehículos y las acciones de su empresa GERENCIAR SA que, a su vez, es dueña de lotes en barrios privados de Guaymallén. Si esta multa no pudiera hacerse efectiva, irá un año y medio más a la cárcel.
Lobos renunció a todas las apelaciones y al recurso extraordinario contra la Ley de Extinción de Dominio, por la que le quitaron la casa y un departamento.
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Sgró no entró en este juicio abreviado y esperará, en prisión, el juicio por enriquecimiento que se espera que se realice en algún momento de 2023. El empresario Roque Núñez y el exfuncionario Federico Sampieri, acusados de fraude junto con Lobos en el "Caso Wanka", tampoco estuvieron incluido en el juicio abreviado e irán juicio oral.
Gracias al juicio abreviado, Lobos evitó un debate oral y público de larga duración y tuvo una condena menor a la que podría haber recibido en un proceso tradicional.
Con la pena que recibió podría tener salidas transitorias (siguiendo y cumpliendo con todos los pasos del sistema penitenciario mendocino) recién en abril de 2026. Así también podría salir a comienzos de 2028, al tener tres cuartos de la condena total cumplida, si las condiciones judiciales se lo permiten.
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