Si bien sus propiedades son indiscutibles, su consumo excesivo podría no ser tan beneficioso como se cree. En la nota te contamos de qué se trata.
Jugo de naranja: ¿es realmente saludable tomarlos todos los días?
Arrancar el día con un jugo de naranja es una de las opciones más recurrentes y saludables ya que aporta una buena cuota de nutrientes y al estar libre de azúcares es una opción ideal para comenzar la jornada. Además, contiene una gran cantidad de vitaminas y nutrientes, indispensables para el correcto funcionamiento del organismo.
Como es sabido, la naranja es una fruta que resalta en su composición nutricional, ya que, en su mayoría, posee vitamina C, la encargada de prevenir las enfermedades respiratorias y las infecciones. Sin embargo, este alimento también contiene vitamina A, B1, B5 y B6, ácido fólico y potasio, entre otros. Gracias a su gran aporte vitamínico, el jugo de naranja ayuda a:
- Limpiar y purificar el organismo: Aumenta la secreción de la bilis, por lo que ayuda con la acidez, gastritis y úlceras estomacales.
- Evita el estreñimiento: Elimina los desechos acumulados en los intestinos, mejorando el flujo intestinal.
- Activa el metabolismo: Podría ayudar a controlar el peso.
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- Ayuda a la absorción de hierro: Permite que el sistema digestivo absorba todo el hierro consumido.
- Alivia la anemia: Ayuda a aumentar la cantidad de glóbulos rojos de la sangre.
- Previene el envejecimiento prematuro de la piel: La cantidad de flavonoides y aceites esenciales que tiene ayuda a la hidratación y producción de colágeno.
- Ayuda a prevenir la gota y la artritis: La naranja ayuda a nivelar los niveles de ácido úrico en el organismo.
- Es que sin lugar a dudas sus beneficios son numerosos pero, no todo lo que brilla es oro, y su consumo excesivo podría no ser beneficioso para ciertas personas con enfermedades de base.
¿Qué complicaciones podría generar?
Pese a su enorme potencial, numerosos especialistas médicos no recomiendan beber más de dos vasos al día, ya que en personas sanas puede provocar problemas estomacales, tales como diarrea.
Asimismo, no es recomendable el consumo excesivo en aquellas personas que tienen diabetes, gastritis, úlceras o síndrome de intestino irritable ya que puede provocar malestar abdominal o sensación de quemazón en el esófago.
Fuente: Meganoticias
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