El hábito está relacionado con episodios de ansiedad y estrés.
¿Qué es la onicofagia y cuáles son sus consecuencias?
Adolescentes, un tercio de los niños entre cinco y diez años e incluso un 15 por ciento de los adultos sufren el hábito de la onicofagia. Esta afección produce consecuencias negativas para la salud tanto en el plano físico como en el emocional y social.
Onicofagia se denomina a la costumbre de morderse las uñas que proviene etimológicamente de la palabra griega Onyx que significa uña. Esta práctica puede generar infecciones (por la suciedad que se acumula bajo la uña y que pasa a contactar con la saliva, así como por la proliferación de bacterias y hongos), sangrados, daño a la cutícula o incluso perjudicar los dientes.
Además del riesgo de perder la uña, debido a la propia fisonomía de los dedos la onicofagia puede producir un aspecto desagradable. La ansiedad, el estrés, la timidez y el miedo son algunas de las causas emocionales que provoca morderse las uñas.
Cómo quitar el hábito de la onicofagia
Cubrir la uña con un esmalte o directamente dejarlas lo más cortas posible para que no se puedan morder son maneras de solucionar este problema con raíz obsesivo-compulsivo.
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Llevar un estilo de vida relajado o emplear técnicas que bajen los biorritmos y, sobre todo, los pensamientos tendentes a la ansiedad es el primer paso y el que, a medio plazo, harán prescindir de la costumbre.
Es clave ser consciente de que la onicofagia no es una buena costumbre e intentar cortar el impulso cada vez que se tenga.
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