Por más increíble que parezca, en una abadía ubicada en España la frase que popularizó el capitán de la selección argentina está inscripta desde hace 450 años.
"Qué mirás bobo": la frase de Messi está tallada hace siglos en un monasterio
La semifinal de la Copa del Mundo Qatar 2022 entre Argentina y Países Bajos, además de dejar una definición vibrante en los penales, con el Dibu Martínez siendo héroe al atajar dos disparos, también dejó uno de los momentos más maradonianos de la carrera de Lionel Messi, cuando finalizado el partido se enojó con Wout Weghorst, el delantero que anotó los dos goles del conjunto neerlandés y que provocó durante toda la tanda de penales.
"¿Qué mirás, bobo?", disparó un enojado Messi, frente a las cámaras de TyC Sports, y rápidamente se convirtió en un fenómeno viral, para pasar a ser estampada en remeras, tazas, gorras e incluso hubo quienes se animaron a tatuársela.
Pero lo más increíble de todo, es que esa frase, textual, sin cambiar ni una sola palabra, está tallada en el techo de un monasterio español desde hace 450 años, y es un detalle que no pasa desapercibido para sus visitantes, pero que nadie imaginaba que sería reproducida y viralizada en todo el planeta por el crack argentino.
La frase está inscripta en el techo de la Abadía de San Julián de Samos, en la provincia de Lugo, el cual forma parte de la ruta del Camino de Santiago. Según explica el diario español 20 Minutos, el maestro de obras de la planta baja del claustro de las Nereidas, Pedro Rodrigues, escribió esa frase durante la construcción del monasterio, que se remonta a fines del siglo XVI.
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"Como dato curioso de picaresca medieval, existe una clave cuya inscripción, en forma jeroglífica, dice: ¿qué miras bobo?", detalla el sitio oficial de la Abadía de Samos.
Julia Fernández es guía el monasterio y en diálogo con Cadena Ser, de España, explicó el origen de la frase: "La orden es benedictina. Los monjes benedictinos son contemplativos. En su regla hay una parte que obligaba a los monjes a ir meditando de modo sumiso, mirando hacia el suelo. La clave es la contradicción a esa contemplación. Si algún monje casualmente elevaba el rostro hacia los cielos mientras meditaba, la respuesta era '¿qué miras bobo?'. Volver el rostro hacia abajo y seguir meditando con humildad".
"Lo comentábamos intramuros con los más jovencitos del templo. No pensábamos que iba a extrapolarse tanto, pero con la gente del pueblo sí fue comentado", explicó sobre cómo reaccionaron a escucharla en boca de Lionel Messi.
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Finalmente, la guía invitó a que cualquier argentino que visite la ciudad aproveche para contemplar las letras rojas con la frase que ya forma parte de la historia del fútbol.