El humus de lombriz es un recurso para la agricultura y la jardinería que ha transformado a la agricultura tradicional sobrecargada de químicos.
Diez consejos para cuidar el jardín y tenerlo en buenas condiciones
Tener un jardín verde y sano es ideal para que luzca un hogar ya que se podrá disfrutar de las hojas de las plantas, la sombra que brindan los árboles y la belleza de las flores.
El humus de lombriz es un recurso para la agricultura y la jardinería que ha transformado a la agricultura tradicional sobrecargada de químicos. Teniendo en cuenta estos datos, a continuación los 10 consejos básicos para hacer que el jardín permanezca verde y saludable.
1. Conseguir un suelo sano y libre de químicos
Lo más importante de un jardín es el suelo. Un suelo bien nutrido, vivo y libre de químicos es la base de la salud de las plantas. Los fertilizantes y los fitosanitarios son los causantes de matar a los microorganismos beneficiosos que existen en el entorno. Además provocan que la planta esté nutricionalmente descompensada y sea propensa a ataques de plagas y a daños por frío o calor. También crean formas insolubles en el suelo y contaminan las aguas.
2. Cambiar los abonos químicos por algo natural
El aporte de abonos químicos en el jardín conlleva problemas de desequilibrio nutricional. Estos problemas hacen que las plantas sean más propensas a plagas y enfermedades. Por ello, el mejor método para evitar estos problemas es utilizar microorganismos que aportan nitrógeno y otros nutrientes necesarios para que las plantas estén verdes y sanas.
3. Nutrir las plantas
Para que las plantas puedan desarrollarse en un suelo sano y libre de patógenos, se debe aportar productos que confieran al suelo los nutrientes. Una estructura con microorganismos aumenta la captación de nutrientes por la planta, obteniendo mayor porte y vigor.
4. Aportar materia orgánica
El aporte de materia orgánica al suelo es fundamental. Se favorece el crecimiento de las plantas en un suelo sano y libre de patógenos, capaz de que se instalen microorganismos y fauna beneficiosa. La mejor forma de hacerlo es aportar al suelo humus de lombriz, que además de aportar materia orgánica al suelo, mejora la estructura y aporta nutrientes a las plantas.
5. Eliminar hojas secas
Al eliminar las hojas secas del jardín y de las plantas obtendrás un aspecto más verde y cuidado. Además, cuando se quitan las hojas muertas se evitan que sea el refugio de plagas y el lugar donde se pueden instalar hongos oportunistas que puedan afectar a nuestro jardín.
6. Podar las partes secas de las plantas
Si se poda las partes que se encuentran muertas o en mal estado se favorece el crecimiento y se consigue que las plantas obtengan un mejor aspecto. Con esto se favorece la recuperación y el crecimiento de la planta, además de evitar enfermedades fúngicas en la planta afectada.
7. Atraer insectos beneficiosos
Las plantas libres de químicos atraen insectos que son beneficiosos. Los polinizadores ayudan a fecundar las flores para que den frutas y semillas. Pero hay otros que también se encuentran en la fauna alrededor de las plantas, como son los depredadores de plagas o insectos parásitos que ayudan a controlar a las plagas.
8. Un suelo vivo
Además de los microorganismos que encontramos en el suelo que ayudan a la planta a nutrirse, podemos encontrar lombrices. En el pasado se las ha considerado como una plaga, pero hoy día se sabe que las lombrices son muy beneficiosas y ayudan a descomponer la materia orgánica, proporcionando una mejor estructura del suelo.
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9. Evitar las plagas
Al mantener las plantas sanas se evita la puesta de huevos de plagas, ya que los insectos han desarrollado la habilidad de instalar su prole en las plantas más débiles. Las plantas que han tenido una excesiva fertilización nitrogenada se vuelven más tiernas y débiles, y son más propensas al ataque de las plagas.
10. Utilizar agua de riego
El agua de riego de buena calidad es muy importante. Si se utiliza agua que contenga cal, se altera el pH del suelo, por lo que algunos microelementos del suelo dejan de estar disponibles para las plantas. El agua del grifo contiene cloro, que puede afectar de manera negativa a las plantas y dificulta el crecimiento de microorganismos beneficiosos en el suelo. Para evitar estos problemas, se puede utilizar agua de lluvia recogida de los canalones del tejado.
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