La provincia muestra desde el inicio de la pandemia una evolución favorable en el sector de viviendas, educación y las políticas ambientales, además de registrar el índice de desocupación más bajo de los últimos cuatro años a pesar de la mala praxis de la administración nacional.
A pesar de la crisis macroeconómica nacional, el Modo Mendoza funciona
La situación de nuestro país no es buena, venimos perdiendo calidad de vida hace décadas, pero esto se aceleró con el advenimiento de los gobiernos populistas, que como decía el expresidente Alfonsín: "Es imposible discutir con un populista porque contesta con voluntarismo, eslogan, inescrupulosidad y demagogia", en otras palabras, con pensamiento mágico en donde el esfuerzo y el mérito de cada uno pierde razón de ser.
Ante esta realidad, Mendoza muestra su ADN resiliente, su capacidad de abrirse camino ante la adversidad del desierto, con números concretos, y en aquellos sistemas en que le toca administrar y desarrollar lo hace de la mejor manera posible, la mala praxis del populismo kirchnerista nos tironea para abajo, pero Mendoza se resiste a caer y sigue abriendo surcos para tratar que el agua pase.
En un marco de deterioro social nacional producto de políticas desacertadas en lo económico y político, donde rompemos las estadísticas con inflación tan alta como en los últimos 30 años no se vivía, vemos ejemplos de la diferencia que marca la gestión provincial. Los datos proporcionados esta semana por el INDEC, muestran que la tasa de desocupación del Gran Mendoza bajó 2,9 puntos, siendo la más baja de los últimos cuatro años. Poniéndolo estos números en seres humanos, en doce meses, alrededor de 10 mil personas consiguieron trabajo en el área metropolitana de la provincia y salieron del grupo de desocupación.
Esto no es casual, el gobernador Rodolfo Suarez durante la pandemia de Covid-19, tomó la decisión de desafiar el miedo impuesto por el Gobierno Nacional en materia del Aislamiento Social Obligatorio y buscó darle apertura a la actividad económica, buscó darnos una oportunidad a los mendocinos que necesitábamos trabajar y vivir dignamente.
En consonancia con esto, Mendoza dispuso de distintas herramientas para afrontar la crisis, la falta de empleo y ayudar, dentro de sus posibilidades, a que sobrevivieran la mayor cantidad posible de Pymes con programas para impulsar la economía, como el "Mendoza Activa" que ya tiene tres ediciones y los planes de empleo como "Enlace" y "Enlazados", fomentando a que las empresas contraten personal en blanco dando incentivos inteligentes y basados en poner el hombro, es decir el esfuerzo privado apoyado con esfuerzo de lo público-provincial. Con este sistema muchos mendocinos dejaron de cobrar los planes sociales nacionales y pasaron a formar parte del mercado laboral activo.
La Universidad Católica Argentina (UCA), también presentó un informe en la Legislatura, con una investigación llevada a cabo por su Observatorio de la Deuda Social Argentina y en su análisis, destaca que si bien para plena pandemia 2020/2021 la provincia mantuvo su amarga situación de pobreza como ocurre en todo el país, pero sí destaca, que en lo que corresponde gestionar a nosotros "Mendoza es modelo en indicadores de derechos sociales y servicios básicos", algo que comenzó en 2016 con "La revolución de lo sencillo" con Alfredo Cornejo y hoy continúa siendo el "Modo o Modelo Mendoza", porque en definitiva esto somos los mendocinos, un grupo de hombres y mujeres con ansias de avanzar, de trabajar todos los días y de ver crecer nuestra tierra.
En otras palabras, Mendoza es atrapada por el código postal, es decir por vivir dentro de la Argentina gobernada por el populismo K, pero sigue su silenciosa resistencia tratando de paliar con las pocas herramientas económicas con que dispone una provincia.
Según este informe de la UCA, en términos generales "se evidencian mejoras entre 2019 y 2021 en el acceso al agua corriente de red y la conexión a energía en los hogares del Gran Mendoza", esto no es un dato menor, en 2015 habían más de 17 mil familias sin acceso a la red de agua en la provincia. Si bien todavía hay mucho que hacer, sobre todo en las zonas rurales, es un gran avance que ahora estas viviendas puedan tener agua potable de canilla en sus hogares.
También, destacan una "evolución favorable" en el sector de vivienda, disminuyendo su déficit en viviendas en los últimos períodos analizados entre 2019 y 2021. Esto es principalmente acompañado por la mejora del indicador de "vivienda precaria", si bien sigue siendo elevado el número de más de 10 viviendas en esta situación por cada 100 hogares del Gran Mendoza, es importante destacar que la provincia sin recursos de la Nación y con fondos locales ha logrado avanzar y dar en la medida de lo posible, mayores soluciones habitacionales a familias mendocinas. Y esto viene siendo así en este, como en el anterior gobierno nacional, por eso se pusieron en ejecución programas como Mendoza Construye, financiados íntegramente por y para los mendocinos.
Otras mejoras se ven reflejadas en los servicios relacionados al "medio ambiente", los cuales determinan un acceso a un medio ambiente sano, con factores no contaminantes que no afecten la salud de los ciudadanos en las cercanías de las viviendas. En este sentido, desde 2016, los intendentes del Gran Mendoza vienen trabajando en el concepto de UNICIPIO, y por tanto en políticas adecuadas al cuidado del medio ambiente, con separación de residuos sólidos urbanos, reciclaje y erradicación de basurales a cielo abierto en zonas urbanas.
En materia de educación, Mendoza también muestra la impronta de las medidas tomadas durante la pandemia, ya que fue la primera provincia del país en regresar a la presencialidad en las aulas, siendo este un factor determinante a futuro del nivel de pobreza de una Nación.
Según la UCA, durante el periodo de confinamiento y posterior apertura de clases, el rezago de nivel medio, en adultos menores va cediendo paulatinamente, al igual que la inasistencia en menores (de 4 a 17 años).
Esto no es obra del Espíritu Santo, desde la DGE se ha trabajado en distintos programas de formación en docentes y alumnos, con el fin de que recuperen el tiempo perdido en las aulas durante la pandemia. Un ejemplo es el programa "fluidez lectora" y el proyecto de "ley de alfabetización" que se encuentra en estudio por motivos de los buenos resultados arrojados por los programas piloto de lectura mencionados.
Necesitamos pensar en el futuro de los niños y niñas; por eso generamos políticas educativas que van en búsqueda de avanzar en el desarrollo cognitivo de los alumnos, poniendo al estudiante en el foco, en lugar de abstraerse y solo discutir relaciones laborales entre el SUTE y el empleador, priorizando el principio de que más días de clases favorecen el aprendizaje y por tanto las oportunidades de progreso de nuestro niños y jóvenes.
Si bien Mendoza demuestra avances en distintas materias respecto a otras provincias del país, todavía nos falta mucho para brindarle la calidad de vida que los mendocinos realmente merecen y necesitan, y es por eso que tratamos de honrar, elección tras elección ese mandato inscripto en el ADN mendocino, el de ir para adelante, aunque venga la helada o la piedra, llueva o truene.
Lamentablemente el populismo enquistado en el Gobierno Nacional, no comprende que aun si discriminan al Gobierno de Mendoza negando fondos, que a discreción, la Nación maneja hace tres años, el mendocino puede lograr algunos avances como demuestra el informe citado de la UCA, ¿se imaginan como estaría la provincia si no fuera discriminada por la administración del presidente Alberto Fernández?. ¿Se imaginan como podría avanzar Mendoza si tuviéramos razonabilidad en la administración de la economía a nivel macro, sin inflación del 6 ó 7 por ciento? ¿Cómo empujaría Mendoza a la salida de Argentina si la dejaran exportar, hacer Portezuelo, vender servicios turísticos, servicios basados en el conocimiento?.
Lamentablemente este gobierno nacional kirchnerista, con su populismo mágico nos ha llevado a ser cada vez más pobres y lo único que ha sabido construir es más pobreza estructural, hoy casi el 45% de los argentinos son pobres, o mejor dicho pobre mi Argentina. El resultado de cuatro presidencias K solo ha dejado menos trabajo y más precarización.
Por ello, como dice nuestro preámbulo, "...promover al bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad...", nosotros, los mendocinos, no debemos conformarnos en elegir distinto a otras provincias aún cooptadas por el populismo, debemos levantar la bandera que llevamos en nuestro ADN y con el Modelo Mendoza seguir siendo un motor de cambio, un motor de ejemplo, donde el esfuerzo y sacrificio siempre seguirán valiendo la pena.