Símbolo del deporte argentino, oro olímpico y cuatro veces campeón de la NBA, el bahiense quedó para siempre en la historia grande del básquet mundial.
Leyenda: Manu Ginobili ya forma parte del Salón de la Fama
Emanuel Ginobili, el basquetbolista argentino más destacado de la historia, logró este sábado un privilegio reservado para pocos al ingresar al Salón de la Fama del Básquetbol, en los Estados Unidos.
El bahiense, de 45 años, fue homenajeado en el James Naismith Basketball Hall of Fame de la ciudad de Springfield, estado de Massachusetts. La distinción a la que accedió Manu, retirado en agosto de 2018, no suele ser común en pares de estas latitudes, a punto tal que se convirtió en el cuarto sudamericano en recibir el premio después de los brasileños Oscar Schmidt (2013), Maciel 'Ubiratán' Pereira (2010) y Hortencia de Fátima Marcari (2005), por la WNBA (la Asociación que engloba al básquet femenino en los EEUU).
El primer homenajeado fue Tim Hardaway, elegido en el primer lugar del Draft por Golden State Warriors en 1989, cinco veces All Star (1991, 1992, 1993, 1997 y 1998) y cuya dorsal 10 fue retirada por Miami Heat tras su despedida. Curiosamente, Manu Ginóbili solía idolatrarlo en su etapa de adolescente.
Ver: Argentina venció a EE.UU. y jugará la final de la AmeriCup
Luego fue el turno de Del Harris, reconocido exentrenador de la liga que se desempeñó al frente de Houston Rocket, Milwakee Bucks y Los Ángeles Lakers durante las décadas de los 80 y 90.
También ingresaron al Salón de la Fama el árbitro Hubert Hugh Evans, quien falleció en julio de este año; la ex jugadora Theresa Shank Grentz, campeona Mundial con Estados Unidos en 1990; Lindsay Whalen, actual entrenadora de Minnesota Lynx y una de las 20 mejores jugadoras de la historia; el entrenador universitario Bob Huggins y a la leyenda del baloncesto yugoslavo Radivoj Kora, quien murió en 1969.
Lou Hudson, leyenda de Atlanta Hawks en la década del 70, la mítica entrenadora Marianne Stanley y la jugadora Swin Cash fueron otros de los homenajeados, al igual que el exentrenador George Karl, uno de los seis entrenadores con más victorias en la NBA con 1.175. Larry Costello, quien falleció en 2001, también ingresó al Hall of Fame por sus actuaciones en la desaparecida franquicia Syracuse Nationals y en Philadelphia 76ers, en donde fue campeón en 1967.
Finalmente llegó el turno de Manu, el último de los 13 que integran la Clase 2022, y apenas subió al escenario, acompañado por Tim Duncan, destacó que todo lo que logró fue gracias a los equipos que conformó, e hizo un breve repaso por su carrera, desde sus primeros pasos en su Bahía Blanca natal, pasando por su experiencia en Andino de La Rioja y su experiencia europea, con las camisetas de Reggio Calabria y Kinder Bologna, hasta que se enteró que lo había drafteado San Antonio Spurs.
"Llegué con cero expectativas y fueron 16 años. Dieciséis años con el mismo entrenador, los mismos colores, la misma ciudad", recordó, al tiempo que agradeció a Gregg Popovich: "Fuiste tan importante como mi familia, nunca podré agradecerte lo suficiente".
Ver: Otro show del Messi asistidor: lujazo para el gol de Neymar y triunfo del PSG
A su amigo Tim Duncan, al que consideró "uno de los mejores de toda la historia", como también a Tony Parker, el otro integrante del Big Three histórico de la franquicia texana. "Ganamos muchos títulos, muchos partidos, necesitabas un montón de piezas para ganar campeonatos, y tuvimos muchas".
"Gracias a la NBA por darnos este extraordinario contexto para hacer lo que amamos", agradeció con respecto a la liga en la que todos los basquetbolistas del mundo sueñan jugar.
Las lágrimas de Manu
Luego se tomó el tiempo de hablar en español, para agradecerle a sus hermanos Sebastián y Leandro, a su papá, "cómo me hubiese gustado que estuvieses acá", dijo llorando. "Mi primer fiel, mi más grande seguidor, te extraño mucho viejito, te extraño", agregó, visiblemente emocionado. También agradeció a su mamá por "el esfuerzo, la dedicación, el amor en actos, la libertad de elegir".
Los padres de Ginobili, Jorge y Raquel, están en Bahía Blanca y su papá está con problemas de salud, por eso no pudieron asistir a la ceremonia.
Finalmente llegó el turno de hablarle a su esposa Marianela y sus hijos, Dante, Nicola y Luca, rescatando "todo el tiempo que pasamos juntos, todo lo que viajamos, los amo, amo lo que ustedes son".