Con elementos caseros, un tutorial para transformar esas semillas de durazno en un árbol saludable.
El método más sencillo para germinar semillas de durazno
Entre las formas de plantar un duraznero está la opción de usar la semilla del fruto, el durazno. Antes de hacerlo se necesita someterla a un proceso de germinación adecuado. Los pasos a seguir son bastante simples y sin el requisito de ninguna técnica de jardinería sofisticada.
En esta guía te explicaremos el proceso de siembra de durazno directamente desde la semilla. Todo lo que hay que hacer es preservar la semilla después de comer la fruta y, con el cuidado y las técnicas de jardinería adecuados, se puede obtener un árbol saludable.
En las siguientes secciones, los pasos en detalle para garantizar que un hueso de durazno germine con éxito y así puedas plantar el árbol que tanta falta le hace a tu jardín.
Extraer el hueso del fruto
Recoger varias semillas. Asegurarse de colocar estas semillas en un recipiente limpio mientras esperan para ser plantadas. Las semillas mohosas o sucias dificultarán la germinación y es posible que no se conviertan en una planta, destacó el sitio La Mansión de las Ideas.
Prepara la semilla
Es vital preparar la semilla antes de comenzar el proceso para aumentar las probabilidades de germinación. Frotra el carozo para eliminar las fibras de fruta que puedan quedar adheridas a la superficie y luego sumergirlo en una solución diluida de lejía. Seguir secándolo al aire. Esto evitará que el moho y los hongos formen una capa sobre la semilla.
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Retirar el grano
Abrir el hueso del melocotón y retirar con cuidado la semilla del interior. Si no sabés cómo abrir una semilla de durazno, es bastante simple y todo lo que necesitás es un martillo. Asegurarse de ser cuidadoso con el núcleo, ya que aquí es donde comenzará el futuro árbol de durazno.
Estratificación en frío para la semilla
Este es un paso muy importante que ayudará a acelerar el proceso de germinación. Las semillas requieren temperaturas frías durante unos cuatro meses, entre cero y diez grados centígrados. Por lo tanto, se recomienda colocar las semillas en una bolsa de plástica o en un recipiente lleno de un suelo macizo aireado y ligeramente húmedo y moverlo al refrigerador durante esta duración para aumentar la germinación.
Esperar a la germinación
Una vez que las semillas hayan terminado con la estratificación en frío, esperar a que ocurra la germinación, que en el curso normal demorará alrededor de tres a cuatro semanas después de completar el tratamiento en frío de la semilla. Notarás pequeñas raíces juveniles que brotan del hoyo y miden alrededor de un centímetro.
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Mover la plántula a una maceta
Inmediatamente después de la germinación, mover la plántula a una maceta o recipiente lleno de tierra aireada ligeramente húmeda en la que los duraznos crezcan bien. Proporcionar al recipiente suficiente profundidad para que las raíces juveniles tengan suficiente espacio para desarrollar sus largas raíces primarias profundamente en el suelo.
Colocar este recipiente en un lugar bien iluminado y ventilado, lejos de corrientes de aire frío o vientos fríos. Esto asegurará el crecimiento adecuado de nuevos brotes y tallos y un follaje saludable. Antes de trasplantar tu planta directamente al suelo al aire libre, deberás aclimatarla.