Luego de los cortes de ruta, el paro y la marcha, los estatales mendocinos y el gobierno provincial siguen paritando. Los errores políticos. La patrulla perdida. Las negociaciones. El detenido. Los enojos dentro del radicalismo, el partido gobernante. Cómo sigue.
Estatales y gobierno: intimidades de una pelea muy caliente
Adriana Iranzo es la secretaria gremial de ATE. Muy conocida por sus modos ásperos. En 2016, la entonces presidenta del Instituto de Juegos y Casinos Josefina Canale, hoy diputada de Cambia Mendoza, la denunció por llevársela puesta -literalmente- de los pelos. Pocas veces las interpelaciones de la sindicalista son cuidadas. Ayer a la mañana hizo circular un audio furibundo contra el ministro de gobierno Víctor Ibañez, que rápidamente se compartió por miles en la mensajería de WhatsApp. En medio de la queja sindical, Iranzo acusaba al funcionario de "quedarse con la plata que le iban a dar a Bonarrico", palabras más o menos. El audio llegó al teléfono del ministro que -hirviendo como una pipa- llamó al secretario general de ATE, Roberto Macho, y lo mandó a la mismísima mierda. Dicen que la discusión fue muy pesada. Había circulado desde el mediodía la versión de una reunión inminente entre ATE y sus socios gremiales y el gobierno, que se fue dilatando. Luego, se abortó por esta pelea. ATE, ATSA y otros gremios armaron una "batucada" y prendieron fuego dos neumáticos en los alrededores de la Casa de Gobierno. A la tarde, la zona cívica quedó bloqueada. El gobernador Rodolfo Suarez tomó el teléfono y le pidió a su ministro y amigo Víctor Ibañez, que reciba a los gremios. Había varios ministros más en el edificio. En el medio hubo horas de tensión. La policía se llevó preso a un supuesto militante gremial que llegaba a la zona caliente del Barrio Cívico con una camioneta cargada de neumáticos. Lo detuvieron porque tenía un pedido de captura vigente en otra provincia.
Hasta aquí, la historia mínima de ayer que terminó con Ibañez, el ministro de Hacienda Víctor Fayad, y las funcionarias paritarias del gobierno Beatriz Martínez, Daniela Fernández y Mariana Lima, recibiendo a Macho, Iranzo y otros sindicalistas cerca de las 19:30. La reunión duró algo menos de dos horas. En la reunión casi no hubo resoluciones, y sí muchos cruces entre funcionarios y sindicalistas. Iranzo e Ibañez discutieron por el audio. Luego, Macho se quejó amargamente ante un periodista del Post y también en el programa "Séptimo Día" de Canal 7. "Es una decisión tomada del Gobernador que ningún trabajador del Estado que gane 50 mil pesos, va a llegar al costo de la canasta básica" dijo el jefe de ATE a este diario, y luego a las cámaras de la TV. Y le adjudicó al ministro de Hacienda Víctor Fayad esa frase. Fayad ha demostrado escaso tacto y empatía nivel cero en este conflicto. Lo dicen sus propios correligionarios: no se puede afirmar que un paro es inoportuno, cuando por lo menos la mitad de los maestros de Mendoza gana menos que el valor de una canasta básica de casi cien mil pesos. "Si fuese relojero, repararía un Rolex a martillazos..." se lamentó un legislador de su propio partido.
Ayer martes se llegó al segundo día del paro estatal, con alto impacto en las aulas según el sindicato de maestros SUTE. Antes, el viernes, ATE y algunos gremios del Frente Estatal lograron bloquear Mendoza por varias horas, en una acción de foquismo de izquierda como no se había visto en muchísimos años. El gobierno les dejó hacer. Luego, el martes, la marcha comandada por el SUTE fue multitudinaria. Los dirigentes dicen que metieron unas 25.000 personas en la movilización. Ampros, los médicos, y otros gremios se plegaron. También algunos dirigentes de la oposición. El paro fue contundente. El martes al mediodía, los legisladores radicales casi explotaron de enojo cuando los funcionarios del gobierno dijeron que la adhesión había sido del 32 %. "Nosotros veíamos que las escuelas estaban casi vacías... No podés en el momento más caliente, cuando ves lo que estaba pasando en las escuelas y en la calle, decir que la adhesión es del 32 % y mucho menos calificar el paro de inoportuno. Había que cambiar el foco. El problema es la inflación... 90 % en un año o más... Todos los trabajadores públicos y privados tienen problemas de guita... no alcanza... para ninguno... Hay que ser más empático, tener cintura..." dijo un legislador de los importantes a este medio. Las mayores críticas internas vinieron desde el cornejismo. Estaban furiosos con el manejo político del conflicto y del paro. Y los resultados parecen darles la razón. El viernes, Mendoza fue paralizada. El gobierno tardó en reaccionar bajo la premisa de no reprimir, lo que es una decisión política y como tal es legítima, apostando a que las mayores críticas se la llevarían los sindicatos. Puede ser cierto. Pero el martes, hubo miles de maestros votantes de Cambia Mendoza participando de la marcha o adhiriendo a la huelga. El gobernador Suarez lo sabe y lo reconoce, y los radicales huelen peligro. Tienen la suerte de que hay un peronismo golpeado en Mendoza, básicamente producto del desastroso gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Pero las adhesiones a Cambia Mendoza ya no son incondicionales, ni para siempre. Los maestros que no protestaron en años por el Ítem Aula, el martes dieron una imponente demostración de enojo e insatisfacción, tales los sentimientos de los manifestantes. "Ni sabemos bien qué estamos representando" se sinceró un dirigente sindical, al analizar la magnitud del paro y de la marcha.
El martes, los funcionarios del gobierno sintieron fuerte el golpe sindical y reaccionaron con escasa cintura. Pero más aún, salieron magullados por las expresiones de maestros que los votaban, de los colegios privados que parecieron alentar al SADOP (maestros privados) a parar, y de los padres que no mandaron a sus hijos a las escuelas. "Los mismos padres y madres que defendían a muerte el Ítem Aula, no mandaron a los chicos a clases" se lamentaba un funcionario, y agregó otro parecer: "Adelantamos los aumentos, pero no quisimos subir ni siquiera un punto más a los maestros... ahora se los vamos a tener que dar, y nos comimos igual todo el costo político..." dijo en reserva al Post. Otro, afín al cornejismo, opinó "Nos tomaron el punto... ya está..." en referencia a las manifestaciones, la huelga y los cortes de rutas. Es que puertas adentro, hubo muchísimas opiniones dispersas respecto de cómo tratar el conflicto, o de cómo mostrar posiciones razonables pero a la vez firmes. Recibir a sindicalistas imputados por bloquear Mendoza, y que ayer sitiaron la Casa de Gobierno, podría ser un error político. "Lo que había que hacer era no recibirlos... poner la fecha paritaria, y que hagan lo que quieran... e imputar a los que cometieron desmanes..." se quejó un funcionario de rango alto. Las críticas más fuertes en el seno del gobierno y de la propia UCR recaen sobre los ministros Ibañez y Fayad.
El gobernador Suarez habría pronunciado ayer ante sus funcionarios una frase muy concreta. "Quiero arreglar..." La preocupación del mandatario es mantener el servicio educativo. No quiere más paros del SUTE, porque ya vio que el efecto podría ser demoledor. Es probable que el paro sindical haya sido el catalizador de toda la malaria que estamos viviendo. Pero a esta altura no importa tanto el motivo como los resultados. Nunca se debió trepar a este nivel de conflicto. Faltaron firmeza y "muñeca". En el gobierno se defienden y dicen que no quieren encender una chispa que con los actuales momentos del país, termine en un incendio. "Vamos a cuidar la paz social, primero..." dicen.
También hay diferencias entre los gremios. La dirigencia actual del SUTE, peronista-kirchnerista, no quiere aparecer en la misma foto política que Roberto Macho. Y sienten que luego de la marcha se han quedado con la iniciativa. Sabían desde hacía semanas que el paro sería muy contundente y se lo advirtieron a los funcionarios con los que hablan. Hubo un intento de diálogo tardío. Parece que el ministro de Gobierno habría llamado varias veces a Gustavo Correa, el secretario gremial del SUTE, pero la marcha ya estaba caminando por las calles del centro. Distintos en los métodos a la gestión anterior de la izquierda, los peronistas del SUTE apelaron al humor y aportaron a la marcha una marioneta del gobernador Suarez, un muñecote de 2,5 metros de alto, que debe manejarse con tres personas. Habría costado cerca de 30.000 pesos y lo hizo un titiritero local. Su nombre permanece en reserva, porque le han encargado dos "muñecotes" más. Uno sería de José Thomas, el director general de escuelas, y el otro, del senador nacional y ex gobernador Alfredo Cornejo. El juego puede ser peligroso. En tanto el gobierno logre explicar la magnitud de la crisis asociada a la inflación, y los gremios se excedan en las protestas, podrían perder la empatía social que consiguieron. Nunca funcionaron los malos modos en Mendoza. Pero hay que reconocer que el muñecote llamó la atención de tal manera, que los docentes se sacaron cientos de selfies con él. Al mismo tiempo, Roberto Macho (ATE) dijo a un periodista de este diario "Que nos perdonen los mendocinos, pero tendremos que trasladar las asambleas a las calles". Eso fue luego de la reunión de anoche.
Con Thomas, además de lo salarial, el SUTE tiene otros asuntos. "Mandó el martes a las escuelas a una escribana y funcionarios a labrar actas de presencias y ausencias. Eso generó mal clima... parecían la patrulla perdida..." ironizó un dirigente gremial. Hay cientos de películas y libros sobre patrullas perdidas de la Segunda Guerra y de Vietnam. El SUTE tiene la voluntad de acordar. Hoy a las 09:00 se reúnen con los funcionarios de Suarez para recibir la nueva propuesta del gobierno, que será mejor, pero no lo que piden los gremios (ni mucho menos la suma adicional de 40.000 pesos que solicitan). Luego vendrán las asambleas, y entre lunes y martes se convertirán otra vez en calabazas. La decisión puede salir para un lado u el otro. No ayudó al buen clima de conversación el hecho de que dirigentes de ATE -embarrando la cancha- hayan compartido en sus redes el bono de sueldo del director general de escuelas José Thomas, algo más de 300.000 pesos. Eso calienta a las bases... ¿Pero cuánto menos debe ganar un director de la DGE, el responsable de la política educativa de un gobierno, si una beneficiaria de planes que se acaba de hacer estrella de TV junta casi 80 mil pesos por no trabajar?
El primer día del receso invernal, el lunes 11 de julio, la Legislatura de Mendoza estaba casi desierta. Un legislador radical se quedó a escuchar a integrantes de la marcha de los autoconvocados docentes que venían desde el sur. Estuvieron más de una hora. Una maestra contó que su madre le preguntó por qué no comía, y que ella no le quería decir que no alcanzaba, y que le dejaba la comida a ella. Es probable que algunos maestros vivan realidades similares, como muchos otros trabajadores públicos y privados. "Con esa gente hay que mostrar humanidad" dijo a este medio un legislador que contó la anécdota, aunque no fue el protagonista.
En la UCR respiraron algo de alivio ayer cuando vieron el hilo de Twitter del gobernador Rodolfo Suarez, que buscó ser contenedor y empático de los maestros y trabajadores de la Salud, y le pegó al gobierno nacional. "Puso la pelota donde debía" dijeron algunos de sus funcionarios. "El problema es la inflación" repiten, con un temor adicional. El piso inflacionario de julio que se va a conocer en la segunda semana de agosto, estará en el 8 %. Muy probablemente habrá más cambios de gobierno nacional con la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía de la Nación. El hecho es que si la inflación sigue alta, el consumo se va a resentir, y con ello la renta de Mendoza, que cobrará menos Ingresos Brutos, y menos coparticipación federal. "Esto es un quilombo, nosotros podemos hacer el mejor esfuerzo ahora... arreglar lo mejor posible, apelar a que sean razonables... pero... ¿dentro de un mes qué vamos a hacer? ¿Vamos a paritar de nuevo?" se preguntan.
Los radicales no quieren hacer lo que ya hizo el PJ en el gobierno de Francisco Pérez, y comprometer las arcas de la provincia al punto de luego no pagar sueldos ni proveedores. Tampoco quieren resignar obra pública, ni corresponde. Hay que hacer inversión pública en una provincia con una matriz productiva estrecha que no alcanza para que el estándar de vida de buena parte de la población sea siquiera aceptable. "Sabemos que la plata no les alcanza... ni a los públicos, ni a los privados... y que hay una crisis enorme... dentro de ese marco nos tenemos que mover..." dicen en el gobierno, donde llegaron a un punto alto de conflicto más por errores de cálculo y apreciación política, que por las finanzas en sí. Ahora, será clave la reunión de hoy con el SUTE, y luego, la del lunes 1 de agosto a las 11:00 con ATE. El objetivo del gobierno es no ahondar el conflicto, y mucho menos, que vuelvan a interrumpirse las clases. Aunque entendieron bien la lección. Esta semana les tocó ser el objeto de todas las broncas. Y en parte, por errores no forzados. Como el penal de Darío Benedetto a la segunda bandeja de la Bombonera.
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