La agobiante sombra de Cristina y el miedo a precios y dólar el lunes

Incertidumbre por una economía prendida fuego. Desafíos urgentes para el nuevo ministro. Las miradas están puestas en el dólar blue, los bonos, la escalada de precios, los vencimientos de septiembre, y los próximos pasos de Alberto y Cristina. El rol que jugaron el mercado y los ahorristas.

La agobiante sombra de Cristina y el miedo a precios y dólar el lunes

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

La dirigente política de mayor peso, poder, y más impopular de la Argentina terminó por cargarse lo que quedaba de un gobierno con el poder absolutamente segmentado, y con áreas sensibles de la economía manejadas directamente por ella misma. Lo que no pudo tomar a través de La Cámpora, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner lo bombardeó. Ayer, el renunciado ministro de Economía Martín Guzmán tuvo un gesto de revancha y anunció su salida mientras Cristina hablaba en un homenaje a Perón, donde acababa -además- de criticarle mencionándolo por el apellido. Antes, se conformaba con las alusiones indirectas, o no tanto. Las miradas están puestas en el lunes. Julio puede ser un mes de fuego. El dólar blue cerró a 239 pesos el viernes. Las cotizaciones del dólar financiero fueron más altas. En septiembre hay que juntar casi un billón de pesos (Se escribe así: $ 1.000.000.000.000) para la deuda local, y el 14 de este mes se anuncia la inflación de junio que sería superior al 5,1 % del mes de mayo. Y además, se conocerá un nuevo Relevamiento de Expectativa de Mercado de las 60 consultoras que participan del estudio por pedido del BCRA. Corregirían la expectativa de inflación de un 72 % que calcularon hace apenas un mes, en un 80 % o más para este año. El riesgo país vuela por las nubes. Las soluciones que tiene Alberto Fernández a mano son subóptimas. Si ratifica el rumbo, Cristina seguirá bombardeando. Y si le entrega a la vicepresidenta el ministerio de Economía, la semana que viene puede pasar cualquier cosa con los precios, los alimentos, el dólar blue, el gasoil que ya falta, los depósitos, y la desconfianza. La "jefa" se ha transformado en la empresa de demolición de su propio gobierno.

Martín Guzmán renunció ayer por Twitter.

Guzmán se fue asediado por Cristina y el kirchnerismo duro, sin poder intervenir en aspectos centrales de la economía como las tarifas, los precios, ni el mercado cambiario. Las críticas en público y en privado del kirchnerismo y una discusión última con el presidente, de acuerdo a medios porteños, habrían acelerado su salida.

El silencio del cristinismo ayer después de la renuncia fue llamativo. No así de la oposición.

Sólo por nombrar a los mendocinos, el gobernador Rodolfo Suarez pidió "sensatez" para "afirmar la gobernabilidad". El senador nacional y ex gobernador Alfredo Cornejo escribió "Así son de brutales" en uno de sus posteos en la red social Twitter. El diputado nacional y vicepresidente de la Cámara Omar De Marchi fue más dramático. "@alferdez no tiene ni lapicera, ni convicciones, ni rumbo... Argentina es un caos. En lugar de tomar decisiones para resolver los problemas, han transformado al gobierno en un chiquero. Basta Alberto. Basta Cristina. No tiren de la cuerda. La patria está en peligro, en serio...." El peronismo mendocino hizo un silencio prudente, tal vez, esperando los acontecimientos. La única referencia elíptica la hizo Lucas Ilardo, al retuitear el posteo de un periodista, luego de la renuncia de Guzmán.

Suarez, Cornejo y De Marchi postearon sobre la renuncia de Guzmán.

No fueron Cristina y el kirchnerismo los únicos que empujaron al ex ministro fuera del gobierno. También lo hizo el mercado. El economista Carlos Ponce, titular de la empresa editora del Post y Memo, aporta un párrafo valioso. "...los mercados le bajaron el pulgar a Guzmán con la deuda en pesos. Son 9 billones (un 9 seguido de doce ceros) de deuda del Tesoro más 6 billones de Leliqs del BCRA. Casi 4 veces la base monetaria. Solo en setiembre vencen 1 billón de pesos en letras. Su estrategia falló" dice. Y prevé que el próximo ministro podría verse ante la disyuntiva de mandar al default o "reperfilar" la deuda en pesos. Y una probable devaluación del dólar oficial, cuya brecha con el blue anda alrededor del 80 %, podría estar en el menú. "La situación inflacionaria es mucho peor que el 2014. Puede ser explosivo" afirmó además.

Los bancos y los fondos de inversión jugaron su rol. Detrás de estas naves nodrizas están los ahorros de la gente. Muchos pequeños ahorristas empezaron a salirse de los Fondos de Inversión generando una mini corrida, de la que el propio presidente Alberto Fernández culpó a la oposición y a los medios, en la última entrevista que dio en C5N antes de la renuncia de Guzmán. Carlos Ponce explicó que para parchar esta situación tuvo que salir el presidente del Banco Central Miguel Pesce (otro de los apuntados por Cristina) "con una línea especial de crédito a través del mercado de Pases, para que pudieran responder y seguir con parte de las Letras de Guzmán". Es decir, hubo créditos de cortísimo plazo entre bancos con intervención del BCRA, garantizados con bonos, para que los propios bancos y los fondos tuvieran liquidez y aguantasen el cimbronazo.

Ahora, todas las miradas están puestas en los precios, el dólar blue, el contado con liquidación, el dato de la inflación, y los bonos. Puede ser un lunes negro y de muchísima volatibilidad, si el gobierno no logra inyectar algo de confianza de manera urgente. En la Casa Rosada estarán sentados en un polvorín si el presidente Alberto Fernández no logra alumbrar a un nuevo ministro antes de la apertura de los mercados. Según medios porteños, ya le dijeron que "no" algunos potenciales candidatos, como Emanuel Álvarez Agis y Mercedes Marcó del Pont. Nadie quiere agarrar el fierro caliente.

Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.

La grieta interna en el Frente de Todos está licuando al gobierno y llevándose puesta la economía, y con ella, a todos nosotros. En este escenario de convulsión política trasladado a la economía, cabría preguntarse si el presidente Alberto Fernández es capaz de terminar su mandato. El periodista Ernesto Tenembaum -que siempre intenbta salirse de la grieta- evalúa como posible la renuncia anticipada de Alberto y que Cristina asuma la presidencia. Luego, "La única que genera esperanza es Cristina" escribió ayer Andrés "Cuervo" Larroque, el principal alfil de La Cámpora y ministro del gobernador Axel Kicillof. Ya había renunciado Guzmán. Resultan sugerentes las cada vez más frecuentes apariciones de la vice criticando con dureza la marcha de la economía, tanto como sus reuniones con factores de poder o incluso con economistas de la oposición -como la promocionada conversación que tuvo con Carlos Melconian- empresarios, políticos y gremialistas. La vicepresidente también apuntó a la "tercerización" de los planes sociales. Quiere que la política los maneje sin la intermediación de las organizaciones sociales, que se van volviendo cada vez más fuertes y poderosas con la proliferación de planes y los altos índices de pobreza. Su enfrentamiento con Alberto no parece tener retorno. Y esta pelea puede hacer escalar los problemas económicos urgentes a una crisis sin retorno, con niveles de inflación altísimos a causa de la desconfianza.

El lunes será clave. Pero los argentinos hoy no tienen ni una pista respecto del futuro inmediato. Un comerciante mendocino del calzado mandó a este columnista un mensaje alertando que "no paran de llegar listas de aumentos del 15 y del 20 %". Muchos más son los preocupados por su dinero en los bancos, y lo expresan en grupos de WhatsApp y redes sociales. Aunque no hay indicios -ninguno- que permita suponer alguna locura, el miedo se palpa en la calle.

Cristina en el acto de este sábado en homenaje a Perón.

Es cierto que Alberto Fernández no indica más rumbo que quitar los subsidios a las tarifas, controlar el déficit fiscal, acumular reservas aunque fuere frenando las importaciones, y cumplir el acuerdo con el FMI, que no es poco. Significó un préstamo de 45.000 millones de dólares a la Argentina para que pague el crédito impagable de Mauricio Macri, pero en diez años. Cristina y La Cámpora no dicen cuál es su plan. La vicepresidenta quería que el plazo del acuerdo con el Fondo fuese de 20 años. El cristinismo se opuso en el Congreso a las cláusulas que se consiguieron, tanto como se opone de manera cerril a bajar el gasto, reducir el déficit fiscal, subir las tarifas, o sincerar la economía. Parecen creer que el dinero llueve o que crece en los árboles.

Más de este tema: Quiénes son los candidatos a reemplazar a Martín Guzmán

Guzmán se fue y dejó una economía superior a la de 2019 en un 5 % aproximado. Pero con una inflación acumulada a mayo del 172 %, desde que asumió. El dólar oficial subió desde diciembre de 2019 más del 100 % y el "blue" 243 %. No sorprende la escalada de precios.

En medio de tanta insensatez, sobresalen las palabras de un empresario pyme que habló la semana pasada ante senadores nacionales, en el Día de las Pymes, quebrado, llorando. Se llama Eduardo Wolf y fabrica helados. Contó que sus tíos, tías, primos y hermanos se fueron del país de a uno desde la hiperinflación de 1989. El país al que había llegado su abuelo lleno de sueños abordo de un barco de inmigrantes. Y que para exportar un helado debe hacer 17 trámites y pagar "peajes" para que las cosas sucedan. "Honremos a nuestros abuelos, y que nuestros hijos quieran quedarse en este país, y que nuestros nietos estén orgullosos. Que el país sea una fábrica del trabajo..." pidió. Qué lejos estamos. Mañana lunes, vamos a saber cuánto.